El Salvador. Pueblo salvadoreño, levántate y anda -- Rev. Héctor Fernández

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Adital

Objetivo: Consolidar las acciones que producto de la fe, realizamos en defensa y promoción de la vida, para todos/as, la gran familia de Dios en El Salvador
– Leer Juan 11. 1- 45
Para orientar la reflexión
Las lecturas de este domingo nos hablan de la acción del Espíritu de Dios dando vida. El pueblo de Israel sumido en crisis nacional, con el templo destruido y en el exilio se siente como huesos secos, así los ve el profeta, sin vida sin esperanza, pero?? el Espíritu les infunde vida, les renueva las esperanzas. Dios que ha creado al ser humano tiene poder de devolverle el deseo de vivir.

Pablo por su parte elabora una reflexión sobre el tener el Espíritu, por medio de la fe aprendemos, recibimos, vivimos según el Espíritu y eso nos hace ser personas con deseos de cuidar, promover y disfrutar la vida, nos volvemos hijo, hijas de Dios.

Al igual que Jesús podemos llamar a Dios «papá» y desarrollamos una vida de confrontación con lo que va contra el Espíritu, en esa lucha no estamos solos/as, el Espíritu que animo, dio valentía a Jesús, esta con nosotros/as

En esa lectura se nos recuerda que con fe en Dios, conocedores/as y practicantes del amor de Dios, intentamos vivir la vida y en esos intentos experimentamos confrontaciones de las acciones que van contra Dios, en esas luchas, que no son nada fáciles, sentimos como nuestra, la pasión de Cristo, seguros/as de que también somos partícipes en su gloria

De esa manera llegamos al conocimiento de que Jesús, el Hijo de Dios se vuelve participe activo en nuestras vidas, hace suya nuestras desesperanzas, preocupaciones, llantos y luchas

Las lecturas de esta semana nos tratan de recordar que nuestro Dios es el Dueño y Señor de la vida

Algunos aspectos a resaltar en el texto del evangelio:
Marta, una mujer, hace una confesión que en no pocas ocasiones es opacada en las comunidades de fe: «Tu eres el Cristo el Hijo de Dios», nuevamente se desarrolla el dialogo sobre temas profundos entre una mujer, en este caso Marta y Jesús; a Jesús que promueve y defiende la vida, los poderes de su tiempo quieren matarle y no solo a él sino también al que había resucitado, a Lázaro; las amistades de Jesús, resaltan dos mujeres, Marta y María y un hombre Lázaro

Muchas culturas que nos precedieron y nosotros hasta hoy mantenemos muchas preguntas relacionadas a la muerte.

En nuestra realidad probablemente alguien pueda preguntarse: ¿Cuándo moriré? ¿Cómo moriré? ¿Qué pasara con lo que tengo cuando me muera? ¿Qué será de mi familia?

Para algunas personas probablemente las preguntas claves de su vida son ¿podré comer algo este día? ¿Será que podré dormir en el portón de la iglesia? ¿Qué comerán hoy mis hijos/as? ¿Tendré trabajo mañana? ¿Cómo voy a hacer para sobrevivir esta semana? ¿Cómo puedo hacer para pagar mis deudas? ¿Cómo obtengo los medicamentos que necesito?

Hay tantas situaciones anti vida en nuestra sociedad, que nos hablan de muerte, los salvadoreños/as intentamos no pensar ni hablar mucho acerca de la muerte, a pesar de que nos la encontramos diariamente y en muchos lugares de nuestra patria, los medios de comunicación nos hablan y trasmiten imágenes de muerte constantemente, seguramente cada comunidad de fe tiene esta semana un echo de muerte o un hecho doloroso que lamentar.

Muchas familias en nuestra patria lloran por sus seres queridos victimas de enfermedades graves para las que no alcanzan a cubrir pago por servicios médicos, compra de medicamentos y hospitalización, lloran por seres queridos que son victimas de conductores imprudentes y de una buena y correcta señalización en las calles y carreteras, lloran a amigos/as familiares victimas de la violencia, anárquica, generalizada, incontrolable que se manifiesta en la mayoría de lugares de nuestro país, lloran al ser querido que se ha visto obligado a migrar a los Estados Unidos y en su búsqueda por la vida fue a encontrar la muerte, muchas personas lloran porque sus hijos/as, esposo/as fueron despedidos/as injustamente, en un sistema que muy poco protege al trabajador/a y demasiado protege al empleador, otras personas lloran porque su hijo/a, nieto/a se ha comprometido con algún grupo de pandillas. Lloramos por que somos victimas de la injusticia, de la intolerancia, de la exclusión.

Nuestro pueblo en cierto sentido es imagen de Marta y María, que lloran, sienten en lo mas profundo la muerte de su ser querido, también nos parecemos a estas mujeres en el sentido de que a pesar de nuestras dudas y desesperanzas, mantenemos la fe en Cristo, el Hijo de Dios

Nuestro pueblo también es imagen de Lázaro, victima de muchísimas enfermedades provocadas por las situaciones económicas, sociales, religiosas

Nos parecemos a las dos amigas y al amigo de Jesús, porque somos también sus amigos, sus amigas y él nos cuenta también entre sus amistades. Seguramente quiere que tengamos vida. Jesús también se conmueve profundamente ante la muerte de su amigo

Por eso nos es posible escuchar este domingo la voz de Jesús diciéndonos: Pueblo de El Salvador, levántate y anda

Hoy en esta quinta semana de Cuaresma 2008 quisiera invitarles a reflexionar personal y o comunitariamente sobre dos aspectos

1.- Nosotros/as estamos convocados por Dios a levantarnos de nuestra postración, superar la muerte luchando por la vida, no solo en proyectos sino también en la vida cotidiana, la familia, la pareja.

En ocasiones, en algunas iglesias, es donde menos encontramos acciones reales, de promoción de la vida, en los rumbos familiares y personales que fortalecidos, facilitarían y consolidarían los proyectos o luchas sociales.

En nuestro contexto son escasas las voces realmente pastorales que sin motivaciones de proyectos financiados por la cooperación, nos hablen, consuelen, orienten y que al mismo tiempo desarrollen vidas coherentes con lo que hablan

Hay que reconocer que como dice la hermosa canción: todo cambia y que algo esta cambiando y surgiendo en la Iglesia de Cristo en El Salvador, probablemente más coherente con el Evangelio, reales dignificadores de la vida, ya no en los sectores eclesiales tradicionales. Nuevas voces surgen, nuevas imágenes, nuevas experiencias, de sectores eclesiales digamos «nuevos», surgen nuevos espacios, quiera Dios que estas nuevas voces, se mantengan fieles al Evangelio de Jesús. ¿Logramos percibir esta situación?

2.- En esta quinta semana de Cuaresma 08, la sangre derramada de hijos de la Iglesia nos llama a revisar nuestro compromiso con Cristo a la luz de vidas como la del Padre Rutilio Grande. En este mes los salvadoreños/as recordamos, conmemoramos y celebramos a nuestro pastor, profeta y mártir Mons. Romero, actuando con mucho corazón, con mucha fe.

Ambos trasmitían el mensaje de vida en palabras y acciones, son asumidos hoy por nosotros/as, la iglesia Cristiana Popular Salvadoreña como signos importantes de la lucha por la vida. Ambas vidas son aliento para continuar la lucha por la vida de los salvadoreños/as.

La sangre derramada de los mártires, la sangre del Mártir del Calvario, la voz del Cordero inmolado que llevo hasta las ultimas consecuencias la lucha por la promoción y defensa de la vida nos dice con voz de amor: Salvadoreño/a levántate y anda, yo te doy mi Espíritu, continua construyendo un El Salvador mas cristiano, mas humano, mas coherente al evangelio de justicia, vida y libertad yo, estaré contigo hasta el final de los tiempos

Preguntas para reflexionar

¿Qué situaciones puedo (podemos) identificar en la comunidad de fe, que sean verdaderos esfuerzos en la lucha por la vida?

¿Qué problemas enfrentamos en esos esfuerzos y como podemos superarlos sin excluir las voces «diferentes»?

¿En una sociedad tan intolerante que signos te tolerancia podemos construir desde la comunidad de fe que sean fruto del esfuerzo comunitario y no relacionados a proyectos financiados desde fuera?

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En la memoria histórica de la Iglesia Cristiana Popular Salvadoreña:
Rutilio Grande, sacerdote jesuita y párroco, y Manuel Solórzano y Nelson Lemus, campesinos, mártires en El Salvador. Rutilio nació en El Paisnal, era un hombre del pueblo, preocupado siempre por los temas pastorales. Enseñó Pastoral en el Seminario salvadoreño y la estudió después de Medellín, con la ilusión de trabajar en la pastoral con su gente: los hombres del campo.
Su martirio unió la sangre de Rutilio con la de un niño y un anciano, hombres del pueblo. Los campesinos pidieron que se enterraran a los tres en las tierras de la parroquia, que ellos han construido con su vida y su muerte. La muerte del padre Grande fue el principio de un período de muchos mártires salvadoreños que concluyó con la muerte de los jesuitas de la UCA. El asesinato de Rutilio fue el acontecimiento que precipitó la llamada «conversión» del arzobispo ?scar Romero.

* Instituto Ecuménico Diaconal Esteban. Colaborador de la Iglesia Cristiana Luterana de Honduras