Enviado a la página web de Redes Cristianas
Es una pena que nos hayamos acostumbrado a escuchar y convivir con expresiones como ?sube el paro??, ?aumentan las dificultadotes para que los jóvenes puedan encontrar su primer puesto de trabajo??. De ninguna de las maneras podemos consentir que se siga cometiendo una injusticia que está lesionando la dignidad humana en lo más íntimo. Es necesario reafirmar que el trabajo es una realidad esencial no sólo para la sociedad, para las familias sino, sobre todo, para los individuos; y que su principal valor es el bien de la persona humana, ya que la realiza como tal, con sus actitudes y sus capacidades intelectuales, creativas y manuales
Hay que desterrar la idea de considerar que el trabajo tenga sólo un fin económico y de beneficios. El fin del trabajo es principalmente dignificar a la persona humana. Por tanto, tener trabajo o no es fundamental a la hora de plantearnos salir de la crisis económica. Hoy por hoy, el sistema actual no está dando en el clavo para arbitrar mecanismos que consideren como valor primario el trabajo. No ha sido capaz de valorar la necesidad de creatividad y solidaridad para hacer frente a la crisis económica.
La experiencia nos está demostrando que una persona sin empleo corre el peligro de que la sitúen al margen de la sociedad y de convertirse en una víctima más de la exclusión social. La pobreza y la falta de trabajo es la mayor injusticia del mundo actual porque está hiriendo la dignidad humana en lo más profundo. Hay que afirmar, con rotundidad, que el paro es la consecuencia de un sistema económico que no ha sido ni es capaz de crear puestos de trabajo porque ha puesto en el centro de su interés a su ídolo llamado ?dinero??.
Ante las dificultades de los momentos tan difíciles que se están viviendo, son los diversos sujetos, políticos, sociales y económicos los que están llamados a promover un enfoque diferente, basado en la justicia y la solidaridad para garantizar a cada uno la posibilidad de desempeñar un trabajo digno. El trabajo es un bien de todos, que debe estar al alcance de todos. Hay que abordad esta fase de grave dificultad por desempleo con las herramientas de la creatividad y la solidaridad.
Parte de la solución puede estar en la creatividad de empresarios y artesanos valientes, que miren hacia el futuro con confianza y esperanza. Llamar a la solidaridad entre todos los miembros de la sociedad para que renuncien a algo y adopten un estilo de vida más sobrio, para ayudar a aquellos que pasan necesidades. Nunca hemos de olvidar que estos graves problemas tienen solución y que hay que comprometerse en luchar para que el trabajo dignifique a la persona y no le esclavice.
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