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UNA MUJER TIENE QUE TRABAJAR 84 DÍAS MÁS AL AÑO PARA GANAR LO MISMO QUE UN HOMBRE
Desde el año 2011 se conmemora en España el 22 de febrero, el “Día de la Igualdad Salarial”, que toma como referencia una Resolución del Parlamento Europeo sobre la aplicación del principio de la igualdad de retribución entre hombres y mujeres (INI)).
El objetivo de esta celebración, es poner de manifiesto que mujeres y hombres no ganan lo mismo por la realización del mismo trabajo o de trabajos de igual valor, o dicho de otra forma, que las mujeres tienen que trabajar mucho más tiempo para ganar lo mismo que los hombres.
Las diferencias salariales entre mujeres y hombres, comúnmente conocida como brecha salarial de género, mide la diferencia entre los ingresos brutos medios (salarios más complementos) por hora de los hombres y las mujeres ocupadas, como porcentaje respecto a los ingresos brutos medios por hora de los hombres.
Las políticas económicas, laborales y sociales emprendidas por el Gobierno basadas en la austeridad y en los recortes está suponiendo una devaluación de los salarios del conjunto de las personas trabajadoras, lo que se traduce en una pérdida de su poder adquisitivo y en su empobrecimiento, afectan-do mayoritariamente a las mujeres al tener salarios más bajos.
Además de ello, el Gobierno no ha puesto en marcha ninguna política ni medida dirigida a corregir las desigualdades retributivas y alcanzar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el mercado laboral.
La brecha salarial en España, una de las más elevadas de la UE
Unido a esto, la mayor parte de las estadísticas económicas no desagregan los datos por género, lo que impide profundizar en la situación real de las mujeres respecto al empleo y a las condiciones económicas. Esta falta de datos no permite visualizar las desigualdades, y ello conlleva a que se ignore la realidad de las mujeres y no se adopten medidas correctoras. Lo que se desconoce no existe.
Seguimos en manos del PATRIARCADO, esto es, un “orden” de poder, un modo de
dominación cuyo modelo es el hombre. Y está basado en la supremacía de los
hombres y lo masculino, sobre la inferiorización de las mujeres y lo femenino.
Es así mismo, un “orden” de dominio de unos hombres sobre otros hombres y de privación entre las mujeres.
Cuando se pregunta qué es lo sinónimo al machismo se suele responder “feminismo”,
cuando en realidad lo correcto es hembrismo, ya que el feminismo es un discurso político que se basa en la justicia. Es una teoría y práctica política articulada por mujeres que tras analizar la realidad en la que viven toman conciencia de las discriminaciones que sufren por la única razón de ser mujeres y deciden organizarse para acabar con ellas, para transformar la sociedad patriarcal.
La discriminación en los sueldos conduce a la discriminación en las pensiones. La media que perciben las personas beneficiarias de prestaciones contributivas varía entre los 30,61 euros diarios que reciben los hombres a los 25,96 de las mujeres, un 15% menos.
Respecto a la jubilación: si la diferencia salarial se perpetuara en el tiempo, supondría que las mujeres tendrían que trabajar de media 47 años y 2 meses para cobrar la misma pensión de jubilación que un hombre que trabaje los 38,5 años, para poder acceder al 100% de la pensión. Además el 71,81% de las mujeres con una pensión de jubilación percibe unos ingresos igual o por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI), mientras que en el caso de los hombres sólo un 24,48% se encuentra en la misma situación.
Respecto al desempleo: de los casi 3 millones de mujeres en paro, más del 60% no
perciben ningún tipo de ingreso. En cuanto a la cuantía y la duración de la prestación contributiva, las mujeres perciben 4,65 euros diarios menos que los hombres.
Así, la diferencia de salarios del 22,99% conlleva una diferencia del 15,20% en el
desempleo contributivo y se dispara a un 38,12% en la jubilación, acumulando una
diferencia económica a lo largo de la vida laboral del 25,45%.
Eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo uno de los retos en esta democracia. Esta situación impide la autonomía e independencia de las mujeres,
aumentando su vulnerabilidad frente a la pobreza.
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EN POCAS PALABRAS ¿EN MANOS DE QUIÉNES ESTAMOS?
15-M RONDA http://www.facebook.com/15MRonda MARZO 2014 Nº 12