El Papa pide justicia para las víctimas de abusos en Irlanda con la boca pequeña -- N.T.

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El Plural

La orden Hermanos Cristianos recurrió el informe para evitar condenas y limitar las indemnizaciones
Dice un refrán que la justicia tarda, pero llega aunque en la diplomacia vaticana aquello bien podría traducirse como las disculpan tardan, y la justicia nunca llega. El pasado viernes, el Papa Benedicto XVI se reunió con el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, quien acudió a Roma a trasladarle los detalles del durísimo ?Informe Ryan?, un documento que explica los miles de abusos a niños en instituciones católicas irlandesas a partir de los años treinta y hasta la década de los ochenta.

El alarmante documento, elaborado durante nueve años a instancias del Gobierno irlandés, se hizo público ya en el mes de mayo; sin embargo, ésta es la primera reacción del pontífice, quien se declaró ?visiblemente disgustado?? tras la reunión. Tal como ha relatado Martin, el Papa les ha exigido hacer justicia con las víctimas de abusos. Sin embargo, como viene siendo habitual en los tejemanejes vaticanos, las palabras no dejarán de ser sólo eso: fue la misma Iglesia la que llegó a un acuerdo con las autoridades irlandesas para evitar condenas en sus filas, una inmpunidad que no hace más que acrecentar el dolor de las víctimas.

El Papa ?escuchó con mucha atención y cuidado, con mucha empatía lo que teníamos que decir, y respondió que ha llegado la hora de hacer un examen profundo de vida en la Iglesia de Irlanda??, resumió el arzobispo Martin el lunes pasado.

Disculpas papales
Tal como recordó el prelado, Benedicto ?escribió su primera encíclica sobre el amor de Dios?? y ?estaba visiblemente disgustado al escuchar algunas de las cosas que se reproducen en el ?Informe Ryan? sobre niños que sufrieron lo opuesto de la expresión del amor de Dios??. La Conferencia Episcopal Irlandesa incluyó las palabras pontificales en su comunicado final del Summer General Meeting que contiene también un ?mea culpa?: ?Sentimos vergüenza, estamos humillados y pedimos perdón si nuestro pueblo se ha alejado tanto de los ideales cristianos??, aseguran los prelados.

‘Mea culpa? episcopal
‘El ?Informe Ryan?», añaden, «representa el último e inquietante acto de acusación contra una cultura que ha sido prevalente en la Iglesia católica de Irlanda durante demasiado tiempo. Crímenes odiosos han sido perpetrados contra los más inocentes y vulnerables, y se han cometido actos viles con efectos duraderos en las vidas bajo el pretexto de la misión de Jesucristo», informa El País. «Esto representa un grave acto de traición de la confianza que nuestro pueblo ha puesto siempre en la Iglesia. Por eso pedimos perdón», admiten los prelados irlandeses.

Iglesia encubridora
Es inevitable, sin embargo, preguntarse hasta dónde llegarán Vaticano y obispos para esclarecer responsabilidades y hacer verídicas sus disculpas. Una de las conclusiones del estudio elaborado por una comisión independiente desde 2000, cuando un documental al respecto desató la polémica llevando, incluso, al ex primer ministro Bernie Ahert a disculparse públicamente, es que «las autoridades religiosas sabían que los abusos sexuales eran un problema persistente en organizaciones religiosas masculinas» y no hicieron nada.

Acuerdo para la impunidad
De hecho fue la orden católica encargada de la mayor parte de las escuelas Christian Brothers -Hermanos Cristianos- la que en 2002 recurrió el informe para evitar que se dieran nombres de culpables o se condenase a ningún religioso, sacerdote, monja o profesor que hubiese cometido abusos. El grupo también llegó a un acuerdo con el Gobierno para limitar a 180 millones de dólares el total de las indemnizaciones. En cuanto se ha conocido la magnitud de los abusos -2.000 personas los han testimoniado, pero se calcula que fueron infinitamente mayores-, la primera parte del acuerdo se ha hecho aguas: las reclamaciones de las víctimas ya ascienden a 1.500 millones, asegura la cadena británica BBC. El asunto es tan estrepitoso que las órdenes católicas se han visto a forzadas a aceptar la idea del actual primer ministro, Brian Cowen, de llevar a cabo auditorias externas de sus bienes para incrementar el fondo de compensación a las víctimas.

Dolor de las víctimas
El tema económico también tiene en ascuas al Vaticano según informa el corresponsal de BBC en Roma, David Willey, máxime cuando, como ya contó este diario, los escándalos de pederastia están pasando factura a las arcas vaticanas en concepto de multas y de disminución de donativos y pérdida de credibilidad . Pero evidentemente, no es el dinero sino la impunidad lo que quita el sueño a las víctimas. ?Yo nunca hubiera compartido mis heridas si hubiera sabido que todo iba a terminar así?? dijo John Walsh, uno de los abusados que dice sentirse ?engañado y traicionado??. ?Esto me ha devastado y devastará a la mayoría de las víctimas porque no se han levantado cargos criminales y nadie ha sido declarado responsable??, zanja.

Encubrimiento Vaticano
Las críticas al encubrimiento de estos delitos por parte del Vaticano han sido denunciados por víctimas y teólogos progresistas cada vez que hay escándalos de abusos sexuales en la Iglesia. Precisamente, en 2008 el Papa se vio forzado a pedir disculpas en Australia y en Estados Unidos, dos países donde los curas y obispos pederastas han dejado miles de damnificados. El primer caso fue un escándalo de dimensiones mayúsculas que estalló en 2000 y ya obligó a Juan Pablo II a disculparse; sin embargo, en el año en cuestión los casos, en lugar de disminuir, se habían incrementado en 16%, según las denuncias. En cuanto a Australia, en este continente el pontífice desató la ira de las víctimas a las que no quiso escuchar: se limitó a pedir perdón públicamente y a asegurar que los culpables deberían pasar por los tribunales, pero rechazó las auditorias solicitadas.

Críticas a la ?hipocresía?? papal
Las palabras que los críticos dedicaron al pontífice entonces parecen vigentes hoy, un año después: la condena a la pederastia en el clero ?debería plasmarse en la legalidad eclesiástica??. ?Que todas las personas que cometan delitos contra la integridad física de otros deben ser llevados inmediatamente ante la autoridad judicial. Hay que recogerlo explícitamente??, declaraba a Público el teólogo Juan José Tamayo. Más duro si cabe era Pepe Rodríguez, doctor en Psicología y autor de libros como ?Pederastia en la Iglesia católica??, quien lamentaba que la ?vergüenza?? del Papa no se tradujese en modificaciones del Código de Derecho Canónico y daba una recomendación al pontífice: ?si tiene una pizca de humanidad, que se ocupe en procurar que las víctimas de la voracidad de su clero reciban un trato respetuoso de los prelados, que habitualmente los desprecian, humillan y culpabilizan al tiempo que glorifican al clero delincuente??.

ntrabolsi@elplural.com