InfoLibre
El Congreso resultante del 20-D es un puzzle (como lo es España). El resultado de las elecciones generales ha destruido unos cuantos mitos. No es verdad que la corrupción no pase factura política ni tampoco que el discurso del miedo o la amenaza del caos sean herramientas suficientes para mantener en el poder a quien lo ejerce contra los intereses de la mayoría. Las expectativas del cambio se han cumplido. El éxito de Podemos y sus plataformas populares es incontestable. Y la fragmentación parlamentaria pronosticada también. Hasta un punto que tampoco se esperaba. Este 20-D de 2015 arrancó un 15 de mayo de 2011 pero no termina con el cierre de las urnas. Sus efectos se prolongarán durante semanas, meses y años, aunque los datos ya permiten algunas conclusiones. La principal, que la formación de Gobierno resulta poco menos que imposible. La segunda, que resucita un fantasma: el de la gran coalición o una versión dulcificada de la misma. Cabe no descartar tampoco nuevas elecciones generales en 2016, salvo que ocurra lo que (desgraciadamente) esta madrugada postelectoral suena a utopía: que los elegidos den la talla para representar el mandato que sale globalmente de las urnas y aborden una legislatura breve y cargada de reformas pactadas por consensos amplios. ··· Ver noticia ···
El puzzle del 20-D: opciones y fantasmas -- Jesús Maraña
Publicado en