La comunidad católica del país ha quedado entrampada ante dos versiones para unos mismos hechos. Me refiero a la destinación de Juan Barros Madrid como obispo de Osorno y al sambenito que carga de haber sido testigo de los actos de abuso sexual por parte de su guía y mentor el tristemente famoso cura Karadima.
Hay quienes acusan a Barros de estar comprometido al menos como testigo de esas aberraciones. Es, principalmente, la palabra de los tres ex seguidores de Karadima, que a sus 20, 25 y más años, se dejaban manosear por el gurú religioso que les había robado la voluntad, además de la decencia.··· Ver noticia ···
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