El Concilio y el Pueblo de Dios… -- Gabriel Sánchez (Montevideo-Uruguay)

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Precisamente, una de las cuestiones sobre las que el Papa insiste especialmente en la carta es que el levantamiento de la excomunión no ha supuesto la integración de la Fraternidad fundada por monseñor Marcel Lefebvre en la Iglesia, sino todo lo contrario.
El levantamiento de la excomunión ?afecta a personas, no a instituciones??, insiste Benedicto XVI, admitiendo que este punto no quedó suficientemente aclarado en la medida adoptada el pasado 21 de enero de 2009.

El Papa insiste en varias ocasiones en la medida disciplinaria, a la que afecta la excomunión, y el ámbito doctrinal: ? La remisión de la excomunión era una medida en el ámbito de la disciplina eclesiástica: las personas eran liberadas del peso de conciencia constituido por el castigo eclesiástico más grave??.

?Es necesario distinguir entre el nivel disciplinar, que concierne a las personas como tales, y el nivel doctrinal en el que se ponen en cuestión el ministerio y la institución??.

El levantamiento de la excomunión, añade, ? tiende al mismo fin al que servía la sanción: invitar a los cuatro obispos una vez más a volver. Este gesto era posible después de que los interesados hubieran expresado su reconocimiento en línea de principio del Papa y de su potestad de Pastor, aunque con reservas en materia de obediencia a la autoridad doctrinal y a la del Concilio??.

Sin embargo, el nudo doctrinal sigue aún sin resolver, explica el Papa: ?El hecho de que la Fraternidad San Pío X no posea una posición canónica en la Iglesia, no se basa al fin y al cabo en razones disciplinarias sino doctrinales??.

?Para precisarlo una vez más: hasta que las cuestiones relativas a la doctrina no se aclaren, la Fraternidad no tiene ningún estado canónico en la Iglesia, y sus ministros, no obstante hayan sido liberados de la sanción eclesiástica, no ejercen legítimamente ministerio alguno en la Iglesia.??, insiste el Papa.

Doctrina de la Fe
El Papa anuncia en su carta cuál va a ser el procedimiento por el que se va a afrontar la cuestión doctrinal, y que pasa por vincular la Comisión Pontificia ?Ecclesia Dei??, que preside actualmente el cardenal Darío Castrillón, a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
?Con ello queda claro que los problemas que deberán tratarse ahora son de naturaleza esencialmente doctrinal y tienen que ver sobre todo con la aceptación del Concilio Vaticano II y con el magisterio post conciliar de los Papas??, explica Benedicto XVI.

Esta Comisión, que creó el papa Juan Pablo II al día siguiente de consumarse el cisma, el 2 de julio de 1988, con el Motu proprio ?Ecclesia Dei??, ha tenido como objetivo, desde su creación, a las comunidades afectadas por la excomunión a monseñor Lefebvre a volver a la comunión con la Iglesia.

A través de la Congregación, se solicitará la participación de los obispos de todo el mundo, a través ?de los organismos colegiales con los que la Congregación estudia las cuestiones que se presentan??, y que garantizará ?la implicación de varias Congregaciones romanas y de los representantes del Episcopado mundial en las decisiones que se tomen??, afirma el Papa.
?No se puede congelar la autoridad magisterial de la Iglesia al año 1963 ? esto debe quedar muy claro a la Fraternidad??, añade.

Reflexión sobre el Concilio
En su carta, el Papa se remite a una de las cuestiones claves, y es al modo en que el Concilio debe ser entendido. Aunque brevemente, Benedicto XVI se remite así al contenido del Motu Proprio ?Ecclesia Dei?? de Juan Pablo II, que trataba ampliamente esta cuestión.
?A algunos de aquellos que se distinguen como grandes defensores del Concilio, debe también recordárseles que el Vaticano II lleva en sí la entera historia doctrinal de la Iglesia??, aclara el Papa. ?Quien quiere ser obediente al Concilio, debe aceptar la fe profesada en el curso de los siglos y no puede cortar las raíces de las que vive el árbol??.

Precisamente, esta cuestión era clave en el Motu Proprio de Juan Pablo II, en el que por un lado advertía a los cismáticos sobre la ?contradicción?? de su postura, al mantener ?una noción de Tradición que se oponga al Magisterio universal de la Iglesia, el cual corresponde al Obispo de Roma y al Colegio de los Obispos??.
?Nadie puede permanecer fiel a la Tradición si rompe los lazos y vínculos con aquél a quien el mismo Cristo, en la persona del Apóstol Pedro, confió el ministerio de la unidad en su Iglesia??, aclaraba el texto.

Sin embargo, el Motu Proprio también hacía un llamamiento a los fieles a ?una reflexión sincera y profunda sobre su fidelidad a la Tradición de la Iglesia, propuesta auténticamente por el Magisterio eclesiástico, ordinario o extraordinario, especialmente en los Concilios Ecuménicos desde Nicea al Vaticano II??.

?De esta meditación todos debemos sacar un nuevo y eficaz convencimiento de la necesidad de ampliar y aumentar esa fidelidad, rechazando totalmente interpretaciones erróneas y aplicaciones arbitrarias y abusivas en materia doctrinal, litúrgica y disciplinar??, añadía el texto.
Especialmente, Juan Pablo II pedía a los teólogos y expertos ?un nuevo empeño de profundización, en el que se clarifique plenamente la continuidad del Concilio con la Tradición, sobre todo en los puntos doctrinales que, quizá por su novedad, aún no han sido bien comprendidos por algunos sectores de la Iglesia??.

Esta decisión de Benedicto XVI de remitir la cuestión a la Congregación para la Doctrina de la Fe supone por tanto una nueva clarificación, para toda la Iglesia, sobre el Concilio Vaticano II y su continuidad con la Tradición de la Iglesia, que implicará a teólogos y obispos de todo el mundo.
http://www.zenit.org/article-30490?l=spanish

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EL CONCILIO??Y EL PUEBLO DE DIOS??12. El pueblo santo de Dios participa también del don profético de Cristo, difundiendo su vivo testimonio, sobre todo por la vida de fe y de caridad, ofreciendo a Dios el sacrificio de la alabanza, el fruto de los labios que bendicen su nombre (cf. Hebr., 13,15). La universalidad de los fieles que tiene la unción del Santo (cf. 1Jn., 2,20-17) no puede fallar en su creencia, y ejerce ésta su peculiar propiedad mediante el sentimiento sobrenatural de la fe de todo el pueblo (Lumen Gentium Nº 12)

Montevideo, 13 de febrero de 2009 ? Gabriel Sánchez

En primer lugar, nos parece una bien intencionada practica la de recepcionar los clamores del pueblo de Dios por parte de Pedro, valorable el gesto de acercamiento fraternal que intenta dialogar, explicar, profundizar, reflexionar??pastorear??nos gustaría que esto inaugurara una practica de escucha de ese clamor??y de diálogo??hay una intencionalidad compartible en unir??en sanar??en acoger??pero esto nos genera varias interrogantes que quisiéramos con mucho respeto y con el animo de tender puentes, crear corrientes y redes de dialogo, que no es aceptar todo lo que se nos aporta acríticamente, aunque pensemos-sintamos- diferente??sino establecer un dialogo en libertad, diálogo de hermanos??que más allá del lugar desde donde nos toco servir??eso somos??

He aquí el núcleo del problema planteado, en el tema los lefrevianos, que estimamos supera el tema coyuntural en si y es ?es al modo en que el Concilio debe ser entendido.??, como nos dice el Papa, y existen algunos temas que ha quedado planteado desde el pontificado de Juan Pablo II y que en muchos aspectos significó una ruptura con la recepción pastoral que el pueblo de Dios en casi todo el orbe había realizado del Concilio Vaticano II??en como se entiende el Concilio Vaticano II, allí esta, el tema de la tradición??nos preguntamos. ¿Se circunscribe a toda las decisiones que revistan un cierto carácter episcopal??todo lo que se resolvió en todos los concilios forma parte de la tradición? y nos preguntamos aún más, ¿Si algunas decisiones que parecen revestir un claro carácter histórico, forman parte de la tradición de la Iglesia???En definitiva, nos preguntamos ¿Si cuando se interpretó que la Iglesia era la sociedad perfecta, eclesíologia consagrada en históricos concilios, con abundantisima normativa conciliar y magisterial al respecto, podemos afirmar??

¿ Que esto es innovado o mantenido por el Concilio Vaticano II? obviamente el Papa y el magisterio de Juan Pablo II han sostenido que se recoge toda la historia doctrinal de la Iglesia??. (En toda la historia doctrinal de la Iglesia, como bien dice el Papa, no nos quedamos congelados en el tiempo-) Y esto necesariamente muestra algo que esta lleno sentido común?? la tradición doctrinal evoluciona. (Si no fuera así ninguna instancia doctrinal podría innovar con respecto a la anterior)??, lo que nos hace entender que toda la historia doctrinal de la Iglesia, incluidas en el último Concilio, no puede significar el congelamiento??sino la evolución??de la tradición??

Justamente este debió ser (entendemos con la pequeñez de un siervo inútil) lo que se le debió exigir a la Pío X antes de levantar la excomunión??no obstante es bueno que se consigne con claridad que antes de devolver a la plena comunión a la fraternidad San Pio X, este extremo deberá quedar claro??esperamos que no sólo en las declaraciones, sino en su relacionamiento con ?el colegio apostólico????y esto necesariamente deberá incluir el cambio de practicas pastorales y teológica arcaicas,??que restablezca la comunión(con los obispos) y la claridad del mensaje que la institución eclesial da al mundo de hoy??

Ahora bien, debemos concordar con que, en el como se debe entender el Concilio, no sólo atañe a la Pio X, sino a toda la Iglesia??Existen y el Papa lo sabe, más de una forma de entender el concilio hoy en el seno de la Iglesia??Justamente, creemos que por eso el Papa, ha determinado un procedimiento metodológico de cómo el Concilio debe ser entendido doctrinalmente, para que la Pio X, acepté ese magisterio y el posterior de los Papas??y ese procedimiento ?que pasa por vincular la Comisión Pontificia ?Ecclesia Dei??, que preside actualmente el cardenal Darío Castrillón, a la Congregación para la Doctrina de la Fe.

?Con ello queda claro que los problemas que deberán tratarse ahora son de naturaleza esencialmente doctrinal y tienen que ver sobre todo con la aceptación del Concilio Vaticano II y con el magisterio post conciliar de los Papas??, explica Benedicto XVI. ?

Y además se instrumenta una participación del colegio episcopal, que cambia el carácter de la reflexión doctrinal?? ?A través de la Congregación, se solicitará la participación de los obispos de todo el mundo, a través ?de los organismos colegiales con los que la Congregación estudia las cuestiones que se presentan??, y que garantizará ?la implicación de varias Congregaciones romanas y de los representantes del Episcopado mundial en las decisiones que se tomen??, esta instancias tendrá un peso inusitado en el futuro de la Iglesia??y le parece revestir extrema importancia en la definición doctrinal, el carácter de una reunión de los representantes de todo el episcopado y de las principales congregaciones vaticanas, para entender sobre la doctrina conciliar??

Esto, más allá de cómo se le llama, tiene el peso y la importancia de un Concilio??y determinara la doctrina a aplicar sobre el Concilio Vaticano II por la institucionalidad eclesial??por mucho tiempo??y entendámoslo o no, el rumbo que tomará la institucionalidad eclesial??En esta situación que ofrece una enormidad de desafíos??y peligros??de esperanzas y sombras, deberá estar presente la reflexión de toda la Iglesia??y entendemos que en salvaguarda de la comunión, deberá permitirse la participación AMPLIA, del episcopado??no circunscripta a reglas cuyo establecimiento deje en manos del funcionamiento de la Curia Vaticana??las definiciones- que corresponden al colegio episcopal, por lo que con muchísimo respeto creemos-sentimos que las comisiones, especialmente de redacción, deberán ser comisiones votadas e integras por los obispos, por el muy simple hecho que el gobierno eclesial no sólo es realizado-sino recibido, esto desafía a cada obispo a no llevar únicamente su opinión personal, sino la de la porción de pueblo de Dios que le toca pastorear, so riesgo de romper la unidad doctrinal entre el pueblo de Dios y los episcopados??incluso estamos seguro que habrá múltiples interpretaciones dentro de las conferencias episcopales??

En primer lugar, digámoslo con el corazón en la mano, da vértigo??reconocemos el coraje del Papa en la eventualidad sin ambages, pero volvemos a apelar a la necesidad de consultar a el Pueblo de DIOS, los obispos tienen un muy buen testimonio, que consigna que ??la Iglesia debe tener un oído en el evangelio y otro en el pueblo?? Como nos ha enseñado el entrañable mártir de la Fe Mons. Angelelli.-

Y permítaseme dirigirme a su santidad??con entrañable respeto??apreciamos los gestos de reconciliación que se intentan tener, pero pedimos la universalización de los mismos, merecemos esa sensibilidad compresiva?? aún los formamos parte de la confraternidad de los que sentimos nuestra fe vivida desde la Teología de la Liberación.-

Se ha extendido desde alguna jerarquía un cierto talante en la practica pastoral con interpretaciones preconciliares??este fenómeno se esta volviendo muy traumatico para el Pueblo de Dios, pues para imponer este talante determinadas jerarquías no dudan en usar medidas disciplinares, como una guadaña, sin esa sensibilidad reconciliatoria que el Santo Padre maneja que propicia acercamientos y ?pequeñas?? o medianas reconciliaciones, que desearíamos no fuera únicamente aplicable a la Pio X, sino también para teólogos, biblistas y comunidades de la Teología de la Liberación(llámense ceb´s, comunidades populares etc.), pero esto no se verifica, asistimos por lo tanto a un tratamiento dual, -perdón y reconciliación para la Pio X y persecución para la Teología de la Liberación, esto impacta en el proceso pastoral actual de forma dolorosa, se le prohíbe en Tucumán al Padre y Doctor de la Iglesia Álvarez Valdez dar clases y emitir opiniones sobre la materia en que es doctorado, por decir que el relato de Adán y Eva son lenguaje mítico??se persigue a teólogos de la liberación como Jon Sobrino, considerándolos sospechosos, dudando de su palabra??imponiendo una férrea conducta disciplinar, que en el fondo no sólo castiga al teólogo sino la iglesia-pueblo de Dios, que es de donde el teólogo hace teología??podríamos seguir con infinidad de ejemplos, se debe tener ese talante también para nosotros??las comunidades, los teólogos, los biblistas, los eclesiólogos y los pastores en general de la Teología de la Liberación, configurando un claro proceso de acercamiento y reconciliación también hacia nosotros e incluirnos de formas creativas pero reales en esta reflexión conjunta sobre como entender el Concilio Vaticano II.-(entiéndase que este servidor, es apenas un proyecto de discípulo integrante de las comunidades??que no es ni teólogo, ni nada que se le parezca)

Parece que la reflexión del magisterio de Pedro, deja a la intemperie a los pueblos más pobres, perseguidos y sometidos al ataque de los poderosos de la tierra, pero acoge a la poderosa fraternidad Pío X??y sin embargo no ha habido una palabra para alentar la lucha que las comunidades en medio del mundo en el que intentan vivir?? en orden a su misión??si nos dejará fuera de la posibilidad de expresarnos en ese nuevo acto conciliar sobre la doctrina del concilio Vaticano II, nos estaría excomulgando de facto.-

Pero tenemos la Esperanza de que Pedro nos incluya, nos permite aportar nuestra vida y nuestras luchas, nuestros sueños y nuestras esperanza a esa reflexión ?para entender el Concilio Vaticano II ??expresándonos??la unidad en el amor no se salvaguarda ??porque parece que hace falta que Jerusalén acoga a Antioquia… (Hch 15,7-9)

Pedimos al Señor que ilumine a Pedro en su misión, tal como lo hizo desde Jope (Hch. 10, 10-16)??

Eso implicara de nuevo que la Iglesia y los apóstoles?? nos vuelvan a recibir?? (Hch. 15,4)

(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)