Enviado a la página web de Redes Cristianas
La mayoría de los políticos de cualquier signo preguntados; por supuesto los miembros del gobierno y cómo no el presidente; y la mayoría de los periodistas que salen a la palestra afirman que el escrache es antidemocrático… ¿Acaso no es antidemocrático abusar de la mayoría absoluta y hacer una política absolutamente contraria a las promesas en cuya virtud obtuvo la gobernación el partido en el gobierno y sus figurantes?
Pues ya que hablamos de matrimonio, imaginemos que dos personas lo contraen basándolo en promesas, ella de fidelidad y él más concretas, como la promesa de obsequiar a la esposa con la vida en un palacio, rodeada de servidumbre y el trato de una reina… Y luego resulta le hacer vivir en un chamizo, quedando reducido todo lo prometido en una vida miserable y además vejada constantemente su inteligencia y sensibilidad… ¿Quién se atreve a sostener que ella no tiene derecho a divorciarse del impostor, a pedir a la justicia el resarcimiento por el quebranto de las promesas y el daño moral recibido?Y si no, ¿quién le negará el derecho a protestar y a hostigarle hasta ser condenado al divorcio? Pues esa es la relación que hay entre los políticos del partido elegido para gobernar y la ciudadanía que les eligió…
Sin embargo, la relación entre gobierno y ciudadanía es la de un matrimonio que vive cada uno su vida, pero él no permite el divorcio formal hasta que pase el plazo de matrimonio pactado, dejando mientras tanto a la ciudadanía en el más absoluto abandono.
¿Es democrático seguir manteniedo el papel nominal del gobierno como amante esposo, y sin embargo antidemocráticas las protestas de la ciudadanía por la vejación genérica y el dolor específico causados por el esposo a través de expolios directos, del expolio indirecto que hay en la malversación y en el derroche, y de expolios consentidos a miembros de la banca maquinadores de operaciones fraudulentas?
Este modo de razonar no puede seguir así. Los periodistas y políticos que no tienen el propósito de pastelear con el partido del gobierno o no temen perder su asistencia a los debates, debieran insistir en esta argumentación. Si no, empezaremos a pensar también que simulan estar en contra del partido del gobierno pero para protegerlo de alguna manera: justo lo que hacen los periodistas de la derecha y justo lo que hacen los personados como acusación particular en procesos penales abiertos contra el partido o contra miembros relevantes del partido…
29 Marzo 2013.