Ramon Maria Nogués es la representación andante de que ciencia y fe pueden convivir. Este religioso escolapio catalán enseña genética desde hace 40 años en la Universidad Autònoma de Barcelona como catedrático de Biología. «Fe y ciencia son compatibles si uno no se queda encastillado en posturas hechas», afirmó ayer al diario Levante.
Así, Nogués no comparte la posición oficial de la jerarquía eclesial de rechazo al denominado bebé-medicamento. «No se puede decir que el embrión sea persona, al menos antes de la implantación uterina», aseguró. Y alega razones científicas, como la falta de individualización. Por tanto, considera que en estas etapas se puede actuar con los embriones «si hay motivos importantes». Y la vida de un hermano parece serlo.
Es cierto que es un proceso eugenésico, admite, y «hay que ir con precaución» porque «no todo vale», pero «puede haber actuaciones».
El religioso, que observa «un proceso de involución en las estructuras oficiales de la Iglesia», no se siente marginado. Claro que ejerce en una universidad pública. «Según dónde, las opiniones contrarias a la oficial son motivo de marginación», dice.