La organización Human Rights Watch, criticó nuevamente la práctica del gobierno de George W. Bush de usar centros secretos de prisioneros y aplicar torturas sobre los detenidos, todo en nombre de la «lucha contra el terrorismo».
Un comunicado distribuido este mes desde Nueva York por esa organización dedicada a denuncias de violaciones de derechos humanos dijo que esas prácticas violaron las convenciones de Ginebra, y mencionó específicamente las obligaciones contraídas por Washington cuando firmó en 1949 el artículo 3 de la Convención de Ginebra sobre el trato a detenidos.
El reporte de HRW recordó que un número de personas fueron retenidas en prisiones secretas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) por tres o mas años, antes de ser transferidos en septiembre de 2006 a la base, transformada en prisión, que mantiene Estados Unidos en un área del territorio cubano usurpado a Cuba.
«Ese programa de la CIA es ilegal hasta el tuétano a partir de los principios internacionales de respeto a los derechos humanos», dijo a la prensa Joanne Mariner, encargada en HRW de la vigilancia del programa antiterrorista norteamericano. Mariner denunció que los directores de ese programa ordenaron la aplicación de torturas y abusos contra prisioneros.
La entidad puso en duda que el gobierno norteamericano vaya a cumplir un reciente compromiso de no torturar a los detenidos. «Es bien conocido que aún son mantenidos en prolongados procesos de detención ilegal, lejanos a cualquier defensa jurídica, lo cual es una invitación a la tortura», señaló Mariner. Tal como lo han denunciado también algunos religiosos de los EEUU.
La denuncia llamó la atención además sobre el hecho de que la política de la CIA sobre el programa de interrogatorios es herméticamente secreta, por lo cual no puede ser monitoreada por sectores independientes. «Human Rights Watch está preocupada por el hecho de que los programas de torturas permanezcan vigentes», precisó.
La agrupación denunció además que cerca de 40 detenidos en manos de la CIA continúan desaparecidos. Se cree que estos son mantenidos en centros secretos de detención. Mariner dijo que esos prisioneros «perdidos» reaparecen en algunos casos tras años de cautiverio.
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