Micheletti pide al presidente depuesto, que inicia su viaje de regreso desde Nicaragua, que evite generar más violencia y le anuncia que lo detendrá
El Gobierno interino de Honduras ha reforzado con policías y militares la frontera con Nicaragua, en previsión del intento de entrada del presidente depuesto, Manuel Zelaya, que planea regresar este fin de semana al país del que fue expulsado por un golpe de Estado el pasado 28 de junio.
Costa Rica fracasa en su intento de mediar entre los bandos hondureños
Castro arremete contra EE UU y Arias por apoyar a los golpistas
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zalaya, ha salido de la embajada hondureña en la capital de Nicaragua hacia un lugar próximo a la frontera desde donde tiene previsto realizar un segundo intento de entrar en su país. A su salida de la sede diplomática, Zelaya estuvo al frente de una caravana de automóviles en la que viajan periodistas que cubren el recorrido del mandatario derrocado. – VNEWS
Desde la ciudad nicaragüense de Estelí, a unos 150 kilómetros de la frontera con Honduras, Zelaya ha iniciado el regreso y se espera que para este viernes concluya su trayecto aunque aún no ha definido por dónde piensa atravesar la frontera de más de 900 kilómetros entre ambas naciones.
El mandatario depuesto ha comenzado su recorrido con una caravana de 30 vehículos que se encontraba rodeada de cientos de seguidores. A su lado viajaba el ministro de Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, en lo que representa su segundo intento por regresar a Honduras después de que el pasado 5 de julio Aeronáutica Civil le impidiera aterrizar en el aeropuerto de Tegucigalpa.
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, que ordenó reforzar las fronteras, ha pedido a el depuesto mandatario que desista de su propósito porque ocasionará más violencia.
Micheletti ordenó ayer el toque de queda en las inmediaciones de la frontera para impedir que los simpatizantes de Zelaya acudan a su encuentro. Después de esta orden, hay soldados y policías apostados en las carreteras que dan acceso a los puestos fronterizos, en especial la ciudad aduanera de Las Manos, a unos 100 kilómetros al sureste de Tegucigalpa. El paso hacia esa localidad ha sido suspendido lo que obligó a cientos de simpatizantes de Zelaya a trasladarse al municipio de El Paraíso.
«Desista de causar violencia»
Hoy, en una entrevista que hoy publica el diario chileno La Tercera, Micheletti le insta a que «evite esa provocación y desista de su pretensión de causar violencia». También advierte al presidente depuesto de que, en caso de que cruce la frontera, lo hará detener, porque hay una orden de arresto contra Zelaya por «al menos 15 delitos».
Zelaya ignora la advertencia y desde Estelí, adonde llegó procedente de la embajada de Honduras en Managua, ha asegurado que no tiene miedo de regresar a su país, aunque dice ser consciente de que su vida corre peligro.
Zelaya ha pedido a los militares que no repriman a sus partidarios que se están acercando a la frontera para recibirlo y ha denunciado que se les está impidiendo el paso. «Cuantos más obstáculos les pongan, el pueblo más se va a indignar», ha dicho, en referencia al toque de queda en la frontera con Nicaragua que ayer decretó el Gobierno de Micheletti. Respecto a su previsible entrada a Honduras, Zelaya afirmó tener «varias opciones» por las que acceder en el país. «Vamos a estudiar la mejor manera».
Diálogo roto
El viaje de Zelaya se produce después de que sus representantes dieran el miércoles por fracasadas las negociaciones auspiciadas por el presidente de Costa Rica, ?scar Arias, que había presentado un plan que incluía la reposición de Zelaya como presidente de un Gobierno de unidad y la celebración de elecciones en octubre. Micheletti dice a La Tercera que está dispuesto a abandonar el Gobierno para facilitar uno de unidad, pero se niega a que sea Zelaya quien lo dirija.