La Iglesia Católica salvadoreña consideró hoy «un paso importante» que el Gobierno haya iniciado la investigación sobre un «grupo de exterminio», supuestamente conformado por policías y financiado por comerciantes.
El obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, dijo en una rueda de prensa en la Catedral Metropolitana, que con esa investigación, en la ciudad oriental de San Miguel, «vemos como está demostrado que existe en el país una manera fácil de obtener dinero y que eso con frecuencia incluye el asesinato».
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Rodrigo Ávila, confirmó el pasado 2 de agosto que se investiga la existencia de un «grupo de sicarios» que opera en San Miguel, situada a 138 al este de San Salvador, así como a un grupo de comerciantes que lo financian.
Hace una semana fue detenido el sargento de la PNC Nelson Arriaza Delgado, quien trabajaba en la División de Investigaciones de la delegación de la institución en San Miguel, luego del asesinato unas horas antes de un hombre en Nueva Esparta, en La Unión, también en el este del país.
Además de Arriaza, por el mismo hecho fueron capturados el ex agente de la PNC Carlos Chávez Hidalgo y el civil Rember Rolando Martínez, quienes ya fueron llevados a los tribunales.
Ávila dijo que se trata de «una investigación completa y nosotros creemos que quienes han corrompido a estos policías son esos patrocinadores mal llamados empresarios o comerciantes, personas que han pululado en la policía».
Agregó que «muchas personas han hecho su dinero mal habido y ahora aparentan ser honrados, pero en realidad han sido delincuentes, que han vivido del contrabando de queso, de electrodomésticos, de ropa, de granos y que también han estado metidos con el narcotráfico, que han estado metidos con lavado de dinero, con bandas de asaltantes».
Rosa Chávez dijo que lo que ocurre en San Miguel «también pasa en otros lugares del país y yo por eso hacía una reflexión respecto a lo que pasa con el tema de los homicidios, se trató de hacer ver que era debido a los pandilleros y que más y más se va viendo que la mayor parte vienen del crimen organizado y narcotráfico».
Señaló que «esto es un dato nuevo en cuanto a que no se decía, no se admitía, ahora ya comienza a verse esto abiertamente, es un paso importante».
Sin embargo, señaló que, por otra parte, «no tenemos ahorita fuentes transparentes sobre lo que está pasando a nivel de homicidios, los datos se ocultan a veces, hay que andar luchando uno como periodista para obtener los datos de como estamos en las estadísticas».
El obispo afirmó que se pretenden «hacer ver que las cosas van mejorando, por cierto la semana pasada se hablaba de que había una disminución importante en el índice de homicidios y esta semana los periódicos dicen todo lo contrario, que tenemos un auge en estos últimos días ciertamente preocupante».
El diario «La Prensa Gráfica» informó el viernes de que en julio pasado se registraron 335 homicidios, 82 más que en el mes anterior.
Rosa Chávez remarcó que «es importante la transparencia, es importante la verdad, no importa que uno tenga que reconocer que el país anda mal, pero con maquillaje de cifras no cambiamos la realidad».
Afirmó que «durante mucho tiempo se quiso negar que habían policías corruptos, policías que estaban ligados al crimen organizado y a las pandillas y el tema ha ido saliendo casi por la fuerza de la realidad».
Apuntó que «a la realidad cuando uno la saca por la puerta se mete por la ventana y que bueno que finalmente se dejó ver esa parte. Naturalmente que esto ligado a toda la historia de la policía, a anteriores directores que permitieron cosas que ahora están dando sus frutos negativos».