Ni han reparado los daños causados por sus fechorías, ni han recibido la repulsa pública por los mismos.
No comento el informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos sexuales a menores en el interior de las estructuras organizadas de la Iglesia católica española. Pretendo señalar la maldad política y, por ende, ética que alumbra. Ver noticia original en …
