«Si un sacerdote puede ser maestro, médico o abogado, ¿por qué no puede ser alcalde, concejal, senador o diputado?»El PSdeG pide explicaciones al obispo por la suspensión de Antonio Fernández. José Luis Torres, que dejó el sacerdocio en 2007 para presentarse a las elecciones en Cómpeta (Málaga) y ocupa la Alcaldía desde entonces, ha pedido hoy que se sea más «flexible» en casos como el del sacerdote suspendido en A Gudiña (Ourense) tras obtener el acta de edil por el PSOE.
En declaraciones a Efe, Torres ha asegurado que la religión no puede ir en contra de la Constitución y no se puede impedir a un ciudadano representar a sus vecinos en una institución pública.
«Si un sacerdote puede ser maestro, médico o abogado, ¿por qué no puede ser alcalde, concejal, senador o diputado? ¿Qué hay de malo en ello?», se ha preguntado el regidor de Cómpeta, que se presentó en la candidatura del PP.
Torres ha manifestado que, en algunos casos, se ha llegado a interpretar el Derecho Canónico e incluso a cambiar determinados artículos según las circunstancias pastorales.
Por ello, considera que en asuntos como el del cura de Ourense, que ha terminado renunciando a su acta de edil tras ser suspendido por el Obispado, «se puede ser más flexible», y ha recordado las palabras del cardenal Carlos Amigo Vallejo, que decía que un sacerdote podía presidir una Alcaldía sin colgar los hábitos.
No obstante, el regidor de Cómpeta, que sigue vinculado a la Iglesia católica como sacerdote, aunque retirado del ejercicio de funciones ministeriales, entiende que es «muy difícil» compatibilizar ser alcalde con el cumplimiento del ministerio pastoral.
«Más vale llevar una cosa sola y bien llevada que las dos y mal, aunque sí se puede ser concejal y párroco al mismo tiempo», ha advertido Torres, que ha insistido en que un «alcalde puede salvar almas desde la Alcaldía, dignificando y enriqueciendo la vida de los ciudadanos, la de sus feligreses y la de los que no necesitan el consuelo de la religión».
El alcalde ha agregado que los sacerdotes no deben permanecer indiferentes ante las situaciones de injusticia que se presentan en la sociedad y ha animado a sus compañeros a inmiscuirse en todas las realidades sociales.
«Es hora de hacer realidad las palabras de Pablo VI, que dijo que el mundo necesita más testigos que maestros y quién mejor que un cura para defender los intereses de un pueblo y de sus ciudadanos», ha sentenciado Torres.
Por su parte, el secretario de Organización del PSdeG, Pablo García, ha remitido este martes una carta al obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, para solicitarle una reunión en la que «explique» los motivos que le llevaron a suspender a Antonio Fernández Blanco del ejercicio del sacerdocio por haber sido elegido edil en A Gudiña (Ourense) desde las filas socialistas.
En la misiva, a la que tuvo acceso Europa Press, el responsable de Organización del PSdeG expone su pretensión de analizar con el alto cargo eclesiástico «la consecuencia de su decisión», por la que Fernández Blanco decidió renunciar a su acta de concejal a fin de poder reincorporarse a su puesto. Mientras tanto, los feligreses de sus cuatro parroquias anuncian su intención de no volver a misa hasta que sea restituido.
«La organización política que represento no logra entender cuáles pueden ser los motivos por los que un sacerdote, en un Estado de Derecho, no puede compatibilizar su labor de legítima representación de los vecinos con la tarea de sacerdote», cuestiona Pablo García, para quien ejercer como concejal supone buscar «mejor calidad de vida y mayor y mejor bienestar de las familias» del municipio.
Es por ello que el dirigente socialista demanda «una reunión o conversación» con el obispo al objeto de «comentar y explicar las causas por las que se adoptó esta decisión».
En días pasados, una vez conocida la decisión del Obispado de Ourense de suspender del ejercicio pastoral a Antonio Fernández Blanco amparándose en el Código de Derecho Canónico –que impide a los sacerdotes «aceptar cargos públicos que llevan consigo una participación en el ejercicio de la potestad civil» y «participar activamente en partidos políticos»–, el senador socialista Miguel Fidalgo subrayó que su partido «no puede aceptar» este extremo.
De hecho, avanzó su intención de recurrir, «si hace falta», al Tribunal Constitucional para determinar que «ni la Iglesia Católica ni ninguna otra creencia religiosa» puede privar a sus miembros de los derechos «más elementales».
Todo ello, después de que la diputada autonómica por Ourense María Quintas recordase que «sacerdotes significados de esta provincia sí hicieron campaña para el PP y uno de ellos fue concejal por este partido en Castrelo do Val».
Se trata de Julio Rodríguez, quien compatibilizó su cargo como sacerdote con una concejalía en esta localidad ourensana. De hecho, entre 1991 y 1995 ostentó la portavocía al ser el cabeza de lista del PP; mientras que entre 1995 y 1999 bajó puestos y figuró únicamente como edil.
(Rd/Efe/Ep)