Esperanza de Liberación y Teología. Con este tema general, se llevará a cabo en los próximos días 5 a 8 de octubre, en la Ciudad de México, la Jornada Teológica de la Región Norte, que involucra a participantes de México, Estados Unidos y Canadá. Las Jornadas marcan una etapa de preparación importante pra el Congreso Continental Teológico, que ocurrirá en Brasil, en octubre de 2012.
Estos eventos se llevan a cabo en el marco de dos grandes acontecimientos para la historia de la Iglesia: los 50 años de la abertura del Concilio Vaticano II y los 40 años de la Teología de la Liberación. En entrevista a ADITAL, el coordinador general de la Jornada Teológica de la Región Norte, José Sánchez, aborda cuestiones relevantes sobre la temática que será reflexionada y de las contribuciones que la Iglesia y la Teología llevaron para la vida del pueblo.
La primera Jornada ocurrió en el mês de abril, en Guatemala, para los países de la América Central y Caribe. La segunda fue realizada en Chile, en julio, para los países del Cono Sur y Brasil.
ADITAL – ¿Cuál es el factor que hace la diferencia en la Jornada Norte en relación con las otras que ya se realizaron? ¿Qué expectativas tiene sobre el evento que se desarrollará en México?
José Sánchez – Tenemos tres puntos fundamentales. Primero, la dimensión de la JTN es ecuménica, desde el comienzo de la preparación se constituyó la Comisión Coordinadora con miembros de las varias Iglesias históricas; así hemos tenido el cuidado que la temática se establezca no a partir de la vivencia de una Iglesia, la Católica, sino también desde la perspectiva de las demás: Bautista, Presbiteriana, Luterana, Metodista y católica. Las instituciones de estas Iglesias son los convocantes a la JTN. Todos y Todas somos Teólogos militantes, porque además de la actividad académica, tenemos actividades pastorales.
Además, la temática no ha estado centrada principalmente en el 50º aniversario del Concilio Vaticano II, aunque sí lo tomamos como un acontecimiento de referencia importante. También hemos tenido en cuenta los 40 años de la publicación del libro Teología de la Liberación-Perspectivas (1971) de Gustavo Gutiérrez, y los 42 años de la publicación de la tesis doctoral de Ruben Alves, Teología de la Esperanza Humana (1969); los 23 años de La Asamblea General de las Iglesias protestantes de América Latina en Oaxtepec, que llevó a la constitución del Concejo Latinoamericano de Iglesias (Clai) en Huampaní, Lima, en noviembre de 1982.
Otro punto: el contenido de la JTN tiene como tema general, Esperanza de Liberación y Teología, y como eje transversal Espiritualidad por la Paz. La dinámica tiene 6 ejes temáticos: Migrantes, Participación ciudadana, Derechos humanos, Economía, Prácticas eclesiales, Ecología. Estos ejes están inspirados en los problemas más acuciantes por los que pasamos en esta región. La violencia es la situación más grave, por lo que los ejes giran alrededor de este eje transversal. Los participantes están invitados a elegir uno de esos ejes para que la reflexión se realice en consonancia. Al final, escucharemos los resultados, fruto de esta reflexión. Los ejes fueron elegidos según los puntos álgidos de la problemática por la que estamos pasando en esta Región del Norte (México, EEUU, Canadá).
ADITAL – Según la visión teológica de la Iglesia, en los últimos 50 años ocurrieron cambios significativos y profundos en todo el mundo. ¿Qué contribuciones teológicas se pueden señalar sobre lo que ha transcurrido?
José Sánchez – Las contribuciones que se han hecho son, ante todo, la vivencia de una Iglesia comprometida con el proceso de liberación del pueblo pobre y creyente y en camino de su liberación, expresada en las Comunidades Eclesiales de Base. Esta experiencia cristiana y eclesial es la base de la reflexión teológica que se ha venido elaborando a partir de los años 70.
En todas las iglesias ha habido un despertar en el compromiso y en la teología, en la línea de la liberación. En el año 2000 se constituyó la Asociación Teológica Ecuménica Mexicana, que es una institución que aglutina a teólogos y teólogas, que producen Teología; se organiza cada año un encuentro nacional, con la participación de laicos, laicas, religiosos, presbíteros y pastores. En estos encuentros se trata un tema y se publican las memorias. Se ha publicado un libro con algunas de las reflexiones, llamado Misión en Tiempos de Globalización. Todas las instituciones imparten talleres, cursos, diplomados sobre diversos temas a partir de la problemática que se vive.
ADITAL – ¿De qué forma las Jornadas podrán contribuir para que las Iglesias y sus fieles colaboren en la construcción de una sociedad más justa?
José Sánchez – Al reflexionar sobre los problemas más acuciantes, se profundizarán los temas teológicos que refuerzan las motivaciones para comprometerse en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. De la misma Jornada, al final, se podrán ver los compromisos específicos a los que se dará seguimiento. Las Iglesias estaremos más clarificadas en el compromiso liberador y en la construcción del sujeto social del cambio.
ADITAL – ¿Cómo pretende la Jornada trabajar estos ejes en sintonía con la temática Violencia y Espiritualidad para la Paz?
José Sánchez – Cada uno de los ejes está ligado a esta temática, Violencia y Espiritualidad para la paz, que es el eje transversal. Todos nacen de la situación de violencia que vivimos. Uno es el tronco y los otros son las ramas. Son diversos pero confluyen a lo mismo. La dinámica que vamos a seguir en la reflexión en cada eje tiene elementos comunes.
ADITAL – La Iglesia celebra los 40 año de la Teología de la Liberación y los 50 años del Concilio Vaticano II, momentos que posibilitaron más apertura para la vida de la Iglesia junto a los pueblos. ¿Cuáles son los principales desafíos de la Teología de la Liberación en los tiempos actuales?
José Sánchez – Proseguir en diálogo con el submundo de los pobres, pero abriéndose a diversos temas para contribuir a reforzar las motivaciones del compromiso por la transformación de la realidad; el analizar desde la perspectiva de la fe la crisis por la que están pasando las iglesias que se han despegado del piso de los pobres, que es el piso en el que se mantuvo Jesús; alentar y acompañar las luchas que el pueblo está dando en los diversos ámbitos de opresión. Sobre todo, en la creación de ciudadanía; el mantener el diálogo abierto con otras religiones, que no tienen que ser únicamente las grandes, sino también las pequeñas.
Además, propiciar el diálogo intraeclesial y alimentar las posibilidades para que se abra la posibilidad de una mayor participación de la mujer en las estructuras mismas de poder (autoridad-servicio) de la Iglesia, una mayor participación de laicos y laicas en las decisiones de la Iglesia (democracia vs centralismo); aceptación plena de una cultura de los DDHH dentro de la Iglesia; en nuestra Región, reanimar la producción y publicación de reflexiones en línea con la liberación.
Periodista da Adital