José Manuel Barroso y Wolfgang Schüssel se reunieron con 16 altos representantes religiosos con los que trataron sobre la convivencia de las diferentes religiones en Europa. Ambos políticos dijeron en Bruselas, que Europa debe ser lo suficientemente grande para integrar a religiones como el islam.
La reunión forma parte de una serie de iniciativas surgidas tras la crisis de las caricaturas de Mahoma con el fin de evitar que vuelvan a producirse situaciones de ese tipo y facilitar el diálogo y la comprensión. Según Schüssel, la reunión «es una oportunidad única de ver la diversidad y la unidad de Europa», al tiempo que resaltó que «todos los que están aquí defienden una visión pacífica».
Barroso dijo que se ha organizado esta reunión, a la que asiste también el Dalai Lama, «para discutir, qué es muy importante en estos momentos en Europa, en el mundo, en lugar de hablar del otro hablar con el otro».
El presidente del Ejecutivo comunitario destacó el valor de la tolerancia a pesar de que «puede aparecer como cierta forma de condescendencia», y consideró que la presencia tan importante de líderes religiosos es «prueba de que el diálogo es posible en el respeto de la fe de cada uno».
«Es un valor europeo muy importante esa comprensión recíproca a partir de las diferencias» y, en ese contexto, la Comisión quiere fomentar un diálogo entre religiones, agregó.