?Pese a los progresos alentadores, no se puede negar que, más allá de las dificultades, el diálogo ecuménico se ha estancado??, reconoció esta semana el cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, durante la inauguración de un encuentro que ha reunido en la Ciudad Condal a medio millar de responsables de las principales confesiones cristianas de Europa (católicos, protestantes y ortodoxos).
El sombrío pronóstico efectuado por el máximo responsable vaticano del diálogo con las iglesias cristianas pone de manifiesto, según sus palabras, la dificultad para hallar un camino a corto plazo que garantice la unidad en torno a la misma comunidad de fe.
Diferencias institucionales
Pese a reconocer los grandes acuerdos, como el alcanzado en torno a la Doctrina de la Justificación, y ?tras haber superado muchos malentendidos y conseguido un consenso fundamental?? en lo que une a los cristianos, ?que es mucho más que lo que nos separa??, en la actualidad ?hemos llegado al núcleo duro de nuestras diferencias institucionales y eclesiológicas??.
¿Cuáles son los objetivos del diálogo ecuménico? Para Kasper, ?no se trata de una fusión como las de las grandes empresas??, sino un intento por ?disipar los malentendidos y superar las divisiones, tendiendo a la reconciliación, que no elimina al otro ni lo hace desaparecer, sino que se reconoce en el otro??.
?Permanece un cierto sentimiento de desilusión y frustración??, apuntó el cardenal alemán, quien requirió ?un impulso más fuerte y vigoroso?? para reactivar los trabajos ecuménicos. En este sentido, Kasper recordó que ?las divisiones en el seno de la cristiandad no son debidas a disputas sobre fórmulas doctrinales divergentes, sino a una experiencia de vida que ha llevado a un alejamiento recíproco?? que, siglos después, sigue vigente. ?Así -continuó- las divisiones del pasado son el resultado de un enfriamiento del amor, y problemas que, como tales, eran solucionables, se han convertido en obstáculos insalvables, lo que ha conducido a fracturas inevitables??.
El encuentro ecuménico de Barcelona -organizado por la Delegación de Ecumenismo del Arzobispado de Barcelona y el Centro Sacerdotal Montalegre, vinculado al Opus Dei- sirve como preparación para la III Asamblea Ecuménica Europea, que tendrá lugar en septiembre en la ciudad rumana de Sibiu. Se trata de una iniciativa conjunta del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (católicos) y de la Conferencia de las Iglesias Europeas (que agrupa al resto de confesiones cristianas), que busca contribuir a una mayor comprensión y acercamiento de las diferentes confesiones cristianas.
Entre los más de 500 participantes se encontraban representantes de las distintas realidades de la Iglesia católica, así como responsable de los patriarcados ortodoxos de Constantinopla, Moscú, Rumanía y Serbia; de la Iglesia anglicana, y de comunidades eclesiales protestantes.
El acto fue inaugurado por el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, quien reclamó que ?el trabajo ecuménico cobra primera magnitud dentro de la evangelización??, recordando que ?la unidad plena de los cristianos es exigida por Jesucristo, quien pidió ?que todos sean uno???.
Para Sistach, ?la falta de unidad contradice clara y abiertamente la voluntad de Cristo, es un escándalo para el mundo y perjudica la causa del Evangelio??. Citando a Benedicto XVI, el arzobispo de Barcelona señaló que ?mientras Europa camina hacia la unidad política, ¿podemos admitir que la Iglesia de Cristo siga siendo factor de desunión y de discordia???.
Por su parte, el obispo de Urgel y delegado de la Conferencia Episcopal a la Asamblea de Sibiu, Enric Vives, animó a los cristianos a convocar y participar en este tipo de encuentros, que ?nos ayudan a todos a una mejor recepción pastoral y espiritual del bien del ecumenismo??. Para Carlos López Lozano, obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal, existen ?tres puntos en los que pueden trabajar las iglesias cristianas: orar, respetar a los que son diferentes y dialogar??.
Finalmente, Adolfo González Montes, obispo de Almería y presidente de la Comisión de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal, apuntó la urgencia de ?reivindicar la presencia de la fe en el ámbito social??, cuestión en la que coinciden las grandes confesiones cristianas en España, en un momento en que, desde las instancias políticas, se discute la privatización de las creencias.
Ilusionar con el Evangelio
Junto a las conferencias, el encuentro de Barcelona contó con una serie de mesas redondas, en las que expertos provenientes de las distintas iglesias cristianas debatieron acerca del Evangelio y de las semejanzas y diferencias entre ellas. El reverendo Antonio Cruz, pastor de la Iglesia Evangélica Unida, incidió en la necesidad de ?volver a ilusionar con el Evangelio, presentando al hombre y a la mujer de hoy, como núcleos de la fe, la muerte y la resurrección de Cristo??, así como promover ?la acción social?? conjunta.
Por su parte, el padre Dimitri Tsamparlis, vicario general de España y Portugal de la Iglesia ortodoxa griega, apuntó la urgencia de ?mejorar en la espiritualidad, que enriquece y mejora a la persona??. Finalmente, Joan García, vicario de la Iglesia ortodoxa serbia, animó a que ?se implante en la praxis del día a día la esperanza, para intensificar los contactos con objetivos concretos, no generales??.