¿las nuevas subversiones en los capitalismos emergentes?
¿Es cierto que para el papa Cuba comunista continúa siendo una «estimulo para que la salud y la educación llegue a todos en América latina»? o su carta es solo un gesto que intenta conglaciarse indignamente con la mentalidad todavía hostil y anticlerical de estos gobiernos socialistas? , ¿cómo interpretar, en ese contexto, la reciente alocución papal al nuevo embajador cubano? Porque para el papa cuba es un estimulo?¿ Cambio la iglesia?¿ cambio Raul en relación con Fidel? ¿cuáles serían las razones que pareciera que ahora la revolución no es vista como intrinsecamente perversa?
1.
El discurso de Benedicto XVI de recepción de las cartas credenciales del nuevo embajador de Cuba comunista, Eduardo Delgado Bermúdez (cf. «Le lettere credenziali dell?Ambasciatore di Cuba presso la Santa Sede», Oficina de Prensa de la Santa Sede, Diciembre 10, 2009, con texto completo de la alocución, en idioma español), fue poco divulgado por la prensa y prácticamente no recibió comentarios.
2.
No obstante, la referida alocución merece la máxima atención porque muestra una faceta hasta ahora poco realzada del pontificado de Benedicto XVI, considerado por muchos como conservador; porque constituye una reafirmación de los cuadros revolucionarios en lo social que ahora si quien sabe puedan escribir una mas oportuna y prudente teología de la liberación.
Por eso quizás la política de distensión de la diplomacia vaticana con relación al régimen cubano que con luces y sombras trato de acotar la inmensa brecha de ricos y pobres de todo el continente.
Desde los primeros años la sufrida revolución, encontró mucha resistencia por todo lo que había de odio y violencia y de resistencia al pecado estructural que tiene estos pueblos.
En general en todas las luchas de modelos de sociedad los fantismos de izquierda y derecha parecen tocarse impidiendo el dialogo entre los pro y los contrarevolucionarios. Estamos en otro momento de Cuba y de la iglesia Las palabras del Pontífice podrán tener consecuencias serias, no solamente para el futuro de Cuba en su revolución, sino para el de América Latina, en la medida en que de una u otra manera se beneficien otras revoluciones en la que se intente seriamente subvertir el poder que ejercen los grandes monopolios económicos sobre las economias de resistencia.
3.
El Santo Padre, después de referirse con deferencia a Raúl Castro, realza el «decidido protagonismo» que Cuba comunista continuaría teniendo en el «contexto político» de América Latina. En ese sentido, en el texto leído por el Pontífice se elogia que el régimen cubano «sigue ofreciendo a numerosos países su colaboración», con una actitud que favorecería e impulsaría «la cooperación y la solidaridad internacionales».
La solidaridad con Haití y la liberación del espacio aéreo para que pase la ayuda americana hablan de un nuevo signo de los tiempos para repensar la fraternidad universal. Según parece interpretar el Pontífice, esa cooperación y solidaridad internacionales serían desinteresadas, leales y sinceras al punto de que no estarían supeditadas «a más intereses que la ayuda misma a las poblaciones necesitadas». Creo que el papa no es ingenuo y se da cuenta que todo servicio social genera también poder, el poder genuino del alma, autoridad moral y por ende política no toxica.
4.
Ya en su Preámbulo, la Constitución de Cuba deja claro su sentido solidario cuando define al «internacionalismo proletario» como la matriz inspiradora de las numerosas búsquedas revolucionarias impulsadas en tantos países de América Latina y África, calificadas de «heroicas» por la misma Constitución pero que, en realidad, como se sabe, fueron estrategias de un siglo veinte violento que no pocas veces retroalimento el espiral de violencia que viven lo mas pobres. Hoy gracia A Dios en dirigentes como milagro salas muchos cristianos imaginan las revoluciones pasando por otros espacios.
Para no dejar dudas, la Constitución comunista, en su artículo 12, retoma y «hace suyos» los «principios internacionalistas» ensalzados en el Preámbulo, dejando claro que ellos van de la mano, sin separación posible, con los «principios antiimperialistas» (numeral 2), o sea, revolucionarios. Y llega en el mismo artículo a ponderar la «legitimidad» de «resistencia armada» y el solidarizarse con esos movimientos revolucionarios, algo que Cuba socialista ha cumplido al pie de la letra, de una manera comprometedora en luces y sombras para la calidad de vida del pueblo cubano.
5.
la alocución pronunciada por Benedicto XVI se refiere específicamente a dos «áreas vitales», definidas en dicho discurso, respectivamente, como la «alfabetización» y la «salud». Como han demostrado numerosos estudios académicos, y como la propia Constitución cubana lo reconoce, la educación y la salud, esos reconocidos «logros» de la estrategia cubana, han sido también estrategia de control social eso si algo menos decadente del control social que quiso imponer Batista ( decía Jose Maria Barbano saleciano que fue misionero en Cuba ?allí todo lo que reluce el gobierno no es oro ni todo lo que afuera se da por estiércol realmente es así)
El artículo 39 de la actual Constitución la disipa: el Estado socialista «fomenta y promueve la educación» exclusivamente en función del «ideario marxista», con el implacable objetivo de «promover» la «formación revolucionaria de las nuevas generaciones» (numerales 1 y 3), en realidad, una suprema utopía porque hoy los jóvenes cubanos no son convocados por la s utopías de los héroes del setenta. Se busca vivir bien con quien se pueda y el estado no suele ser el garante solidario de las nuevas micromilitancias cubanas. ¿ Podaran tener fuerza alli las OING el cine independiente?
¿Cómo entender el destaque papal a ese «protagonismo», en un contexto 0ra elogioso para algunos católicos conservadores disconformes un «beatificador» del amor revolucionario?
6.
Lo mas importante del análisis del papa es como sobredimensiona la verdadera causa de la situación de pobreza de Cuba, ponderando realisticamente la «grave crisis internacional», los «devastadores efectos» de los «desastres naturales» y el denominado «embargo económico» estadounidense. Al mismo tiempo, ubica la causa profunda de la pobreza cubana, y como el régimen no pudo por adentro y por afuera superar el agobio que se le proporciona a los países que ?no hacen los deberes?? el poder económico internacional.
7.
Respecto de los «signos concretos» de «apertura al ejercicio de la libertad religiosa» que el Pontífice destaca como aspectos favorables de la situación de los católicos cubanos, me permito recordar el artículo 62 de la Constitución, que constituye un trampolín jurídico-penal para intentar crecer en «libertades», inclusive y principalmente la «libertad religiosa», que en serio se pueden escuchar cuando en serio se busca superar el hambre material
Hoy, 26 años después de haber inspirado, dictado y firmado ese brillante análisis, la pregunta que se coloca es si en la mente del entonces prefecto de tan alta Congregación romana y actual Pontífice, Cuba socialista sigue siendo para los educadores cristianos latinoamericanos un referente para superar las injusticias y achicar la brecha entre los ricos y los pobres Si Cuba continúa siéndolo, para el papa conservador, en la liturgia, progresisista en lo erótico y social ¿cómo hacer para que sus afirmaciones lleguen a todos los militantes cristianos que están urgidos de revoluciones profundas y no quieren retrotraerse a la violencia armada desgastante propia de los desesperados o muy erosionados moralmente?
El cristianismo de base que hoy vemos en Jujuy muestra a mi modo un camino para construir poder genuino. Mi esperanza es que de la comunión de teólogos y políticos y sanos micromilitantes podamos de base respondamos atinadamente a los anhelos profundos de liberación que viven nuestros pueblos.
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