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1)Se trata de elegir a quien será el principal responsable de la Iglesia cristiana más numerosa del mundo, la Iglesia Católica Apostólica Romana, que cuenta en el mundo con mil doscientos millones de fieles bautizados. Será elegido solamente por 117 cardenales, vale decir por sólo uno de cada 10 millones de católicos, en circunstancias que todos ellos son hijos o hijas de Dios, miembros básicamente iguales del mismo pueblo de Dios, la Iglesia, de acuerdo al Concilio Vaticano II, (Lumen Gentium) y a toda la tradición de la Iglesia desde sus comienzos.
Esta radical igualdad de los católicos está también refrendada por las propias normas canónicas para elegir al Papa puesto que establecen que se puede elegir también a alguno que no sea cardenal sino simplemente obispo, presbítero, diácono o incluso laico, con tal que sea ordenado obispo, previamente a su aceptación, lo que se exige pues adquirirá la responsabilidad de ser el obispo de Roma.
2) La primera elección de un Apóstol, relatada en Hechos de los Apóstoles, cap. 1, 15-26, nos señala que el cuerpo elector del Apóstol Matías fue mucho más amplio. En efecto, fueron unos 120, pero ellos eran la totalidad de los hermanos que estaban en Jerusalén, incluidas algunas mujeres, María la madre de Jesús y los hermanos de éste. Ahora bien la totalidad de los cristianos que había a la época y que cumplían con el requisito de haber visto a Jesús resucitado eran unos 500, en el mundo, al decir de San Pablo en I Cor. 15,6.- Luego la elección de Matías se decidió por toda la comunidad de Jerusalén, sin excluir a ningún hermano, de ella, lo que equivalía a un 25% de todos los cristianos que había en el mundo.
3) La elección se hizo entre 2 candidatos que ?presentaron??. El plural deja claro que no fue Pedro el único proponente. Y no designándose a ninguno como proponente cabe concluir que fueron proponentes en conjunto los 120 hermanos de Jerusalén. Ello se corrobora además porque fueron 2 los candidatos : José llamado Barsabás, apodado Justo, y Matías). Y además porque no habiendo unanimidad para la elección, seguramente por haber sido muy pareja la aprobación de ambos por la comunidad, deciden echar a la suerte la designación, previa oración e invocación al Señor. De todo ello deducimos que conforme a la Escrituras hubo candidatos para la elección por la comunidad cristiana del primer apóstol no nombrado por Jesús de Nazareth. Y que ello fue propuesto y ratificado por toda la comunidad, incluidos, Pedro y los Once Apóstoles y los 120 hermanos y las mujeres que seguían a Jesús y María, la madre de Jesús y los hermanos de éste.
4) Por otra parte el Apóstol Pablo afirma que el aspirar al episcopado es una cosa buena e importante (I Timoteo 3, 1). A la objeción de que ello podría ser muestra de codicia o presunción, Santo Tomás contraargumenta diciendo en la Suma Teológica (2-2 q.185, a.1) que quien en los primeros tiempos encabezaba la comunidad cristiana era el primero en ser llevado al tormento. Ello de hecho ocurrió con varios obispos de Roma y Padres de la Iglesia de los primeros siglos, llevados a la muerte o al exilio. Ello igualmente ha sido corroborado por obispos mártires del siglo XX (p. ej. Monseñores Romero, Angelelli y Gerardi en América Latina). Que no se afirme en consecuencia que para suceder al renunciado Papa Benedicto XVI, como obispo de Roma, no pueden o no deben presentarse candidatos para ser conocidos y eventualmente designados por la Iglesia, pueblo de Dios.
5) Ahora bien, dada la inmensa dimensión de la Iglesia católica en el mundo -mil doscientos millones de fieles- que configuran un 16% de la población mundial de 7 mil millones de personas,- y dado sobre todo el hecho que su gobierno ha sido extraordinariamente concentrado en la persona del Papa y la Curia Romana, desde hace siglos, se hace muy difícil para la comunidad católica mundial, discernir u opinar en unos 15 a 20 días, quien sería el mejor Papa para la Iglesia del año 2013 en adelante.
De acuerdo al Concilio Vaticano II, máxima norma pastoral vigente en nuestra Iglesia hoy día, cuya autoridad ha sido constantemente reiterada por los Papas Juan Pablo I y II y Benedicto XVI a 50 años de su realización, los laicos tienen el derecho y más aún el deber de exponer su parecer acerca de los asuntos concernientes al bien de la Iglesia. (Lumen Gentium, Cap. IV, Nº 37). Y sin duda es especialmente importante para la Iglesia la elección del sucesor del Papa Benedicto XVI, por la máxima relevancia del ministerio petrino en la Iglesia, por lo repentino de la renuncia de Benedicto XVI y por la gravedad de la crisis que está viviendo la Iglesia en materia de abusos sexuales del clero y de escándalos económicos en el manejo financiero del Vaticano lo que ha ocasionado una caída de su prestigio y graves divisiones internas reconocidas por el mismo Papa dimitente, después de su renuncia, renuncia al Papado que no se producía desde hacía 600 años.
6) Este derecho y deber de opinión está reconocido precisamente también por el Código de Derecho Canónico, vigente desde 1983, en el Libro II del pueblo de Dios, en su título I -De las obligaciones y derechos de todos los fieles-, por el Canon 212, párrafo 3, ?Los fieles tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestarla a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres??.
7) Ahora bien es urgente e indispensable una información exhaustiva y plena, del más alto nivel, a todos los católicos del mundo sobre la crisis actual de la Iglesia, antes de la elección del nuevo Papa, para enfrentar la misión de la Iglesia en un momento del mundo, que también sufre una grave y profunda crisis A través de los MCS los fieles, en el seno de la Iglesia, tienen una cierta opinión pública sobre la crisis en la Iglesia, que hay que reconocer y ayudar a su trasparente expresión. ?Se extrañarán de esto solamente quienes no conocen a la Iglesia o quienes la conocen mal. Porque la Iglesia después de todo, es un cuerpo vivo y le faltaría algo a su vida si la opinión pública le faltase; falta cuya censura recaería sobre los pastores y sobre los fieles?? (Pío XII, Discurso sobre la prensa católica y la opinión pública, 17.2.1950- Nº 22).
8) En este momento hay una desorientación evidente. Quo vadis? ¿Adónde vas Iglesia católica? Sugerimos respuestas institucionalizadas a través del propio Colegio de Cardenales y el Motu propio Universi Dominici Gregis, sobre la Vacante de la Sede Apostólica y la elección del Romano Pontífice.
El Motu propio Universi Dominici Gregis, en su número 37 obliga a los Cardenales electores presentes en Roma que esperen durante 15 días completos desde la Vacancia de la Sede Apostólica a los ausentes, plazo que el Colegio de los Cardenales puede retrasar como máximo hasta 20 días, si hubiera motivos graves. Ahora bien en este interregno de transición de 15 a 20 dìas, el Nº 12, letra d) prevé que las Congregaciones generales de Cardenales ?confíen a dos eclesiásticos de clara doctrina, sabiduría y autoridad moral, el encargo de predicar a los mismos Cardenales dos ponderadas meditaciones sobre los problemas de la Iglesia en aquel momento y la elección iluminada del nuevo Pontífice??.
El año 2005, Joseph Ratzinger como Decano del Colegio de Cardenales hizo una exposición muy completa sobre los problemas de la Iglesia en aquel momento lo que vigorizó fuertemente su candidatura extraoficial a Papa. ¿Por qué no darle esa posibilidad a todos los ?papábiles?? hoy en día? Se sabe que con toda certeza la TV del Vaticano trasmitirá las multitudinarias ceremonias de despedida del Papa Benedicto XVI el 27 de febrero como asimismo la asunción del nuevo Papa al final del Cónclave. El pueblo en esas ceremonias masivas tiene el rol pasivo de asistir y aplaudir, pero no opina ni decide nada.
La TV Vaticana trasmite un espectáculo emotivo, pero no evangeliza. Muy distinto sería, si un grupo de papábiles, de los 5 continentes, a semejanza de los descentralizados sistemas patriarcales, supongamos 4 europeos, 4 de América del Norte, 4 de América del Sur, 4 de Asia, 4 de Africa y 2 de Oceanía (en total unos 22 de los 119 (20%) tuvieran derecho cada uno a 60 minutos de TV, para presentar su persona (10 minutos) y su Iglesia particular (10 minutos) y su programa para la Iglesia universal sobre cómo enfrentar los problemas del mundo (40 minutos). Como papábiles podrían admitirse también Obispos respaldados por alguna Conferencia Episcopal o por miles de firmas de bautizados mayores de 18 años. P.ej. podría proponerse para Papa a obispos tan comprometidos con el pueblo como el brasileño Luis Flavio Cappio, OFM, de Barra, Estado de Bahía que hizo 2 ayunos totales contra proyectos de una gran multinacional del Nordeste de Brasil. O el mexicano don Raúl Vera, O.P. emérito de San Cristóbal de las Casas y hoy de Saltillo, gran defensor de los indígenas y minorías excluidas. O monseñor Luis Infanti, OSM, Vicario Apostólico de Aisén, Chile, gran defensor del medio ambiente y los recursos hídricos de su región. Todo ello podría provocar un impacto muy fuerte de información y toma de conciencia no sólo en las comunidades católicas sino en toda la comunidad mundial. Y se aprovecharía al máximo el interregno de 15 a 20 días de la Sede Apostólica Vacante.
9) Parece contrario al Espíritu de Jesús el no avanzar hacia una misión ?universal??, ?católica?? usando todos los MCS modernos, especialmente la TV, para ponerlos al servicio de la Iglesia y para poner a ésta al servicio de la humanidad entera, especialmente de los más pobres.
Examínenlo todo y quédense con lo bueno, eviten toda forma de mal (San Pablo, Epístola a los Tesalonicenses, cap.5, vs 21).
Movimiento Teologìa Para La Liberación ? Chile
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Movimiento Tambièn Somos Iglesia ?Chile
Correo: tambiensomosiglesiachilechile@yahoo.com