DOS A?OS DESPU?S DEL TSUNAMI MILES DE PERSONAS SIGUEN SIN VIVIENDAS DIGNAS

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Canal Solidario

La reconstrucción de las zonas más afectadas por el tsunami que afectó al sudeste asiático en 2004 avanza demasiado lenta y, en algunos casos, sin contar con la opinión de la propia población local, según explica Ayuda en Acción.

Cuando se cumplen dos años del tsunami que provocó 1.8 millones de desplazados y la destrucción de 580.000 hogares en el sudeste asiático, organizaciones como Ayuda en Acción informa que las labores de rehabilitación «siguen sin llegar a todos por igual», al tiempo que «insta a los gobiernos a involucrar a los propios beneficiarios en los procesos de diseño y construcción, para asegurar el éxito de los proyectos».

Según esta ONG, dos años después, 280.000 personas todavía siguen sin tener viviendas dignas y habitan en campamentos temporales o casas de familiares o amigos. Al problema de la falta de vivienda se suma el que algunas de las casas construidas no están siendo habitadas por sus beneficiarios, dado que responden a una estructura ajena a las costumbres de la zona. Y es que, el buen uso de los fondos donados por millones de ciudadanos de todo el mundo han permitido la reconstrucción de las zonas afectadas, pero en algunos casos, sin contar con la población local.

«Una de las lecciones aprendidas en la construcción de viviendas tras el tsunami es que cuando los supervivientes han participado en todos los momentos del proceso de construcción de sus hogares, hemos construido las viviendas que necesitaban, adaptadas a sus modos de vida y en lugares que les permiten continuar ganándose el sustento», explica Jacobo Quintanilla, responsable de comunicación de Ayuda en Acción en Sri Lanka. «Olvidar esto no sólo resulta una vulneración de los derechos de las personas a vivir bajo un techo digno sino que supone un futuro incierto para los proyectos de viviendas».

Indonesia y Sri Lanka, dos realidades distintas a partir del tsunami

Por su parte, la organización Acción Contra el Hambre (ACH) destaca la muy distinta evolución que han tenido los dos países más afectados por la catástrofe, que en aquel diciembre de 2004 se encontraban en medio de sendos conflictos civiles. Mientras Indonesia apuesta ahora por la paz y la estabilidad política, Sri Lanka parece abocada a una guerra civil «que deteriora la situación humanitaria día tras día e impide la reconstrucción del país».

«La Red Internacional Acción contra el Hambre ha apoyado durante estos dos años las labores de primera emergencia y rehabilitación atendiendo a 165.000 personas en Sri Lanka y 171.000 personas en Indonesia», asegura ACH.

Así, el agua, el saneamiento y la seguridad alimentaria –285.000 raciones alimentarias distribuidas en Indonesia, más de 1.500 kits de pesca y carpintería y distribución de aperos agrícolas para más de 18.500 beneficiarios en Sri Lanka– han sido los principales ejes de intervención de Acción contra el Hambre, que trabajaba en la zona desde 1996.

De este modo, los equipos de Acción contra el Hambre están finalizando sus programas de rehabilitación agrícola, agua y saneamiento y actividades generadoras de ingresos en Aceh. «Es el momento ahora de emprender la reconstrucción de infraestructuras, tarea que deberá ser acometida por el Estado indonesio», indica la ONG.

Por el contrario en Sri Lanka, donde las ONG han llegado a ser en algunas ocasiones objetivo de las partes del conflicto, el recrudecimiento de la violencia ha provocado una nueva oleada de desplazados que difícilmente pueden cubrir sus necesidades básicas. Mientras se esclarece el asesinato de 17 de los trabajadores humanitarios de Acción contra el Hambre en Mutur del pasado mes de agosto, esta organización ha decidido continuar aliviando el sufrimiento de los más vulnerables.

Más información:
Ayuda en Acción
Acción contra el Hambre