SI dices que la Cope se ha ido al monte, está montuna, sobre todo el esperpéntico Jiménez de los Santos, es muy problable que te digan ¿y la Ser qué? ¿Y TVE y RN? Aun admitiendo que las radios y televisiones gubernamentales pueden cojear hacia el poder, entiendo desde la mas absoluta imparcialidad que quiero tener, que no hay color, que la Cope se pasa. No por ella, que como órgano periodístico puede hacer y decir lo que le venga en gana, que en esa libertad estamos y para eso tiene magníficos profesionales. Lo malo es que la citada radio es la oficial de la Conferencia Episcopal.
Y yo me acuerdo del cardenal Tarancón ¿Donde esta Tarancón? ¿Donde está el espíritu del cardenal Tarancon? Que todo el mundo habla de las excelencias de la Transición española y hay que recordar que la Iglesia católica fue un pilar fundamental en ella y a su cabeza Tarancón. De quien los ultras pregonaban «¡Tarancón al paredón!»porque para ellos era rojo y demócrata.
El Gobierno, mirando la Constitución, debe ponderar las creencias y sentimientos de la mayoría del pueblo español. La Iglesia española puede y debe defender sus postulados. Puede pregonar lo que entiende por derecho a la vida de los no nacidos, el sentido del matrimonio cristiano, la formación de los niños y jóvenes, en suma puede y debe hablar y defender sus conceptos sobre el divorcio, el aborto y la educación ¡estaría bueno! pero su emisora no debe convertirse en leña y leña política desaforadamente y hasta con insultos. ¿Se imaginan ustedes que en los años de la Transición la portavocia de la Iglesia la hubiera desempeñado el entonces obispo tridentino de Cuenca Monseñor Guerra Campos famoso por sus ideas ultra conservadoras?
Me temo que en la próxima campaña electoral la Iglesia vaya a estar demasiado mojada. Y volvamos a una situación, que radicalizada, nos divida a los españoles de nuevo en anticlericales o papistas. Tema ya apulgarado en nuestra historia y que tanto sufrimiento y daño ha causado.
Mi madre que se decía » católica, apostólica y romana » si viviera ahora me diría » hijo mío no te metas con la Iglesia ¡por Dios!» Le contestaría » madre no me meto con la Iglesia, sólo pregunto que donde está el cardenal Tarancón».
