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El cardenal Carlo Maria Martini, en un coloquio con el cirujano Ignazio Marino que será publicado mañana en la revista ‘Espresso, «abrió» al uso de los preservativos como «mal menor» para contrarrestar el Sida. Una «apertura importante que, sin embargo, no representa desgraciadamente la posición oficial de la Iglesia», comentó el inmunólogo italiano Fernando Aiuti.

El diálogo mantenido por Marini, uno de los miembros más prestigiosos del colegio cardenalicio, y Marino, cirujano de fama internacional, hará seguramente discutir y abrirá un debate entre ciencia y fe.

En tema de bioética -de la fecundación artificial a la eugenética, de la eutanasia al abordo y la donación de órganos- el purpurado y el científico pusieron frente a frente sus convicciones en vista de un «diálogo sobre la vida».

El cardenal afirmó que en algunas circunstancias el preservativo no puede ser más que «un mal menor».

«El esposo aquejado de Sida está obligado a proteger a su pareja y éste también debe poder protegerse», dijo.

La cuestión, sin embargo, subrayó Martini, «es más bien si se acuerda que sean las autoridades religiosas las que publiciten ese medio de defensa, casi considerando que los demás medios moralmente sostenibles, incluida la abstinencia, sean colocados en segundo plano»