Benedicto XVI pide solidaridad con los numerosos prófugos y refugiados que provienen de países africanos
El papa Benedicto XVI ha pedido que la diplomacia y el diálogo ocupen el lugar de las armas en Libia y que se favorezca el acceso a la ayuda humanitaria a todos los que sufren las consecuencias del conflicto en ese país.
El Pontífice ha invocado la solidaridad de todos a los numerosos prófugos y refugiados que provienen de diversos países africanos, camino de Europa, «y se han viso obligados a dejar sus afectos más entrañables».
Benedicto XVI ha hecho estas manifestaciones en su mensaje de Pascua, que ha pronunciado desde el balcón central de la basílica de San Pedro del Vaticano ante unas 150.000 personas que llenaron la plaza de San Pedro y sus aledaños.
«Que el fulgor de Cristo llegue también a los pueblos de Oriente Próximo, para que la luz de la paz y de la dignidad humana venza a las tinieblas de la división, del odio y la violencia», ha dicho el Papa.
Recuerdo para Japón
Benedicto XVI ha pedido que se recomponga la convivencia civil entre la población de Costa de Marfil, «donde urge emprender un camino de reconciliación y perdón para curar las profundas heridas provocadas por las recientes violencias».
En su mensaje, en el que ha repasado la situación de mundo, el Papa ha tenido palabras de aliento y esperanza para Japón, golpeado por el reciente terremoto y posterior tsunami, y para todos aquellos países que en los últimos meses han padecido calamidades naturales que han sembrado dolor y angustia, como Colombia.
Benedicto XVI se ha referido a las persecuciones en los últimos tiempos de los cristianos en diferentes países del mundo, como Pakistán. «Que se alegren los cielos y la tierra por el testimonio de quienes sufren contrariedades e incluso persecuciones a causa de la propia fe en el Señor Jesús. Que el anuncio de su resurrección victoriosa les infunda valor y confianza», ha indicado.