El Papa ha suspendido definitivamente a Fernando Lugo porque las profesiones de obispo y gobernante de un país no son compatibles
El Vaticano ha confirmado hoy que el presidente electo de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, puede dejar los hábitos. El nuncio apostólico, Orlando Antonini, ha dicho que el papa Benedicto XVI lo «exhorta a ser fiel a la fe católica» y «le concede la pérdida del estado clerical con todas las obligaciones, sea como sacerdote, sea como obispo o sea como religioso del verbo divino».
Tras reunirse con Lugo en la capital, Asunción, Antonini ha leído un comunicado del Vaticano que asegura que ser presidente de un país «no es compatible con las obligaciones del ministerio episcopal del estado clerical». También ha dicho que a partir de hoy Lugo podrá dejar el celibato e inclusive casarse, porque la dispensa es definitiva o perpetua.
El 18 de diciembre de 2006 el ex obispo, que asumirá la presidencia el próximo 15 de agosto, solicitó al Papa la baja para presentarse a las elecciones presidenciales paraguayas como representante del partido de coalición de centroizquierda Alianza Patriótica para el Cambio. Un mes más tarde, el ex sacerdote de 57 años fue suspendido temporalmente por el Papa, mientras tomaba la decisión definitiva que ha anunciado hoy.
Según el comunicado, «monseñor Lugo» ha sido «suspendido en el ejercicio sacerdotal» tras varios intentos para disuadirlo de hacer lo contrario. Hasta que se hizo candidato, Lugo era obispo de San Pedro, la región más pobre de Paraguay. Si después de terminar su periodo presidencial quiere retomar los votos religiosos, su caso deberá ser estudiado por el Vaticano.