Un grupo de víctimas dijo el martes que una serie de documentos recién divulgados ratifica su afirmación de que el arzobispo de la capital mexicana sabía que un sacerdote era sospechoso de abusar sexualmente de niños, y aún así decidió transferirlo a Estados Unidos.
La Red de Sobrevivientes de Abusos de Sacerdotes (SNAP por sus siglas en inglés) divulgó correspondencia entre el arzobispo Norberto Rivera y el cardenal Roger Mahony, de Los Angeles. Reveló también un informe de la policía mexicana, emitido en 1986, donde los testigos señalan que el sospechoso pasó la noche con niños cuando era sacerdote en el estado central de Puebla.
Los documentos fueron presentados como parte de la defensa del cardenal Rivera en una demanda que se le interpuso en el tribunal superior de Los Angeles. La demanda señala que el cardenal y Mahony acordaron proteger al sospechoso, el sacerdote Nicolás Aguilar.
La SNAP representa a la víctima identificada en la demanda, Joaquín Aguilar Méndez, quien no es familiar del sacerdote acusado.
«Para nosotros (la correspondencia) es un abreojos», dijo Eric Barragán, director de la SNAP en México y América Latina.
Carlos Villa Roiz, portavoz de la arquidiócesis de la Ciudad de México, no respondió a las llamadas de The Associated Press, que le solicitaban sus comentarios. Bernardo Fernández, representante de Rivera, ha dicho que el tribunal estadounidense no tiene derecho de juzgar a un cardenal mexicano por hechos que presuntamente ocurrieron en México.
En la demanda a Rivera, Aguilar Méndez dice que Aguilar lo violó en la capital mexicana en 1994, cuando el denunciante tenía 12 años.
En 1988, Aguilar pasó nueve meses en Los Angeles, donde fue acusado después de 19 cargos de actos indecentes con un menor. Tras regresar a México, Aguilar siguió ejerciendo el sacerdocio durante años, pese a los intentos por extraditarlo a Estados Unidos.
La demanda acusa a Rivera y a Mahony de negligencia, causar intencionalmente un daño emocional, un cargo civil de complot y agresión sexual. Aguilar está acusado de agresión sexual.
El martes, en una conferencia de prensa, Aguilar Méndez dijo que Rivera es responsable de la violación porque había encubierto los delitos anteriores del sacerdote.
«Si (Rivera) hubiera hecho algo, a mí no me hubiera pasado nada», dijo Aguilar Mendez.