ENTREVISTA A FRANCOIS HOUTART (I). Ricardo Zúñiga

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Adital

Ricardo Zúniga García, colaborador de Adital, participante en el V Congreso del MST, entrevista a François Houtart, sociólogo belga. Director del Centro Tricontinental (Cetri) y del Foro Mundial de Alternativas.

El veterano François Houtart es todo un símbolo del intelectual-investigador militante, del cristiano-sacerdote coherente con la opción por los pobres, del educador popular que sabe aprender de las luchas de los pobres del mundo y compartir sus aprendizajes, expresándolos en propuestas de formación e información.

Estudia y acompaña las luchas de numerosos pueblos en el sur. Fue profesor de Camilo Torres, ayudó a divulgar información veraz sobre las luchas de los pueblos de Argelia, Vietnam, El Congo, Cuba, Nicaragua, Venezuela. Hoy acompaña muy de cerca el proceso de conquista de autonomía y soberanía de los pueblos de Bolivia y Ecuador.

Convidado al V Congreso del MST, donde coordinó el análisis de la coyuntura internacional, ha permanecido en el Congreso aprendiendo de la rica experiencia de los Sin Tierra. Fue muy emocionante verlo entre todos los invitados internacionales, con su imponente estatura y sus casi ochenta años bien vividos entonando «La Internacional» y otros cantos revolucionarios.

Adital: ¿Cómo valora Ud. la presencia del MST en Brasil y su proyección en América Latina? ¿Qué significa este V Congreso?

François Houtart (FH): Pienso que el MST es el principal movimiento social en Brasil. Se caracteriza por su gran coherencia entre discurso y práctica, entre pensamiento y acción, por su gran coherencia política. Ha nacido hace 20 años y ha mantenido sostenidamente su coherencia política en el sentido amplio de la palabra; ha mantenido una clara fidelidad a los más pobres de Brasil. Su coherencia ha consistido en acompañar a este grupo que tiene reivindicaciones radicales, como el derecho al trabajo, al alimento y a una vida digna.

Adital: ¿Qué implica hacer estas exigencias en la presente coyuntura brasilera y qué valores han guiado al MST?

FH: La cantidad de tierras cultivables en Brasil es enorme. Es un drama, un absurdo un crimen que haya más de cuatro millones de trabajadores sin tierra en Brasil, sin tener respuesta del Estado.

Juntamente con su fidelidad y claridad en sus sueños de largo plazo, el MST sabe definir objetivamente sus estrategias en cada etapa concreta, apuntando con realismo metas que pueden alcanzar.

Ellos acompañaron las expectativas de gran parte del pueblo brasilero acerca del primer gobierno de Lula. Tenían sus criticas, y al mismo tiempo sabían en ambas elecciones que la alternativa a Lula eran posiciones de mayor sometimiento a los intereses de los grupos hegemónicos, a la política imperialista. Y durante todo este período han mantenido la lucha.

Dentro de esa coherencia, en este momento, el MST está reclamando Reforma Agraria. Y ha venido transformando y enriqueciendo este concepto. Reforma Agraria es mas que la distribución de tierras y que posibilitar un proceso de desarrollo agroindustrial. Ahora en esta etapa Reforma Agraria significa exigir la transformación de la sociedad en su conjunto. Reforma Agraria entendida como un proceso de construcción de la soberanía popular, exige cambiar el modelo agroexportador y de agro-negocios.

Estamos en un momento en que por la propuesta de masiva producción de etanol, las tierras de Brasil están siendo alienadas por compañías transnacionales de agronegocio, por grandes capitales de Bill Gate y G. Soros.

El papel del MST es vital para el país en esta coyuntura, porque está cuestionando, criticando los efectos del modelo agroexportador, educando políticamente. El MST crea amplios espacios de discusión política sobre este tema. Mostrando la injusticia del modelo y su inviabilidad política y ecológica a largo plazo.

En otros países de América Latina hay problemas semejantes. El MST está contribuyendo a la discusión continental de este modelo. Es el miembro más activo de la Vía Campesina, está mirando al África, Europa, América Latina porque el problema de la agricultura campesina es mundial. La Agricultura campesina, es hoy la nueva frontera de la Economía capitalista mundial. Como el pequeño agricultor no contribuye a la gran acumulación capitalista, quieren transformar en una agricultura productivista. Como hemos visto aquí en la mística del primer día, hay en Brasil un matrimonio entre el Agronegocio y el latifundio. Ellos endurecen las condiciones de trabajo del jornalero agrícola y concentran tierras, impidiendo el acceso de los campesinos a ellas.
El MST, con una activa presencia en la Vía Campesina, combate esta lógica. E impulsa en Brasil otro tipo de producción: la producción de alimentos para el consumo de los trabajadores.

Adital: ¿Cuáles, cree Ud., son las principales contradicciones económicas y sociales en América Latina?

FH: La fundamental es la dependencia del capital internacional. Eso significa que las decisiones económicas que se toman están orientadas por el gran capital internacional. Por ejemplo, se decide extender el cultivo de la palma africana y de la soya, aunque dañe el medio ambiente. Porque es lo que demanda el Norte desarrollado. El continente latinoamericano no orienta autónomamente las decisiones económicas en función de sus propias necesidades.

En segundo lugar, la estructura social de América Latina continua siendo la más desigual del mundo. Eso significa que el 10% de la población absorbe más del 60% de la riqueza. Y más del 40% de la población está por debajo de la línea de la pobreza con un ingreso inferior a dos dólares al día.

Otra contradicción es que no hubo, en América Latina, efectivas reformas agrarias, salvo en México y Nicaragua, donde fueron revertidas por las fuerzas del capital. Esto no ha permitido que la población del campo pueda acceder a un nivel de vida superior al mínimo, activar y ampliar el consumo nacional.

También sigue siendo una contradicción importante el problema cultural. Alto nivel de analfabetismo en varios países. Y una educación inadecuada a las necesidades de los pueblos. Esto se ha agudizado con la privatización de la educación. Con la exclusión de grandes mayorías del sistema educativo y la orientación del mismo para formar consumidores y no ciudadanos conscientes.

Otra contradicción el la revitalización de pueblos autóctonos en Bolivia, Ecuador, Chiapas (México). Estos pueblos están surgiendo como sujetos organizados que demandan sus derechos ancestrales. Además de reafirmar su identidad cultural con el derecho a la tierra, al trabajo y a todo lo necesario para mantener una relación armoniosa con la naturaleza: ellos están demandando un nuevo ordenamiento social y económico, y tiene fuerza para oponerse un injusta distribución de los recursos del presupuesto y a una distribución de los recursos naturales que los depreda, argumentando que son la base de su propia cultura.