Y la liberación de rehenes coreanos en manos de los talibanes
El papa Benedicto XVI pidió el domingo un desarme nuclear y consideró que la tecnología nuclear puede ser utilizada, en cambio, para alentar el desarrollo respetando el medio ambiente.
En declaraciones que efectuó en Castel Gandolfo, una población montañosa al sur de Roma donde descansa durante las vacaciones de verano, Benedicto también solicitó la liberación de una veintena de rehenes de Corea del Sur en Afganistán y dijo que su secuestro representaba una «grave violación a la dignidad humana».
«Apelo a los perpetradores de estos hechos tan criminales a que desistan del maleficio que han realizado y liberen ilesas a las víctimas», manifestó el Papa.
Los 22 coreanos fueron capturados el 19 de julio por milicianos del Talibán en Afganistán. En un primer momento eran 23, pero los rebeldes mataron a tiros a uno de los cautivos.
Benedicto ofreció sus plegarias tradicionales de los domingos ante cientos de peregrinos que se congregaron bajo la ventana de su palacio en Castel Gangolfo. Se trasladó allí el viernes, tras pasar unas tres semanas en los Alpes italianos.
El pontífice pidió que se «aliente la no proliferación de armas nucleares, alentando un desarme nuclear progresivo y pactado y el uso seguro y pacífico de la tecnología nuclear con el fin de un desarrollo verdadero».
Dijo que ese desarrollo debe respetar al medio ambiente y atender a las necesidades de los más pobres.
«Espero que los esfuerzos de quienes trabajan con determinación para lograr estas metas puedan ser exitosos», sostuvo.
Con sus declaraciones, el Papa marcó el 50 aniversario de la entrada en vigencia del estatuto de la Agencia Internacional de Energía Atómica de las Naciones Unidas.
La Santa Sede es miembro de la organización y apoya sus actividades, dijo el Papa.