“Deja de hablar de ‘Hijo’, di con el corazón ‘Uno’”. Este verso del poeta, teólogo y místico sufí Rumi, presente en unos de los poemas del Diván, tiene la virtud de iluminar, al menos, dos experiencias irreducibles. La primera, ciertamente, es islámica: Allah es Uno y, por tanto, Jesús no puede ser el Hijo. Pero solo hay que darle la vuelta para obtener también la verdad irreducible del cristianismo: Jesucristo es el Hijo de Dios encarnado. El verso está expresando, pues, en lenguaje poético, esa conocida e insuperable diferencia en el plano dogmático. … Ver noticia …
