El futuro de España está en la agricultura, ganadería, pesca I+D, educación y sanidad -- Olivier Herrera Marín

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

He vuelto a reescribir el artículo después de recoger un par de sugerencias que me hicieron los amigos, y las anuncio, pero no las puedo desarrollar como quisiera, por espacio y tiempo y por centrarme en lo que mejor conozco de la agricultura y la sanidad, por experiencia propia.

Si algo vale/ es la piedra pequeña/ que cae en el estanque/ revuelve el cieno/ y renueva el aire.
Del poemario Besa las Estrellas. 1993

Hemos de ser conscientes de que vamos en el mismo barco, y qué es, lo accesorio y superfluo, y qué es, lo esencial. Que nos espera una economía de posguerra y subsistencia, con una EU que cruje y se rompe por sus costuras mal cosidas, en dos bloques enfrentados, el Norte y el Sur, y en los que Alemania está llamada a jugar un papel determinante, al tener ella que decidir si sigue liderando el núcleo duro de la ortodoxia financiera, la insolidaria actitud de Austria, Finlandia, Holanda, Polonia y Hungría, que llevará a ese grupo de países ricos, rubios y guapos, ufanos y seguros sí mismos, de sus seguros vitalicios y cuentas blindadas, a postrarse a los pies de la bandera USA e Inglaterra para ser la parte europea del Nuevo Eje.

Aunque en mi humilde opinión mejor le iría Alemania y mejor nos iría a todos, si ella entiende a tiempo, que su mejor apuesta de futuro está en su fraternal unión con los pueblos de la cuenca Mediterránea, del sol y del agua limpia, que le ofrecen los mejores, más sanos y sabrosos frutos del mar y de la tierra. Lo más esencial, vital, para crecer y vivir en harmonía, paz y libertad, consigo misma y con los demás. Uniendo la suerte de su arte, lengua y cultura, a la suerte de todas las lenguas latinas y la indestructible cultura Greco Romana, que van a formar una firme e imbatible piña con Rusia y China, con el arte, la cultura y las lenguas eslavas, y con él cinco veces milenario arte, lengua y cultura del Chino Mandarín.

La Europa y el mundo que salgan de esta negra pesadilla, será muy diferente del que hoy conocemos. Desaparecerá por muchos años, si vuelve, la actual cultura del turismo de masas, sol y playa, sexo y alcohol sin freno ni conciencia cívica alguna, tal y como lo hemos vivido. Y sin los ingresos del turismo, sin los aportes de los emigrantes esparcidos por EU y el mundo, sin una industria fuerte y competitiva, sin nada de nada, que no sea el sol, el agua y la tierra, España entera, de norte a sur y de este a oeste se nos hundiría irremediablemente en el espanto de la miseria y el hambre, de no tener la suerte, de contar, con el trabajo y la ancestral sabiduría de las mujeres y los hombres del campo, y la apuesta, de sus agricultores y empresarios más visionarios, los que, pese a no contar con el debido respeto y apoyo de las administraciones autonómicas ni del gobierno de España, asumieron y asumirán, las enormes inversiones y riesgos que conlleva en un medio más bien tradicional el realizar personalmente, los cambios necesarios en I+D para situar la agricultura española a la punta de la producción y el comercio mundial. Lo que hubiese sido y sería imposible sin la elevada formación de todos los ingenieros agrónomos, peritos agrícolas, y el esfuerzo y valor de todo el capital humano de las empresas del agro, desde la producción y el tratamiento pos cosecha a sus más amplios conocimientos de los mercados de la Aldea Global; desde Canadá y USA, al Cono Sur, desde EU a China, sin olvidarnos de la cercanía e inmensidad de Rusia.

Presupuestos del 2017 y 2018: El presupuesto militar fue de 7.635 y 8.086 millones, mientras el presupuesto para Sanidad y Servicios Sociales de 4.093 y 4.251 millones respectivamente. Cuando el gobierno de un estado, sin tener ningún conflicto abierto con ningún país ni ver sus fronteras amenazadas por ninguna invasión extranjera, dedica el doble al presupuesto militar que al presupuesto de sanidad y servicios sociales, no es un gobierno realmente democrático, donde el pueblo es el soberano, y su bienestar y salud, lo primero. Dichos gobiernos de quita y pon, suelen ser adeptos a los juegos bélicos con soldaditos de plomo, y peones, al servicio del mando general de la OTAN y el Tío Sam en el tablero de la geopolítica mundial. Pobres Políticos peripatéticos, sino algo peor, que no entienden que las fuerzas armadas para poder servir eficazmente al pueblo, en caso de una catástrofe natural o una pandemia como la actual necesitaran, estar preparadas con hospitales de campaña, respiradores y equipos médicos, antes, una y cien veces, que misiles inteligentes, carros y aviones último modelo de combate.

Hoy, todos los esfuerzos y voluntades han de converger en un mismo y común objetivo, aislar y derrotar al coronavirus, y cuando lo hayamos conseguido, tiempo habrá de analizar las causas y los efectos de los errores de bulto del gobierno, y pedirle las debidas e intransferibles responsabilidades que haya que pedirle, reconociendo también sus aciertos que no todo es negro y lo hace mal, como pretenden hacernos creer los derrotistas y acosadores infames del todo vale, y caiga y arda España, si la caverna alcanza su inconfesable y último objetivo, imponernos el pensamiento único y plano de los descerebrados. Esos ciegos, sordos y mudos, que ayer dieron la espalda a la agricultura, ganadería y pesca y hundieron la sanidad pública y la educación, y que hoy siguen mintiendo más que hablan, sin pudor alguno, incapaces de reconocer la responsabilidad criminal de sus recortes en sanidad y salud pública. Recortes que hoy, nos impiden tratar adecuadamente a nuestros iguales y mayores, y tener que verles morir, sangrando el alma de desesperación e impotencia. ¡Malditos!! Sean, todos los políticos banales y venales que se han forrado con todo lo que han podido coger con sus manos-patas y picos de picazas, ese oprobio de España, esa canalla vil, culpable, más que de incompetencia e imprevisión, de haber amputado consciente y deliberadamente a la sanidad pública de todos los medios necesarios para defender a España y a todos los españoles, sin distinción de credo ni sexo ni color ni género ni bandera, ni EDAD, ante cualquier eventualidad y Pandemia. Pero ni España es suya ni se entrega, levántate brava sobre tus piedras lunares no vayas a ser esclava con todos tus olivares (Miguel Hernández)

En primer lugar, todo nuestro amor y reconocimiento a nuestros auténticos ángeles de la guarda, todo el personal sanitario y auxiliar de los hospitales, clínicas, centros de salud que hoy está en primera línea de fuego contra un enemigo invisible, implacable y mortal dando un ejemplo imperecedero de auténtica abnegación y solidario sacrificio personal. Y luego, a todos cuantos intervienen en la cadena agro alimentaria desde los surcos de la tierra y del tajo en el campo y los almacenes de empaque pasando por los camioneros, comerciales y vendedores y demás personal de los mercados y las tiendas de proximidad para que no sufran carencia de cereales, ni de frutas y verduras frescas, los hospitalizados ni los confinados. Serán la sanidad pública, y su aliada, la salud, de los frutos sanos de todas las tierras de España, con el saber hacer de la gente del mar y del campo, sus pescadores, labradores y ganaderos, todo el valor de ese intransferible capital humano, almas blancas y corazones valientes y generosos que librarán la batalla contra él corona virus evitando el colapso sanitario y económico de España.

Agricultura, ganadería, pesca, sanidad pública y educación, son los cinco pilares, fuentes de vida, salud y energía física y mental, manantiales de riqueza, que reflotarán, mantendrán y sacarán adelante a España. Nadie que se precie, consciente y decente, bajará los brazos por los abuelos, los padres, hijos y nietos, para que todos sanen y coman sano, con un vaso de leche, una tostada de pan integral con ajo y aceite de oliva o miel de romero, y 5 frutas al día.

El 3 de abril, cumplí 74 años, y llevo más de media vida dedicado a la defensa de los frutos del sol y la tierra, de la lluvia y el viento, de niño y de joven, hasta el 1970, de peón agrícola, y en los mercadillos de los pueblos de Castellón, el Baix Maestrat y la Costa de Azahar.

Excepto el año, 1963 que con 17 años, sin haber cursado estudios de medicina ejercí de enfermero e instrumentista con el Dr. Cirujano Enrique Boldo y el Dr Ginecólogo Angel Caballero en la clínica del Doctor Monegal en Tortosa, y si no seguí, pudiendo llegar a ser un buen cirujano, no fue por falta de vocación, ni porque no hubiese podido hacer toda la carrera de medicina, con prácticas intensivas desde el primer día en los quirófanos del hospital San Juan de Dios de Barcelona, fue porque aun siendo profundamente cristiano, y pudiendo trabajar codo a codo, los codos, mano a mano, las manos, con los hermanos, no me veía haciendo votos de castidad y abrazando la Orden Religiosa.

Del año 1991, hasta hoy, en la importación y venta de la fruta de España, Portugal y Latinoamérica para Perpiñán y el MIN de Rungis en Francia, Bélgica y Alemania.

los placeres de la naturaleza – Fresal