El pasado uno de diciembre, el obispo de la diócesis de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, marcó un hito en la historia reciente de la Iglesia Católica española al volver a oficiar una misa con la bandera preconstitucional en el Altar Mayor. El acto tuvo lugar en el cementerio de Paracuellos de Jarama, uno de los lugares más visitados por los nostálgicos del franquismo. El obispo no estuvo sólo. Seis sacerdotes, Blas Piñar -procurador de las Cortes franquistas que fundó el partido ultraderechista Fuerza Nueva-, José Luis del Corral -Jefe Nacional del Movimiento Católico Español (MCE) y Acción Juvenil Española (AJE)-, y varios representantes de la Hermandad de Nuestra Señora de los Mártires de Paracuellos de Jarama le acompañaron en su homenaje a los que “dieron testimonio de su fe gritando Viva España y Viva Cristo Rey al morir”.
Sin duda, este acto supone un antes y un después en la cada vez más estrecha relación de la Iglesia católica con grupos políticos franquistas y neonazis. Tal y como viene informando El Plural, en los últimos años se han multiplicado los actos en los que la Iglesia católica rinde tributo a Francisco Franco y los “caídos por España” en toda la geografía española. Tanto es así que el pasado 20 de noviembre, cerca de una treintena de iglesias y catedrales rindieron homenaje al dictador. Sin embargo, nunca un obispo había llegado tan lejos como Juan Antonio Reig Pla.