Enviado a la página web de Redes Cristianas
No tienen nada que hacer. No saben qué hacer. Y ya nada tienen que perder. Les han robado la ilusión, la autoestima y la esperanza; les han quitado el derecho a ganarse la vida. Por ello han decidido juntarse y caminar. Caminar para hacerse visibles. Caminar para recordarles a los triunfalistas interesados que su recuperación ni ha llegado ni se la espera. Caminar dignamente, con la cabeza alta, para perder la vergüenza de un pecado que no han cometido.
Desde varios puntos de España, nueve ?Marchas por la Dignidad?? caminan como peregrinos por las carreteras de este país esquizofrénico, desavenido y corrupto, para recordarle al patrón gallego que los desahuciados laborales y sociales también forman parte de la marca España. Sí, han acordado caminar hasta el centro neurálgico de la toma de decisiones neoliberales e ideológicas responsables de la indiferencia en que están sumidos. Han decidido caminar hasta que de sus pies reventados brote la sangre caliente y envenenada por la rabia y la desesperación.
Valladolid