EN DEFENSA DE JON SOBRINO

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Cristianisme i Justicia

La notificación de la Congregación Vaticana de la Doctrina de la Fe del pasado 14 de marzo contra algunos aspectos de la teología del jesuita Jon Sobrino ha provocado la reflexión de teólogos de todo el mundo. Se reflexiona sobre el sentido actual del mensaje de Jesús y las estructuras de la Iglesia.

Teólogos latinoamericanos y de la comunidad lingüística alemana, como los indiscutibles P. Hünermann y J. B. Metz, defienden a Sobrino como teólogo y creyente comprometido y, a la vez, ponen en tela de juicio el funcionamiento de esta congregación romana y el contenido de su polémica notificación.

La última toma de postura en el mismo sentido es la de Cristianisme i Justícia, centro de estudios de la Compañía de Jesús en Catalunya, que ya emitió un comunicado el mismo día en que el Vaticano divulgaba la notificación contra el teólogo vascosalvadoreño. Aquel comunicado defendía el quehacer teológico y pastoral de Sobrino que es «un impresionante testimonio de la fe para gente sencilla». Ahora Cristianisme i Justícia, tras una reflexión de tres meses y ejerciendo el derecho a la opinión pública en la Iglesia, ha dado a conocer su postura en un documento que, con la firma de una treintena de teólogos y profesores universitarios, se publica en Quaderns CJ en catalán, castellano e inglés.

ENCUENTRO CON LOS POBRES Y DIOS
Cristianisme i Justícia defiende a Sobrino y sus ideas: «El encuentro con el pobre es lugar decisivo de encuentro con Dios (…) Los pobres y oprimidos de la tierra constituyen hoy los rostros de Cristo crucificado (…) Una teología al margen de la cruz no sería cristiana, aunque la cruz no agote toda la temática de la cristología (…) La Iglesia es la comunidad de creyentes que va pasando por la historia humana (…) No se puede acusar a Sobrino de disminuir o no afirmar con suficiente claridad la divinidad de Jesucristo (…) Hacer teología tomando a los pobres como lugar cristológico facilita comprender que la cristología es revelación del amor y de la solidaridad incondicional de Dios con este mundo injusto y pecador (…) Las afirmaciones de Sobrino sobre la divinidad de Jesús no son infieles a los datos del Nuevo Testamento y, además, no son originales sino que provienen de lo que hoy afirma la mayoría de los exégetas».

La argumentación de Cristianisme i Justícia se basa en la autoridad de textos, entre otros, del Nuevo Testamento, los santos Gregorio Nazianceno, Agustín e Ignacio de Loyola, los cardenales Urs von Balthasar y H. De Lubac, la asamblea episcopal de Puebla… Y se afirma: «Todo lo que dice Sobrino sobre el Nuevo Testamento no es original sino que está tomado de diversos exégetas y teólogos actuales (…) Tales autores no han sufrido ninguna condena y, por tanto, sería necesario mostrar que Sobrino los deforma o los cita mal; cosa que la notificación no hace».

PALABRAS DE SOBRINO Y RATZINGER
En una segunda línea de argumentación, Cristianisme i Justícia critica la notificación: «El rigor científico exige no considerar sólo unos textos aislados sino todos los del autor examinado (…) La congregación ha condenado a Sobrino desde una opinión teológica minoritaria y con unos criterios exegéticos que no se atienen a lo recomendado por el magisterio (…) No se da una notable discrepancia con la fe de la Iglesia sino, a lo más, con una determinada teología particular que no agota la expresión de la fe (…) Sólo así se comprende que Sobrino sea condenado por opiniones expresadas hoy en día por infinidad de teólogos que no son llamados al orden (…) Una declaración con pretensiones teológicas no puede prescindir de su sentido pastoral, que es la razón del pensamiento teológico. Esta notificación sorprende por su frialdad, escaso rigor al interpretar el pensamiento de Sobrino y falta de sensibilidad para captar las inquietudes religiosas de creyentes y no creyentes que viven inmersos en la cultura dominante».

Hasta aquí, Cristianisme i Justícia. Pueden citarse, además, otras afirmaciones: «La promoción integral tiene en cuenta el aspecto social y material de la vida, así como el anuncio de fe que da al hombre el sentido pleno de su ser. A menudo, la verdadera pobreza del hombre es la falta de esperanza, la ausencia de un Padre que dé sentido a la propia existencia (…) La Iglesia de la esperanza siente la necesidad de luchar en favor de la dignidad de todo hombre, de una verdadera justicia y contra la miseria de nuestros semejantes». Estas palabras que puede suscribir Jon Sobrino fueron pronunciadas el pasado 14 de junio por Joseph Ratzinger en Roma.

Plegaria de los jesuitas de la liberación

Jon Sobrino, que reside en El Salvador desde hace cincuenta años, ha pasado, como cada año, de una manera fugaz y entrañable por Barcelona. En esta ocasión, el jesuita vascosalvadoreño, que nació en la capital de Catalunya por azares bélicos, recalca que le interesa hablar del mensaje de Jesús y de cómo vivir y rezar según su espíritu mientras que no está interesado en entrar en polémica con el Vaticano y sus notificaciones como la que él ha sufrido.

De hecho, los jesuitas José Ignacio González Faus, Francesc Rovira y Jon Sobrino – de la línea de la teología de la liberación- participaron con otros compañeros de la Compañía de Jesús y con numerosos creyentes que abarrotaron la iglesia de los jesuitas de la calle de Casp en un encuentro de oración con el lema «Bajar de la cruz a los pobres de este mundo».

Sobrino dirigió esta plegaria. Comenzó con una cita del obispo Pere Casaldàliga, residente en Brasil: «Todo es relativo menos Dios y el hambre». Dijo a los reunidos: «Os animo a estar decididamente a favor de una opción por los millones de personas de todo el mundo que ni tan sólo tienen nombre. Ante ellos nos jugamos nuestra humanidad. En el mundo de los pobres encontraremos elementos que nos pondrán, al menos, en el camino de un mundo más humano, como sus ganas de vivir. Si estamos dispuestos a dar y recibir de los pobres, lo que recibamos será, quizás, poco, pero será valioso como un diamante».

BOFF SALV? LA VIDA A SOBRINO
Pocos días antes de la estancia barcelonesa de Jon Sobrino, otro destacadísimo teólogo de la liberación, Leonardo Boff, pasó por Barcelona, invitado por la Fundació Alfons Comín. La amplia basílica de Santa Maria del Pi quedó pequeña de tanta gente que acudió a escuchar al teólogo brasileño como ya informó La Vanguardia.

Precisamente Leonardo Boff es el causante indirecto de que Jon Sobrino se librara de la muerte en la acción criminal del comando ultraderechista que asesinó a bocajarro a seis jesuitas y a dos trabajadoras de la UCA (Universidad Centroamericana).

El propio Leonardo Boff lo ha explicado con estas palabras: «Jon Sobrino es un superviviente del martirio cuando en noviembre de 1989 en El Salvador toda su comunidad de seis jesuitas, junto con la empleada y su hija, fue asesinada por elementos de las fuerzas armadas. Sobrino había ido a Tailandia a sustituirme en un curso que yo no podía atender, y así escapó de ser también asesinado».

Leído en la Vanguardia, 8/7/07