Reportaje a Javier Rodríguez Pardo: la destructiva política de las grandes corporaciones.
Javier Rodríguez Pardo nació en España, es periodista, pero vive y trabaja en Argentina desde su primera juventud. Una de sus primeras pasiones fue el cine, a cuya crítica y promoción se dedicó durante años, con especial interés en los cines de arte.
Tras trabajar en el Lorraine, el Loire y el Losuar, fundó el Cine Lorca en sociedad con un inversor asturiano. Pero en la década del 80 se mudó a Chubut. Allí empezó su militancia ecológica, que se concentró inicialmente en el frente antinuclear, al que dedicó 15 años de vida, impulsando el Movimiento Antinuclear del Chubut, nacido para oponerse a la instalación de un basurero nuclear de desechos radiactivos en la localidad de Gastre (?simultáneamente, para ganarme la vida, vendía productos de bazar??, relata).
Desde entonces, se dedica a una tarea central: la lucha ecologista desde las organizaciones de la sociedad civil. De hecho, cuando se presenta, más allá del nombre, lo primero que pone sobre la mesa es su pertenencia al Movimiento Antinuclear del Chubut, la Red Nacional de Acción Ecologista y la Unión de Asambleas Ciudadanas, fundada en 2007.
Y sin darnos respiro, antes que le preguntemos nada entra en tema:
– El sentido de la Unión de Asambleas Ciudadanas es articular la lucha entre todas las comunidades afectadas por la megaminería, que fue como nació. Aunque también hay asambleas como la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, o la Asamblea del Emprendimiento Binacional de Yaciretá. La idea es que se vayan incorporando a la UAC más y más asambleas del país entero, por eso el nombre de la organización es tan genérico ?Unión de Asambleas Ciudadanas, y la terminamos llamando UAC, por supuesto. En realidad, desarrollamos una actividad de relación lo más amplia posible. Con reservas, por supuesto. Hay ciertas ong´s transnacionales con las que no aceptamos compartir, ni siquiera en eventos masivos, y que nos merecen el mayor de los cuidados.-
– ¿Por ejemplo?-
– Por ejemplo Avina.-
– ¿Y por qué razones? ?
– Porque Avina viene desarrollando una actividad de concentración de la información que generan las personas más destacadas en estas luchas. Se preocupa por obtener contacto y lograr influencia sobre los líderes principales en este campo, a los que tratan de atraer de mil maneras, con una finalidad que no compartimos. Reúnen masas de información detallada y preciosa, de áreas, de sitios, de organizaciones, nombres de personas, en una tarea que se parece mucho a la de un servicio de inteligencia.
Y disponen de esa información de una manera que escapa completamente a nuestro control y sin que quienes brindan la información tengan participación alguna en cuanto a decidir quién tiene acceso a ella o para qué es usada. Teniendo en cuenta que se trata de una organización transnacional, esto es doblemente inquietante. Por otro lado, lo que no es menos grave, la última versión de Avina viene adornada con la pertenencia a la misma de Grocopatel, que es uno de sus flamantes socios.
Entonces, ¿cómo vamos a poder pelear contra el glifosato, por ejemplo -que es un veneno reconocido- si pertenece a la organización el rey del glifosato y uno de sus mayores defensores? En cambio tenemos excelentes relaciones con organizaciones hermanas que luchan en otros frentes, como el Grupo de Reflexión Rural, con su campaña Paren de Fumigar, por ejemplo.-
-¿Cuáles son los frentes en los que ustedes concentran su trabajo: tenemos entendido que están trabajando muy fuerte con el tema minería y el tema glaciares?-
– Sí. Es que el tema minería y el tema glaciares están sumamente asociados. Con la diferencia que con el tema glaciares se abre una vertiente nueva, que es la del agua. Pero el frente más importante para nosotros es el frente que abrimos el 7 de septiembre de 2002, en Esquel, cuando creamos el lema que aún identifica el eje de nuestro trabajo actual: ?vienen por el oro, vienen por todo??.
Esa lucha, como se sabe, terminó con la expulsión de la empresa minera Meridian Gold. Antes, el frente quizás más importante fue la pelea para clarificar el asunto de los bonos verdes, porque había organizaciones alemanas, por ejemplo Prima Clima, una ong, que venía en pos de los bonos verdes, para lo cual pensaba explotar la cuenca del lago Fontana, que entre lagos y bosques nativos, de lenga sobre todo, tiene 250 mil hectáreas. Prima Clima ofrecía recuperar los bosques de lenga ?que están bastante dañados- contra los bonos verdes, que después venderían a una empresa química alemana muy importante.
La masa boscosa iba a ser recuperada con la ayuda del CIFAC que es un centro de investigación con sede en Chubut, pero que abarca tres o cuatro provincias. Ellos iban a tener la explotación de la lenga, que pensaban convertir en muebles en buena medida. El negocio era que el rollizo de lenga costaba, monte arriba, 5 dólares. Pero convertido en un mueble y puesto en alemania costaba 1.500 dólares. Enorme. Además, esa supuesta recuperación era terrible, porque pensaban hacerla a través de la fotosíntesis. Se trata de bosques dañados por la intervención antrópica: hay vacunos, lanares, caballos.
El efecto que esto genera es doble: por un parte es difícil renovar el bosque porque el ganado se come los retoños. Por otro lado, el bosque se enferma: muchos de sus ejemplares resultan atacados por los hongos. ¿Qué iba a hacer esta gente? Iban a cercar el bosque y a talar los árboles enfermos. Esto abriría el espacio boscoso y permitiría a los renuevos crecer con más facilidad, por su mayor exposición a la luz y su mayor disponibilidad de oxígeno. Pero había cosas espantosas: ¡iban a talar casi el 75% de la masa boscosa! Cuando fuimos con los biólogos de Comodoro Rivadavia a controlar el proceso, que ya se había iniciado, registramos que la mayor de los árboles que habían señalado para ser talados estaban totalmente sanos. Así que el negocio era redondo: madera y bonos verdes. Con yapa.-
Defender la biodiversidad
-Los efectos de este tipo de negocios y de políticas y los efectos de la megaminería atentan contra lo mismo: la biodiversidad. Y ese es el centro de nuestra pelea: cuando decimos ?vienen por el otro vienen por todo??, nos referimos a la biodiversidad. Tengamos en cuenta que los pueblos del sur, que somos nosotros, tenemos el 75 % de la biodiversidad del planeta. En el hemisferio norte hay sitios en los que ya no quedan bosques nativos.
Y el árbol es sólo el 1% del total de la diversidad biológica que el bosque hace posible, que sin el bosque desaparece para siempre, llevándose consigo una riqueza invalorable en términos naturales y humanos. Y para nosotros defender la biodiversidad es de primera importancia porque la Argentina es el país con mayor biodiversidad templada fría del planeta. Esto se ignora. Es decir, los argentinos lo ignoramos, pero en el norte lo saben muy bien.
A nosotros, de hecho, se nos despertó la curiosidad con este tema viendo que de Estados Unidos venían biólogos, farmacéuticos, laboratoristas y químicos que trabajaban para las universidades del norte y que venían a la Argentina a ubicar y buscar activos moleculares que les permitieran desarrollar a partir de ellos remedios y productos industriales con cuyas patentes, por supuesto, se quedarían, para vendernos después esos productos, hijos de nuestro suelo y de nuestros ecosistemas, a precio de oro. Por eso dijimos: ?vienen por el oro: vienen por todo??.
Esa biodiversidad del Sur del continente es la riqueza de la que más les interesa apropiarse. Detrás de todo esto está el IRSA, que es el mapa que ha gestado el Banco Mundial, financiado por los países del norte, para poder saquear con la mayor precisión y agilidad los recursos naturales de nuestros territorios y nuestros pueblos.-
– ¿Qué propone el IRSA?-
– La propuesta central es que el Banco Mundial le va a financiar a nuestros países desarrollos en energía, represas, dragado de ríos, construcción de puertos y de caminos bioceánicos. Todos desarrollos que son funcionales a los intereses de las grandes transnacionales que saquean las riquezas naturales en nuestros países. Lo que han hecho en Ecuador con el gas y el petróleo, en este sentido y a través de este programa, es algo espantoso.
Es el negocio que hacen Techint, Repsol, Esso, sacando el gas y el petróleo de Ecuador directamente a través de la selva, a través de unos ductos enormes que generan unos daños ecológicos irreparables y que sacan directamente a los barcos extranjeros, desde sus lugares de extracción, el patrimonio de los Ecuatorianos, como aquí ocurre con las grandes empresas mineras. Acá, en nuestros países, no queda nada, salvo lo que algunos llaman ?pasivo ambiental??, que es una expresión que no dice nada: lo que en realidad queda aquí se puede definir, como de hecho lo hacemos, con tres palabras: contaminación, destrucción y saqueo.
Y esto vale para el campo de la energía, de la minería, de los nutrientes de los suelos locales ?que se están exportando sin cobrar un centavo vía la soja-, de la biodiversidad autóctona, de cuya explotación ya hablé. Pero esto no es casual. Está pensado de esta manera. En Chubut tenemos la empresa de aluminio primario más grande de América Latina, y una de las más grandes del mundo, que es Aluar, que acaba de triplicar su producción. Y lo que la gente no sabe es que el 80% del aluminio es energía.
Con lo cual, al exportar el aluminio lo que estamos exportando masivamente es energía. Pero la ciudadanía ignora que cuando le cortan la luz o le aumentan desproporcionadamente las tarifas, es porque la energía eléctrica que producimos está puesta al servicio de empresas como Aluar. Los 400 megavatios que están instalados en Futaleufú, por ejemplo, van todos para Aluar. Ahora, habiendo triplicado la producción de aluminio, su demanda de energía eléctrica también se triplica. ¿Y cuáles son los beneficios que deja al país Aluar? Entre empleos directos e indirectos le da trabajo al 40 % de la población de Puerto Mardryn, pero hoy en la provincia del Chubut están preocupados porque empiezan a reconocer la incidencia del cáncer provocado por las emisiones de flúor que genera Aluar, empresa que ?se equivocó?? al denunciar el nivel de las emisiones de flúor al que están sometidos sus trabajadores.
En cuanto a La Lumbrera, en su página web dice que se trata de la mayor consumidora de energía del país: es el equivalente al 80% de la energía que consume todo el pueblo de Tucumán. Una sola empresa minera, que no es de las más grandes. La más grande es hoy el complejo El Veladero ? Penélope – Pascua Lama, en San Juan.
Destrucción del ambiente, agotamiento de recursos y expulsión de los habitantes
-Y ¿qué minerales extraen?-
– El Veladero es oro, plata y mercurio. Pascua Lama es cobre, oro, plata, mercurio, molibdeno, tierras raras y uranio. Pero lo importante es que sepamos que los minerales que vienen a buscar ya prácticamente no existen en el planeta. Mineral en vetas ya no hay en ningún lado. Por eso vienen para acá, a buscar los yacimientos donde todavía pueden encontrar mineral diseminado. El segundo punto de esta historia es que para extraer ese mineral diseminado se requiere volar las montañas en extensiones kilométricas, recoger la roca triturada y bañarla en una sopa química que es terriblemente contaminante.
Cuando uno dice ?roca triturada??, estamos hablando de roca pulverizada a tamaños que van de una micra a una pulgada: entre un grano de harina y un dado, digamos. Y cuando hablamos de sopa química, estamos diciendo que para atrapar el oro y la plata necesito cianuro de sodio; para atrapar el cobre y el uranio necesito ácido sulfúrico??. Pero como los minerales vienen mezclados, nunca falta ninguno de estos químicos. Y los agujeros que dejan en la montaña son enormes: 4, 5, 6 kilómetros. Y que a veces atraviesan montañas enteras, de oriente a occidente. Entran por Argentina y salen al Pacífico, del otro lado, con boquetes por donde pasan flotillas enteras de camiones.
El complejo Veladero ? Penélope ? Pascua Lamas pone la piel de gallina, los pelos de punta?? Hay dos provincias donde la minería está haciendo estragos: Catamarca y San Juan. De hecho, fue para proteger las inversiones mineras en San Juan que la presidenta vetó la Ley de Glaciares?? Está todo dicho: los glaciares, digamos de una vez, son la principal reserva de agua potable que tenemos. Y de ellos depende en buena medida el agua que necesitan los productores agropecuarios y viñateros. De hecho, estuvimos siete meses viviendo en Calingasta, dando pelea, y fueron los viñateros y los productores agropecuarios los que nos ayudaron, nos hospedaron y nos mantuvieron. Sin ellos, la lucha hubiera sido imposible.
Pero no pudimos lograr en San Juan lo que conseguimos en Esquel, que fue imponer a través de un plebiscito la prohibición a la instalación de una empresa minera. Algo que también se logró en Tambo Grande, en Perú. De hecho, a uno de los líderes de ese movimiento, un ingeniero, lo han asesinado. Pero allí se consiguió ganar el plebiscito porque todo el pueblo se levantó, y obtuvo el apoyo de los 8 obispos locales, que supieron entender que de lo que se trata es que se respete la voluntad de los pueblos. Estamos hablando de poblaciones enteras, asentadas desde hace décadas o siglos en esos lugares y que son expulsadas por los emprendimientos mineros. Por eso yo a veces hablo de la gran diáspora que genera esto.
Son trasladados a otro sitio, y en Perú, por ejemplo, se iba a eliminar completamente el bosque de algarrobos del que tradicionalmente vivía esta comunidad. Mientras haya minerales que les interesan, no les importa nada: arrasan con todo. Esto en Argentina no ocurría porque antes no era un país minero. Se transformó en un país minero en los últimos años. Y esto por una muy buena razón, que debería darnos que pensar: es hoy un país minero porque el norte consumista agotó sus propios minerales. En las sociedades llamadas ?desarrolladas??, cada individuo ?escucha bien: cada individuo- consume en promedio 19 toneladas (19 mil kilos) de distintos tipos de minerales. Y estas son cifras que aparecen en sus propios libros de texto. No las inventamos ni las generamos nosotros. Por eso Estados Unidos podía obtener cobre de 5 % de ley hace 20 años atrás (la concentración del mineral en la roca). Hoy eso ya no se consigue: vamos camino a que quede 0%.
Porque además, los lugares en los que aún queda algo de mineral, no hay agua, y si no hay agua no se puede extraer el mineral existente: es como si el yacimiento no existiera. Es lo que ha ocurrido en La Escondida, en Atacama, en Chile. Se quedaron sin agua, por eso reclaman 6 mil litros de agua por día a Salta, para llevarla para Chile. Los pozos se hicieron, pero por suerte actuamos rápidamente y detuvimos el asunto. Y ese reclamo a las transnacionales les parece natural porque para ellas no existen fronteras.
En virtud de los tratados binacionales de cooperación que tienen firmados los países, y del tipo de leyes de protección empresaria que se han dictado en nuestros países durante la década del 90 fundamentalmente, las trasnacionales consideran que tienen el mismo derecho a reclamar el agua que necesitan a cualquiera de los dos países, sin tener que asumir costo adicional alguno por ello, y sin que podamos oponernos. Solamente la lucha política ciudadana, activa y pública, de los movimiento sociales, puede lograr impedir este despojo, detenerlo y que no se lleve a cabo.-
Los glaciares, el agua
— Y acá es donde viene la historia que empalma con el tema de los glaciares. Por qué. Porque las grandes empresas transnacionales se dedican a desinformar. Y la población no reacciona porque los medios de comunicación no la informan sobre el tipo de negocio que hacen las grandes empresas mineras, ni sobre el daño brutal e irreversible, irreparable que causan. Barry Gold, por ejemplo, ha comprado todos los espacios de información habidos y por haber para hablar de minería responsable, por ejemplo. ¡Y todo el mundo termina creyendo que hace minería responsable! ¡Si hasta se da el lujo de denunciar a otras mineras porque no trabajan como ellos!
Pero cuando hacen el informe de impacto ambiental de la zona a explotar, según ese informe en la zona no hay glaciares. ¡Lo que es una mentira grande como una casa! Fueron los vecinos del valle del Huascar, en Chile, los que denunciaron la situación. Fueron al CONAMA y al COREMA (el Consejo Nacional del Medio Ambiente y el Consejo Regional del Medio Ambiente, organismos chilenos), a denunciar la mentira y a señalar que por sobre los lugares donde se ubicaban los yacimientos auríferos que la Barry quería explotar había glaciares.
Y que había que destruir esos glaciares para llegar al oro. Y para entonces, a partir de un informe de impacto ambiental realizado por la misma empresa minera, el CONAMA y el COREMA estaban a punto de darle el visto bueno a la explotación. ¡Es de no creer! Cuando CONAMA y COREMA se enteran de la situación real, bloquean el proyecto e interpelan a la empresa. Y ¿qué hace Barry Gold? Contesta con un plan de manejo de los glaciares, diciendo que los iban a trasladar de lugar (!!!). ?¿Y cómo???, preguntan los Consejos. ?Con palas mecánicas??, contesta la empresa…
— Esto es una aberración, o una burla.–
— Desde ya, es una burla. Porque además, como nosotros aprendimos a través de un glaciólogo y montañista argentino que conocimos entonces, y que sabe de la zona y del tema todo lo que hay que saber, los glaciares no son sólo lo que se ve. La parte que vemos es una parte ínfima de los glaciares que realmente existen, porque la mayor parte esta sumergida. Está debajo. Hay lugares donde hay 400 metros de espesor de hielo. Los mapas que un empleado de Barry me dio hace ya 5 o 6 años, son alucinantes. Los lugares señalados con dos consonantes son perforaciones de agua. Y son miles. Miles de perforaciones.
Y el agua no está en estado de poder ser usada, porque a esas alturas son de escaso volumen, están apenas formándose. Entonces ¿qué hacen? Dinamitan zonas enormes para poder obtener el agua que está en el subsuelo. Y ahí es donde nosotros saltamos como leche hervida, porque el agua subterránea no es renovable. Y esto se lo explicamos nosotros a los ingenieros que funcionan como entidad de aplicación y que ponen la firma para autorizar estos despropósitos.
El agua subterránea no es renovable. Y todo lo que ocurra en las alturas de esas cuencas va a repercutir aguas abajo. Y no nos olvidemos que el agua que corre por el Amazonas, por el Paraná, etcétera, proviene también de las altas cumbres de los Andes. Destruyamos esas altas cumbres y destruimos nuestra posibilidad de seguir viviendo.
Modelo de país, estilo de vida y modelos mentirosos
–La pregunta es: ¿podemos renunciar a la minería o se trata de redimensionarla, de rediseñarla?–
— Sí. Se trata de eso. Desde ya que no podemos renunciar a la explotación minera porque hoy en día casi todo lo que nos rodea proviene de la minería de una u otra manera. Pero entonces, ¿tenemos que resignarnos a destruir nuestro planeta, nuestros ecosistemas, y después desaparecer, o existe una minería posible, diferente a la que se practica ?o, al menos, a la que practican las grandes transnacionales-? La verdad es que de lo que se trata es de hacer algo que es posible: redefinir qué minería queremos y cómo desarrollarla.
Y para esto, lo primero que tenemos que preguntarnos es ¿a qué tipo de sociedad y a qué tipo de país debe servir esa minería? O, dicho de en otras palabras: ¿qué sociedad y qué país queremos? Porque no es posible que para explotar los minerales que necesito yo destruya las cuencas de agua, por ejemplo. Entonces, ya sea que el que hacer minería sea el Estado nacional, a partir de una mirada economicista, productivista, o que sean las grandes transnacionales, viene a ser lo mismo si los criterios con que se hacen las cosas son los mismos y la destrucción subsiguiente también.
De hecho, nosotros tenemos grandes dificultades con ciertos funcionarios del Estado que dicen que están de acuerdo con nuestra visión, pero que sostienen que es necesario seguir adelante porque el mineral hay que sacarlo, porque el cianuro bien manejado puede no ser tan contaminante, porque en lugar de transnacionales son pequeñas y medianas empresas, y otros argumentos semejantes, cuando en realidad este tipo de minería es incontrolable. Y si hoy le damos piedra libre a este tipo de emprendimientos, no va a quedar ni un solo rincón de la cordillera o de la precordillera, de los valles o de las cumbres, que no caiga bajo el poder destructivo de las prácticas mineras industriales actuales.
– Pero entonces, ¿esto no implica que además de otro modelo de desarrollo tecnológico y económico, necesitamos otro modelo de bienestar? Quiero decir: ¿cómo se puede pensar en lograr una minería cuidadosa del medio ambiente, racional, moderada ?por decirlo así- si nuestro modelo de bienestar es el del hiperconsumo, suntuario y obsolescente, como en los países centrales? Si seguimos buscando un bienestar de ese tipo ¿no vamos a terminar produciendo desastres parecidos, aunque lo hagamos ?por cuenta propia?? y de modo ?soberano???-
— Sin duda. Por eso la primera y más fundamental de las preguntas que tenemos que poder contestar es: ¿qué calidad de vida queremos? Si perseguimos el tipo de calidad de vida de los norteamericanos, entonces tenemos que consumir y producir en el estilo de ellos, agotar los recursos naturales y luego, no sé, ¿irnos a Marte? ¿Volver a la edad de la piedra? Porque hoy ya estamos explotando vetas de 0,4 % de ley: minerales completamente diseminados. En unos pocos años ya no habrá ni eso. Los yacimientos estarán completamente agotados.
¿Qué haremos entonces? De un modo u otro la opción es una y única: cambiar de estilo de vida, de lo que llamás ?modelo de bienestar??. Se trata de desarrollar otro tipo de calidad de vida. Porque incluso cuando decimos que no podemos aspirar a tener ?la calidad de vida?? de los países centrales, en realidad uno puede preguntarse si esa forma de vivir, esa forma de perseguir el bienestar en el consumo y el derroche, ¿es realmente calidad de vida? ¿Puede ser calidad de vida una forma de vivir que destruye el mundo del que depende, el único que tenemos, y que está cavando su propia fosa a diario? Eso también puede uno preguntárselo. Y tenemos derecho a sospechar que esa no es en verdad ?calidad de vida??, y que incluso ganaríamos mucho promoviendo otra forma de vivir, otro estilo de vida y de bienestar.
Hay una relación que se maneja hace décadas -30 o 40 años-, y a la que no les prestamos atención: si todos los seres humanos viviéramos como los estadounidenses o los europeos, consumiéramos cada uno los recursos naturales y la energía que consume un habitante promedio de esas regiones, para suplir nuestras necesidades harían falta 4 planetas como la Tierra?? Está claro, entonces, que se trata de un modelo insostenible. Imposible de ?copiar?? a escala de la humanidad entera. Lo que quiere decir también que cuando nos venden ese modelo de ?progreso?? ?y hay que ponerle todas las comillas? nos están mintiendo. Y a sabiendas.
– Sí. La discusión que se había abierto a fin de la década del 60 respecto de estos problemas fue sofocada por el auge del neoliberalismo y de la ilusión de una economía motorizada por las finanzas. Y nosotros, si no podemos aspirar a ese tipo de desarrollo, tendríamos que tener una agenda alternativa, pero no se ve que la tengamos-
Guerras, dominación y transnacionales
El dominio que nosotros estamos padeciendo es un dominio de las corporaciones. Las grandes corporaciones transnacionales. No es que haya un programa político previo. Las corporaciones transnacionales han sabido hacerse con el poder mundial durante las últimas décadas, bajo la apariencia de que estaban defendiendo la libertad porque la libertad está centrada en la libertad de las empresas. Lo cierto es que hoy los políticos, incluso los de los países centrales, son títeres de esas corporaciones.
La gente cree todavía que el presidente Obama, o Bush, o Lula, tienen un poder propio. Pero no. Son gente permitida por las corporaciones. El caso más claro y doloroso, es el del tratado de minería argentino-chileno, que fue pensado 20 años antes, por las grandes corporaciones, y luego ejecutado por un chileno de nombre José Antonio Urrutia, que era funcionario del Consejo Nacional del Medio Ambiente chileno. Pero cuando la mina El Indio, una de las más grandes del mundo, propiedad de Barry Gold, visualizó que le quedaban no más de 10 años de explotación, toda esa infraestructura la corrió hacia donde seguía la veta.
Y descubrió que la veta cruzaba la frontera y seguía del lado argentino. Era urgente, entonces, elaborar y lograr un tratado binacional. Y por eso intervinieron activamente en la pacificación de la relación entre argentinos y chilenos, promoviendo el tratado de paz y amistad entre ambos países. Porque esa era la condición para poder luego instalar el tratado minero de implementación conjunta y la ley de estabilidad fiscal por 30 años.
Todo esto lo planificaron ellos. Y lo fueron construyendo paso a paso. Y ese personaje, José Antonio Urrutia, que para entonces era responsable del Consejo Nacional del Medio Ambiente de Chile, hoy ¿qué puesto tiene? Es presidente latinoamericano de Barry Gold?? Un empleado de una minera transnacional. Así funciona esto. Así operan. Y lo peor de todo es que nosotros todo esto, mientras ocurre, lo ignoramos. Y lo ignoramos incluso después que ocurrió. Bush mismo gobernó en función de los intereses de las corporaciones. El también fue un empleado de las corporaciones. Ni más ni menos. Sabemos hace tiempo que las grandes guerras, las grandes guerras coloniales, sobre todo, son producto de las luchas entre grandes transnacionales por los recursos planetarios. Ni más ni menos.
En el Congo, por ejemplo, la pelea entre los europeos y los norteamericanos por el coltan ?que es un mineral estratégico, muy escaso, mezcla de colombita y tantalita- generó una guerra civil, que provocaron los norteamericanos (el presidente Bush padre, cuando era presidente de la CIA), y que costó tres millones de muertos. Pero las empresas canadienses y norteamericanas se quedaron con el coltan. Y esto fue posible a partir del manejo de la información. Información que se consigue a través de la red de vigilancia satelital mundial que mantienen las grandes potencias.
Todas las comunicaciones telefónicas que mantenemos son escuchadas, decodificadas, procesadas por esa red de vigilancia global, que trabaja sobre la base de palabras claves.
Energía, falta de equidad y política guerrera.
–Hay un par de temas que, según habíamos hablando antes, nos quedan todavía en gatera: el de la energía y el del uranio. Que están ligados, lógicamente, porque el uranio es básicamente importante para la energía nuclear?
–En efecto. En relación con el tema de la energía yo había citado ya el caso de La Lumbrera, que en su página web señalaba como un orgullo que se trata del principal consumidor de energía del país. ¡Y sabemos lo que nos cuesta producir esa energía!
Ahora bien, cuando nosotros desde las organizaciones sociales denunciamos que todo ese consumo de energía no dejaba más que muy pocos empleos, y un monto pequeñísimo de divisas, es decir, ninguna riqueza significativa ?porque el mineral se exporta en su mayor parte y los beneficios de las empresas se repatrían: vuelven a los países de origen de esas empresas, con lo cual también se exportan-, al poco tiempo esa información desapareció de la página web de La Lumbrera.
De cualquier forma, como decíamos antes, yo creo que el principal consumidor de energía del país no es La Lumbrera sino Aluar. Por otro lado, estas empresas producen su propia energía, con motores diesel. Una energía subsidiada que, de paso, aporta al calentamiento global del planeta, porque cualquiera de estas empresas consume tanta energía como el total de las provincias donde están instaladas. La Lumbrera consume tanta energía como todo el resto de la provincia de Tucumán, con sus ciudades, hogares, hospitales, transportes e industrias incluidas. Y en relación con esto y por las exigencias de energía de estas empresas se reflotó un viejo plan.
El de energía nuclear. Kirchner determinó empezar ese relanzamiento del plan de construcción de 7 centrales nucleares alargándole la vida a Atucha I y a Embalse, y hacer además Atucha II y una cuarta central nuclear que estaba pensada primero para Córdoba, pero que hoy está pensada para ser construida sobre el río Santa Cruz. Y lo que esto implica es que hay que ir en pos del uranio, que, como se sabe, es el combustible necesario. Y nosotros exigimos que esto se debata en el país. Porque tenemos que decir que se trata de una forma de energía sucia, no limpia. Que al día de hoy no hay forma de darle un destino definitivo a los residuos radiactivos. Que la gestión de los residuos radiactivos es difícil y peligrosa.
Que en el primer mundo son muy pocos los países que han continuado con esto. Incluso los Estados Unidos hace 30 años que no fabrican una nueva planta. Porque es una energía cara, muy cara. Es más: no hay un solo científico que sea capaz de pararse enfrente nuestro y decirnos con precisión cuál es el costo del kilovatio de la energía nucleoeléctrica, porque no se sabe cómo va a derivar la gestión de estas plantas. Lo demás son patrañas. Por eso queremos el debate, queremos discutir este tema. Por eso no tiene sentido tratar de obtener energía para después entregársela a empresas mineras que se terminan llevando nuestros bienes naturales comunes.
Los subsidiamos para que hagan eso: para que se lleven nuestros recursos, nuestros bienes comunes. Y uno de los factores que nos rebelan es que en muchos países del primer mundo están prohibidos el uso y la explotación del uranio, mientras nosotros aquí estamos como desaforados buscando uranio para extraerlo. Ahora parece que, con la crisis económica mundial, algunos mega-emprendimientos que estaban proyectados se han dejado para después.
Por otro lado, como el precio del petróleo bajó a menos de la mitad de lo que era hace un par de años, la desesperación por el uranio también se aflojó. Pero lo más horroroso es que nuestra política al respecto es pendular, es oscilante, es divagante. No hay una discusión de fondo ni decisiones tomadas a conciencia y según un plan de desarrollo nacional y un proyecto de país y de sociedad. Y mientras tanto hay ficciones absurdas que dominan la cuestión, como la idea ?que tanto radicales como peronistas sostenían cuando nos opusimos a la instalación del basurero nuclear en Gastre, en la Patagonia- de que habíamos perdido la guerra de Las Malvinas porque nuestro desarrollo nuclear es insuficiente. Esto no tiene sencillamente ni pies ni cabeza. Es una idea delirante. Insostenible y absurda.
— Pero, nosotros usamos energía masivamente: nos vestimos, nos movemos, nos calefaccionamos, producimos mediante un uso masivo de la energía. Entonces ¿qué tipo de modelo de desarrollo y de bienestar tenemos que proponernos para poder gestionar de un modo sostenible la ecuación ?producción-consumo-ambiente????
— Mira, el problema no pasa por ahí porque no tenemos bien evaluada el asunto: los partidos políticos no tienen evaluado bien el concepto de energía. Cualquier cantidad de energía que produzcamos hoy no nos pertenece, porque se la llevan las grandes transnacionales (y no sólo las mineras). Es como el agua: las pasteras el insumo principal que usan y no pagan en nuestros países es el agua. Ahí está todo el secreto. El aluminio que se va con las exportaciones de Aluar exporta energía. Entonces, si nosotros controláramos todo eso, la energía que producimos nos sobra.
El punto está entonces ahí: en cómo la dominación de la grandes empresas, especialmente las transnacionales, nos priva de recursos fundamentales, que exportamos sin recibir nada a cambio ?como estamos exportando masivamente, sin que nadie nos los pague, nitrógeno y fósforo, nutrientes fundamentales de la Pampa Húmeda, a través de la soja, para que la ganancia se quede, en definitiva, en manos de privados que luego, incluso fugan el capital monetario así generado–. Ahí está la cosa: en la falta de equidad entre el norte y el sur.
Si no se cambian las reglas del juego, las poblaciones del sur vamos seguir siendo el 80 por ciento del planeta que consume el 20 por ciento de los recursos y la energía, mientras exporta el resto para que lo consuma el 20 por ciento del mundo que vive en los países desarrollados. La cuestión central es la falta de equidad. No la producción. Por eso lo primero es saber qué país queremos. Esto sólo se puede enfrentar mediante la instalación de un mundo más equitativo. Un mundo de equidad. No podemos pensar en consumir, como los norteamericanos, 19 toneladas de minerales por año y por habitante. Pero además, no podemos pensar tampoco en seguir siendo nosotros los que hacemos posible que ellos consuman esas cantidades, vendiéndoles a precio de regalo nuestros propios recursos. Y aquí es donde el conflicto se agudiza.
Y con esto llegamos a otro punto central: los países centrales son países beligerantes. Su política es una política fundada en el uso de la fuerza. Una política guerrera. Y la guerra, la preparación para la guerra, las reservas en oro, la fabricación de armamento, el parque, consume enormes cantidades de recursos que a nadie aprovechan.
— ¿Lo que vos decís, entonces, es que el problema pasa por combatir la inequidad y por recuperar la soberanía plena, además de promover un orden político que no esté fundado en la producción constante de conflictos armados??
— Así es. Así es. A lo que hay que agregar que estamos en un momento planetario tan crítico que si nosotros no explicamos ?desde el punto de vista de la ecología social? que el planeta ha colapsado –ya ha colapsado–, no podemos hacernos entender por una cantidad enorme de gente que apenas sobrevive. La primera prioridad es cuidar el planeta que tenemos. Cuidar la tierra y sus recursos. En Patagonia lo vemos con el caso de la capa de ozono. Hoy las flores duran menos, es difícil soportar el sol, el ganado se queda ciego.
Y esto no se puede resolver a nivel local. Hay que resolverlo a nivel mundial. Los poderes fácticos del planeta ?los poderes económicos y muchas veces los poderes políticos- niegan sistemáticamente la catástrofe en la que estamos embarcados y que promovemos a diario manteniendo un orden económico como el nuestro. Una economía manejada por unas pocas grandes corporaciones que instalan sus necesidades y sus intereses como los intereses y las necesidades dominantes, incuestionables. Estamos en un mundo dominado por las corporaciones. Si no denunciamos esto y no lo combatimos, vamos a la perdición.
http://www.elgritoargentino.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=151:reportaje-a-javier-rodriguez-pardo-la-destructiva-politica-de-las-grandes-corporaciones&catid=31:reportajes&Itemid=8
Ya hemos recomendado muy especialmente este espacio que es el Grito Argentino, con excelentes, documentados artículos, la gente de las comunidades de Argentina nos hicieron descubrir, sobretodo la gente de la mítica y martirial Parroquia de Santa Cruz??a través del entrañabilisimo Ricardo Coreano??incluimos todo este artículo, porque merece ser leído a fondo y le agregamos un comentarito reflexivo??pero les pido que los lean con atención??existen entre sus líneas, muchas de las circunstancias que modelarán el futuro?? por ahí va el aporte con nuestra reflexión??DOS COSAS IMPORTANTES LES ALENTAMOS A LEER EL GRITO ARGENTINO MUY ESPECIALMENTE http://www.elgritoargentino.com.ar/index.php
Y seguramente verán que repetimos la frase de Isabelle Stengers??seguramente, es porque dice una verdad tan grande, que debe ser repetida??cosa que también los alentamos a Hacer??
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EL FUTURO LO CONSTRUIMOS JUNTOS??O TAL VEZ NO HAYA FUTURO??
??cualquiera sea la estructura (asociación, agrupación aun la más informal o partido político) en la cual han elegido comprometerse. Es al menos una de las vías hacia la ?fabricación de una convicción colectiva?? en cuanto a la necesidad y la ?factibilidad?? de la emancipación en las condiciones del siglo XXI?? Isabelle Stengers
Montevideo, 7 de enero de 2010 ? Gabriel Sánchez
Sin lugar a dudas hoy más que nunca los pueblos necesitamos tomar conciencia, que si no modelamos el futuro, que si no nos ponemos a construirlo tal vez no haya futuro, hoy como nunca, la incapacidad de quienes tienen el poder en el mundo, prisioneros de las dinámicas capitalistas, son incapaces de articular los cambios mínimos para asegurarnos que este planeta azul, no pierda a una nueva especie??la especie humana??
Pero surge una pregunta entre muchos?? ¿Cómo?, como cambiar la dirección de un tren que desbocado y sin conductor, se desliza por la vía a altas velocidades??La historia parece una dinámica imparable, con una lógica que parece llevarnos hacia la tragedia, lo que es más patético es que quienes podrían pararla, por tener el poder y el conocimiento para hacerlo, no lo hacen??y existen multitudes especialmente en los países desarrollados que no han tomado conciencia de lo que se viene??y de la necesidad de incidir para cambiar rumbos??
Esta circunstancia se da porque nos han introyectado que los manejo del poder esta lejos de nuestras manos, PERO NO ES ASÍ, SI NOS UNIMOS, SI LOS PUEBLOS TOMAN CONCIENCIA EN QUE UNIDOS, SON LOS UNICOS QUE REALMENTE PUEDEN CAMBIAR LA HISTORIA Y LA REALIDAD QUE NO EXISTE FUERZA M?S GRANDE QUE LA QUE TIENEN LOS PUEBLOS UNIDOS??
Pero como nos dice una de las voces más esclarecidas de Europa la Profesora y Filosofa Isabelle Stengers, es desde las pequeñas organizaciones locales, que recogen a la personas sin más poder de su unidad los pulmones desde donde daremos la batalla por cambiar la historia??Esas luchas locales por los pequeños ecosistemas locales, se vuelven de vital importancia, porque son sus equilibrios e interrelaciones las que mantienen el equilibrio global planetario, que cuando se rompa, desatara sobre los humanos, la furia descontrolada de la tragedia climática??
Tal vez aprendiendo de esas interrelaciones ecosistémicas los seres humanos debamos impulsar y hacer crecer y multiplicar las pequeñas organizaciones, movimientos y ong´s, que luchan por la protección de los modos de vida, culturas y ecosistemas de las distintas zonas, regiones y pueblos??Logrando que la información y formación llegue a la gente común de la calle, que la discusión se instale en el café y en el almacén o el supermercado??
Porque esas organizaciones están ya avanzando en buena parte del globo hacia coordinaciones nacionales e internacionales, con la finalidad de comunicar, a los pueblos y prepararnos para dar la pelea por la supervivencia??
Por eso organizaciones como la UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas), cobran una especial importancia, por que LA LUCHA POR CAMBIAR LA DIRECCI?N ESE TREN DESBOCADO QUE LLEVA A NUESTRA HISTORIA A TODA VELOCIDAD HACIA LA CATASTROFE, SE DARA EN ESAS TRINCHERAS, EN LA PELEA EN LUCHA COTIDIANA DE ESAS ORGANIZACIONES GRANDES Y PEQUE?AS??QUE PONDRAN A LOS PUEBLOS DE PIE, PARA ENGRENDRAR LA TERCER EDAD DE LA HUMANIDAD??COMO UN TIEMPO DE JUSTICIA Y RESPETO POR LA VIDA??
(Informaciónrecibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)