Javier Baeza, párroco del centro pastoral San Carlos Borromeo, lleva treinta años luchando por los desheredados de Madrid
El taxi arranca en la plaza de Callao, con destino al barrio de Entrevías. Cuando llega a la parroquia de San Carlos Borromeo, el conductor les dice a los clientes:
– Dadle recuerdos a Javi, que yo he vivido con él.
Javier Baeza (Madrid, 1967) acoge en su casa a chicos con problemas. No es un eufemismo, porque estos han ido cambiando con el paso del tiempo. Al principio, era él quien buscaba a los chicos, pero luego los problemas lo buscaron a él. La calle (o sea, la droga) lo llevó a la cárcel, y la cárcel, al sida: toxicómanos, sirleros, presos y seropositivos. Luego llegaron los menores que huían de los reformatorios, que cedieron el testigo a los menas (acrónimo de menores extranjeros no acompañados). ?Finalmente, ellos nos trajeron a los migrantes adultos??, explica Baeza, que pronto cumplirá tres décadas ayudando a los excluidos.··· Ver noticia ···
Registrarse
¡Bienvenido! Ingresa en tu cuenta
¿Olvidaste tu contraseña? consigue ayuda
Recuperación de contraseña
Recupera tu contraseña
Se te ha enviado una contraseña por correo electrónico.
