El Obispo de Ciudad Juárez da su parecer a la decisión de construir el muro fronterizo entre México y Estados Unidos.
Señor Obispo, es muy probable que este jueves el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, promulgue la ley que autoriza la construcción de un doble muro en la frontera con México ¿qué nos puede comentar al respecto?
Que es un gran desacierto de la administración del presidente Bush. Es uno de los grandes desaciertos.
El señor gobernador de Nuevo México decía que la construcción de un muro es una estupidez, en otras palabras, pero esa es la expresión más o menos que utiliza él. Si las mismas personas que trabajan en el gobierno de Estados Unidos están en desacuerdo, pues qué podemos pensar nosotros que estamos trabajando en la pastoral de aquellos que quieren emigrar.
Por otro lado, recuerde como nuestra Carta Pastoral, Juntos en el Camino de la Esperanza, señala la obligación que tienen los gobiernos de promover lo medios para que haya suficiente trabajo dentro de la propia nación, pero también la responsabilidad que tienen los gobiernos que son soberanos para abrir sus espacios a aquellos que por una causa justa, como puede ser la pobreza o por cualquier otra razón, cuestiones de religión, políticas, etc., pretenden emigrar hacia otros países. Por otro lado, nuestra carta señala también cómo los gobiernos tienen la obligación de cuidar sus fronteras, pero sin lesionar los derechos humanos. Creo que aquí se está lesionando de una manera muy especial, no la soberanía de un país pero, recuerde que somos limítrofes y que nuestra nación es punto de transito de personas de otros países que tratan de emigrar y que encuentran, muchos de ellos, desafortunadamente la muerte.
El próximo día 2 vamos a celebrar, como lo hemos hecho ya varios años, la misa en la malla que divide Estados Unidos y México. Los Obispos de Estados Unidos ponen su altar en su territorio, nosotros ponemos nuestro altar en nuestro territorio y, como es malla, podemos comunicarnos aunque sea viéndonos los unos a los otros.
El año pasado el señor Obispo de Las Cruces, Monseñor Ramírez, decía expresamente: ?no queremos estas mallas, no las queremos, nos las han impuesto??. Hacer un muro en donde no nos dejen ni siquiera contemplar la cara de las personas que viven en el otro lado lo único que hacen es dividir a las sociedades que son limítrofes, en donde nosotros tenemos muchos familiares -me estoy refiriendo a la gente de mi diócesis, ellos tienen familiares de ese lado- y que no nos dejen comunicarnos, eso es atentar contra los derechos humanos.
¿Qué nos puede decir del trabajo que están realizando en este sentido los Señores Obispos de Estados Unidos?
Justo hace un momento estaba comentando con un agente de la pastoral de migrantes de El Paso, sobre la visita de los miembros de la Comisión para Migrantes y Refugiados, la contraparte nuestra, que van a estar este fin de semana, precisamente, en El Paso y que también quieren asomarse un poquito aquí a México, para saber cómo se está viviendo este fenómeno de la migración. Principalmente ellos vienen a ver, a detectar un poco la agresión tan fuerte que está habiendo contra los niños y contra la gente más desprotegida.
Yo doy una felicitación muy especial a nuestros hermanos de Estados Unidos que han puesto todo su empeño, y que han escrito al presidente Bush haciéndole ver que es un desacierto que se apruebe la construcción de este muro.
Y esta parece ser la percepción internacional, que la construcción de un muro no es la solución a un problema mucho más complejo??
No, no es la solución. Tenga la seguridad que lo único que se va es a dificultar (el paso de indocumentados), pero que la gente seguirá buscando los caminos para poder lograr su objetivo, muchos de ellos, a costa de la misma muerte.
Publicada por la conferencia del Episcopado Mexicano