El cardenal patriarca de Lisboa, José da Cruz Policarpo, se refirió en su mensaje de Navidad al próximo referéndum sobre el aborto y dijo que ‘sea cuales sean los motivos es siempre negar un lugar en la sociedad a un ser humano’.
El pasado 29 de noviembre, el presidente de Portugal, el conservador Anibal Cavaco Silva, optó por aceptar la celebración, el próximo 11 de febrero, de un segundo referéndum de despenalización del aborto, promovido por el gobierno socialista.
Cavaco, dirigente histórico del Partido Social Demócrata (PSD, en la oposición) pidió a los políticos que se haga una campaña ‘seria y esclarecedora’ para que la sociedad se pronuncie sobre un tema de tanta importancia ética, que sigue suscitando ‘un profundo debate’.
En su mensaje de Navidad, Policarpo dijo que los portugueses serán consultados sobre lo que calificó como ‘la legalización’ del aborto y que las mujeres no deben buscar justificaciones para negar el derecho a la vida.
Sin embargo, el pasado 28 de septiembre, en un encuentro con varios periodistas, Policarpo consideró que el tema del aborto no es un problema religioso y manifestó su deseo de que sea la sociedad civil y no la Iglesia Católica la que encabece el movimiento para pedir el voto por el No durante el referéndum.
En esa ocasión, el cardenal de Lisboa reconoció que ‘el aborto clandestino es un problema real, pero para resolverlo se pueden crear otros’.
Por su parte, el administrador apostólico de la Diócesis de la ciudad de Oporto (norte), Joao Miranda, en su homilía de hoy dijo que el aborto es ‘una práctica medieval’ y recordó cuando los recién nacidos eran entregados a los monasterios
Según Miranda, la interrupción del embarazo es un acto de ‘inmadurez’ y agregó que ‘la vida es el don más precioso que tenemos y nadie puede disponer de la vida propia y mucho menos de la vida ajena’.
El pasado 15 de noviembre el Tribunal Constitucional aprobó que en las papeletas del referéndum figure esta frase: ‘¿Está de acuerdo con la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, si la misma es realizada por opción de la mujer, en las primeras 10 semanas y en un establecimiento sanitario legalmente autorizado?.’
La celebración del referéndum fue aprobada el pasado 19 de octubre en el parlamento por iniciativa del Partido Socialista (PS) que ganó las elecciones de 2005 con mayoría absoluta.
La actual normativa portuguesa sobre la interrupción voluntaria del embarazo, de 1984, impone penas de hasta tres años a la mujer que se someta a un aborto ilegal y de dos a ocho al médico que lo practique, pero admite el aborto en las primeras 12 semanas en caso de violación, o si hay riesgo para la vida o la salud de la madre.