¿ Cuando la cárcel humaniza?
Como se sabe las instituciones totales y los que trabajamos en ellas tenemos serias dificultades para demostrar como nuestro trabajo no es el del verdugo y en serio es rehabilitador.
Conviven con nosotros algunas preguntas que agradecemos enormemente la iniciativa de nuestros superiores de escucharlas.
Por ejemplo:
No sabemos por qué razón histórica la visita familiar en todos los penales de la provincia de Buenos Aires y probablemente del país, es vivida como una estrategia pedagógica de premio y castigo, si el interno se ha desenvuelto correctamente con parámetros reconocidos por las autoridades a su cargo, conforme a criterios de conducta objetivos. Cómo hacer para disminuir la situación de daño moral y espiritual del que es corregido privándolo de la visita de su familia, cómo hacer para que la familia del interno no reciba más daño moral y espiritual. Cómo enseñar a distinguir a un agente penitenciario lo que es un derecho inalienable del que no lo es.
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4. En el personal penitenciario se observa un cansancio por el régimen laboral al que se ve sometido. Se observa vulnerado el necesario descanso frente a una tarea altamente estresante. Se observa también la realización de tareas altamente tediosas y rutinarias como es el caso de abrir y cerrar candados o estar parados durante horas en un mismo lugar. En esas situaciones se sabe que se es particularmente vulnerable al uso adictivo de la televisión chatarra y a transacciones comerciales poco clara venta de celulares requisados, películas, sustancias prohibidas, tarjetas telefónicas, etc.)
En estas problemática sería altamente estimulante que los profesionales de la seguridad estudiasen una carrera universitaria que les elevara el nivel cultural, a fin de promoverlos espiritualmente y que por los premios que recibieran les incrementaran el crédito de un modo lícito. En nuestra cárcel, -Unidad nº 24- los agentes penitenciarios que estudian son muy pocos y todos relatan las enormes dificultades con las que se encuentran al momento de tener que estudiar o rendir un examen, más que encontrar apoyo , desde lo institucional se los desalienta. Con quién pensar el mejoramiento de la calidad de vida de los penitenciarios y estructuras, alarmantes por lo depresivas (recordemos que en la unidad 24 de Florencio Varela se suicidaron 20 agentes en un período de catorce años).
5. Es conocido que en las unidades de la provincia de Buenos Aires, sólo un 10% de la población carcelaria realiza trabajos productivos, y que perciben por ello un peculio relativamente estimulante. Al encontrarse en una situación de desmantelamiento los talleres de las cárceles, y al estar la mayoría de los internos en situaciones ociosas y de mayordomía, las expectativas de promoción humana de los internos se depositan en la escuela. Sin embargo la población que asiste de manera regular es muy poca en relación a la población total. Si miramos los aspectos funcionales encontramos desajustes que desalientan la asistencia de los internos como el hecho de que los saquen de la celda, desengomar, en horarios que no les permiten ni desayunar, ni higienizarse adecuadamente.
Muchos denuncian que con demasiada frecuencia no se los va a buscar para asistir a la escuela, por razones que desconocen. Nadie sabe a ciencia cierta porque no se da clase los jueves y como la visita compromete la única actividad cultural claramente rehabilitadora. La situación se agrava en el caso de los estudiantes universitarios que al momento de tener que rendir examen no son trasladados. Cómo hacer un contralor del daño moral de los que no pudieron dar examen o una auditoria de las herramientas de trabajo robadas en los talleres (en la unidad 24 conseguí un subsidio para una carpintería de la cual no queda ni una sierra). Llama también la atención observar, que lo que constituye parte del equipamiento escolar se encuentra distribuido a lo largo y ancho de la unidad carcelaria para cubrir necesidades de equipamiento carcelario.
6. En materia de salud se suele decir que las cárceles son un reflejo de la sociedad en que vivimos y que hay una medicina para ricos y otra para pobres. No siempre estos discursos se verifican en las cárceles donde, por ejemplo, muchos internos tienen historia clínica, conocen y hablan de su estatus inmunológico, pero se autodescriben en relación a algunas enfermedades crónicas y algunas instancias agudas en una situación que ellos denominan ?sortija?? (llamar una hora al guardiacárcel para conseguir que lo saquen y llevarlo a enfermería y encontrarse con un preso que les da un analgésico ante la ausencia de los profesionales sanitarios). De cara al sufrimiento crónico por ejemplo se sabe que hay una oculista pero nadie sabe ni el día ni la hora en que atiende.
Otro aspecto en que no es comparable la cárcel con la sociedad es que en estos últimos veinte años se han desarrollado dispositivos de contención y saneamiento espiritual y emocional que trascienden el ámbito de las iglesias, citamos el caso de los grupos de autoayuda, de los grupos operativos, de los talleres de contención, de las terapias convencionales y no convencionales para tratar los trastornos de ansiedad y depresión tan comunes en espacios de encierro y hacinamiento.
En estos últimos diez años las religiones cristianas en su doble vertiente católica y pentescostal y el hinduismo en los retiros que hizo El Arte de Vivir, hacen un aporte significativo al cuidado emocional de los internos pero me pregunto por qué no pasa lo mismo en el cuidado psicológico de internos y del personal, por qué no hay grupos de autoayuda y de contención. En Europa, por ejemplo, el 40% de los violadores está en protocolos de psiquiatras y psicólogos ¿Por qué no lo están en la provincia de Buenos Aires? ¿Cuál es la racionalidad científica y bioética que los pone en el pabellón de homosexuales?
¿Cuáles son las estrategias para optimizar el trabajo de psicólogos y psiquiatras para bajar los índices de adhesión a las substancias pajarito internos cerveza personal y la violencia familiar de los internos y el personal?¿Cómo hacer que los psicólogos y los psiquiatras se empoderen aún más y y optimicen sus estrategias terapéuticas para la prevención primaria y secundaria de dichas dolencias marcadas por el sobreestres?