Los múltiples problemas económicos de España hacen que la propia credibilidad financiera y la credibilidad fiscal estén cercanas a cero, lo que hace que los inversionistas y mercados sigan desconfiando de España.
Esto ha llevado a los expertos a considerar que un «rescate total» por parte de la Unión Europea (UE) tiene cada vez mayores posibilidades.
España se encuentra en una situación límite, y precisamente gran parte de Europa lo está por la crisis española, debido al gran tamaño de la economía ibérica.
Sin embargo, ni el recorte de 65.000 millones de euros por parte del Gobierno ni la decisión del Eurogrupo de respaldar el rescate bancario han evitado el hundimiento de la Bolsa, ni que la prima de riesgo llegue a los 640 puntos.
Además, la recesión se prolongará hasta el 2014, tal como afirmó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
A todo esto se suma la delicada situación de las autonomías españolas.
Ya la valenciana pidió ayuda al Estado y otras, entre ellas la de Cataluña, sabrán en esta semana lo qué van a hacer, pero el déficit autonómico no sólo preocupa al Gobierno español sino también a la Unión Europea (UE).
Asimismo, funcionarios europeos señalan que la credibilidad de España está bajo mínimos, mientras que los inversores no desean invertir y los mercados siguen dudando de España.
Piensan que debería intervenir el Banco Central Europeo (BCE), pero su presidente, Mario Draghi, en varias ocasiones ha reiterado que el BCE no actuará para salvar a España.
«No estamos para resolver problemas financieros nacionales», añadió. No obstante, la Unión Europea pidió tiempo para que se vea cómo funciona el rescate de la banca, cómo avanzan las reformas, cómo sigue aplicando el Gobierno los recortes.
En suma, son tiempos difíciles, ya que a la crisis de España se añade la propia supervivencia del euro.