El movimiento 15-M ha salido a la calle esta tarde en toda España, en apoyo a las movilizaciones de funcionarios -- E. Muriel/Y. Viñals

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Público

Las protestas cercan las sedes de los partidos políticos
Más de un millar de personas ocupan ya las calles Génova y Urgell, en Madrid y Barcelona, respectivamente, para protestar frente a sendas sedes del PP contra los últimos recortes del Gobierno de Mariano Rajoy.

La ciudadanía ha respondido así al llamamiento realizado esta tarde por el movimiento 15-M que bajo el hashtag #quesejodan (en relación a la expresión utilizada el miércoles por la diputada conservadora Andrea Fabra en el Congreso) ha instado, a través de la red social Twitter, a la población española a levantarse contra las últimas medidas del Ejecutivo, entre las que se encuentran la subida del IVA o la eliminación de la paga extra de Navidad de los empleados públicos. Además, esta es la forma que ha elegido el movimiento 15-M para secundar las movilizaciones protagonizadas por los funcionarios en los últimos días.

«Escucha Mariano, no terminas al verano», coreaba la multitud en Madrid, donde tras varios intentos consiguieron cortar el tráfico frente a la sede nacional del partido. «El próximo parado, que sea un diputado», gritaban también en Barcelona, donde los indignados han tenido ya algún momento de tensión con los agentes que acordonan el edificio, sin que se haya producido ningún incidente grave.

Como es habitual, entre los manifestantes de ambas ciudades se encuentra gente de todas las edades y condiciones. Así, en Barcelonae se ha podido ver algún cartel de ‘Mossos indignados’ y varias personas protagonistas de la marea verde (amarilla, en Catalunya) que simboliza las protestas contra los recortes en Educación. En Madrid, hasta el equipo sanitario de una ambulacia del Samur se ha bajado a aplaudir a la marcha.

En ambas ciudades la marcha se trasladó desde la sede del PP hacia la de otros partidos políticos. En Madrid, la Delegada del Gobierno en la comunidad, Cristina Cifuentes, se ha topado -se desconoce si por casualidad o intencionadamente- con el 15-M. Tras encontrársela por sorpresa en su camino hacia la calle Ferraz (sede del PSOE), algunas personas la han perseguido algunos metros, hasta que la delegada consiguió meterse en un restaurante. (Imagen publicada en Twitter por @MsTribulaciones)

Mientras, en Barcelona los manifestantes, que se expresan tirando petardos y cortando el tráfico en algunos puntos de la ciudad, han llegado ya a la casa del president de la Generalitat, Artur Mas. Hasta allí han llegado unas 300 personas, que previamente han conseguido saltarse el cordón policial para ocupar la Diagonal.
Cargas policiales

En Madrid, la marcha se ha encontrado con otra sorpresa a su llegada a la calle Ferraz, donde se encuentra situada la sede del PSOE. Pero esta vez era bastante más desagradable que el fortuito descubrimiento de Cifuentes. Los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) habían cortado los accesos al edificio, lo que provocó forcejeos y tensión entre manifestantes y antidisturbios.

«Cuando vuestros hijos os pregunten qué habéis hecho por ellos, responded que me habéis pegado»

Después de unos minutos de discusiones verbales, estos últimos han cargado contra la multitud, propinando golpes en el cuerpo y la cabeza de varias personas. Hasta el momento ha habido algunos retenidos por la policía, entre ellos, una anciana [En la imagen inferior, foto de la mujer publicada en Twitter por @PabloLRiv] y, aunque la unidad del Samur presente en la zona sólo contabilizaba un herido, no se descarta que pueda haber más afectados. «Cuando vuestros hijos os pregunten mañana qué habéis hecho por ellos y por su futuro, respondedle que habéis pegado a un hombre», le echó en cara el herido a los agentes.

Además, hace tan sólo unos minutos, cuando la marcha llegó hasta el Congreso de los Diputados, después de haber cortado la Gran Vía y protagonizar un breve paso por la Puerta del Sol, la tensión volvió a recrudecerse y la policía volvió a cargar.

Mientras, en Barcelona las aproximadamente 300 personas que prosiguen la protesta han realizado una sentada en pleno Passeig de Gràcia después de abandonar la sede de CiU para poner rumbo a la del PSC. La jornada ha transcurrido tranquila y en un ambiente festivo en la capital catalana, sin que se produjera ningún incidente mayor que una leve pelea entre un taxista y un manifestante.