El obispo de San Sebastián afirmó que la Iglesia debe velar por que la paz y la reconciliación «no se consideren simples utopías irrealizables». Juan María Uriarte reivindicó ayer el papel que debe ejercer la Iglesia para mantener los «valores humanos y cristianos» en la sociedad, y advirtió de la facilidad de caer en una pérdida de los mismos.
El obispo resaltó la labor que las diócesis deben hacer para evitar que se produzca en la sociedad una «inversión de valores» que lleve a que «el diálogo pueda interpretarse como una claudicación y traición a los principios». «La misma idea de reconciliación», dijo Uriarte, «puede ser considerada como un intento forzado de echar tierra y repartir culpas». Ante esta situación, el prelado afirmó que la Iglesia continuará «anunciando el Evangelio de la verdad, de la Justicia de la libertad, de la paz, del diálogo, de la reconciliación y del perdón».
En el acto de oración en favor de la paz participó, entre otros, Mateo Zuppi, sacerdote romano de San Egidio, y contó con la asistencia de numerosos feligreses donostiarras. El encuentro religioso tuvo lugar ayer en la catedral del Buen Pastor de Donostia y coincidió en hora y contenido con otro acto de recogimiento que se celebró ayer en Vitoria, donde se leyeron idénticas preces y se siguieron similares líneas de actuación.
En San Sebastián, el acto fue sencillo y como nota predominante destacó la luz de los cirios que portaban los asistentes, así como una gran cuerda anudada que presidió el altar y que fue desanudada, como símbolo de la posibilidad de alcanzar la paz en el País Vasco.