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El dinero de esta crisis nadie lo quemó pero sí lo comió: ¿dónde lo tienen?
La violencia económica estructural de nuestro país, capitaneada por la banca, no está llevando a nadie a matar, pero sí a matarse. Van ya cientos de suicidios y sufrimientos incotables.
Todos los sectores sociales (enseñantes, sanitarios, investigadores, empleados públicos, estudiantes, obreros, inmigrantes, jueces y fiscales, etc.) están en lucha por calles y plazas. No están los eclesiásticos, pues para ellos no hubo recortes en los presupuestos del estado. Por pura decencia solidaria deberíamos estarlo.
En cuanto a su relevancia económica, según un informe de la ONG Intermón Oxfam, los paraísos fiscales ocultan una tercera parte del PIB mundial (cerca de 24 billones de euros). Mirando hacia España, habría que señalar que según el estudio del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa con información relativa a 2011, un total de 33 de las 35 empresas del IBEX 35 (el 94%) tienen presencia en paraísos fiscales. Solo con la mitad se resolverían todos los problema económicos de la humanidad, y si detrás de cada problema económico hay casi siempre un problema humano, se resolverían también casi todo los problemas humanos.
Los expertos que hace varios años veían venir la crisis no dijeron nada porque deseaban que viniera, y los banqueros de EE.UU. se convirtieron en los más agresivos del mundo. Ellos saben muy bien que para controlar un país, lo mejor es mantenerlo endeudado y empobrecido: quien controla tus dineros y tus deudas te controla a ti. El dinero de esta crisis nadie lo quemó, pero lo comió: está bien guardado donde solo los que lo tienen saben bien dónde está. No tienen más dios ni patria que el dinero, no les importa nada más. Están saliendo de España miles de millones para los paraísos fiscales y nadie hace nada para impedirlo, y para los que lo quieran tener aquí se ha creado una sociedad (LAS SICAV)donde pueden invertirlo a partir de 2 millones de € (¿quién los tiene?), por el que pagan solo el 1 % de impuestos, mientras las pequeñas empresas y negocios tiene que tributar al 35 %.
El cineasta Pedro Almodóvar, la presentadora de televisión Ana Rosa Quintana y el ex jugador del Real Madrid, Fernando Morientes, no necesitan tener su dinero en un paraíso fiscal, porque lo tienen aquí en España, y sólo tributan el 1% por él, a diferencia de lo que le sucede a cualquier otro español. No son los únicos, ya que personajes de la élite financiera como la ex ministra socialista Mercedes Cabrera, el directivo del Málaga Fernando Hierro o la mediática familia Polanco también. Y todo legalmente, sin tener que llevarse el dinero fuera de España
Se habla de políticos corruptos, pero poco de los corruptores, porque si el corrupto gana 10 el corruptor gana 100. En España, unos cuantos cientos de políticos que se dejan corromper, hacen que la valoración de la política y los políticos, esté por los suelos. Así no vamos a ninguna parte. La corrupción está tan generalizada que parece que ya está instalada en todas las clases sociales, y hacemos tan poco contra ella, que le dejamos actuar en la sociedad como si nada. Se toman muchas decisiones negativas para los de abajo, pero favorables para los de arriba: para rescatar bancos y cajas cuya gestión fue intencionadamente desastrosa hay miles de millones, pero para los ciudadanos de a pie, no hay más que restricciones y recortes, incluso en los servicios más básicos, a la vez que los altos directivos de esos bancos y cajas se blindaron con millones de €, y se fueron a sus casas tranquilamente, sin ser ni investigados, ni encausados, ni mucho menos pisar la cárcel.
Afortunadamente la violencia económica estructural de nuestro país, capitaneada por la banca, no está llevando a nadie a matar, pero sí a matarse. Es una gran tragedia. Precios por las nubes, salarios inmóviles o reducidos(entre los más bajos de Europa), y récord de impuestos. Con este panorama desolador, algunos confiesan que tienen que hurtar productos alimenticios en los supermercados para poder sobrevivir. Por si fuera poco, las familias no gastan ya. Muchas viven de la menguada pensión de los abuelos. Es el peor momento en relación con el consumo en muchos años.
Nos dicen desde el gobierno que pronto se va a notar la mejoría, pero lo cierto es que no hay sector social que no esté en lucha: los enseñantes, los sanitarios, los investigadores, los empleados públicos, los estudiantes, los obreros, los inmigrantes. No están en lucha los eclesiásticos, pues para ellos no hubo recortes. Por decencia tendríamos que hacerlo, por lo menos en solidaridad con todos los demás sectores.
El neoliberalismo ha barrido de calle de las mentes y del corazón de muchas personas que dirigen los destinos económicos y políticos de los países desarrollados los grandes valores de la ética, la honestidad, la honradez, la justicia, los valores cívicos, la austeridad, la fidelidad a la verdad… Sin recuperarlos no saldremos de la crisis.
Solo el pueblo unido conseguirá no ser vencido. Hoy hemos visto muchas manifestaciones y pariticipado también en la de Gijón, pero hay mucha gente que ni se entera. Saludos cordiales.-Faustino
