Diario de a bordo : en Brujas -- Jacques Gaillot, Obispo de Partenia

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Partenia

Disfruto volviendo a ver esta ciudad deslumbrante mientras el sol comienza a desaparecer en el horizonte. Pero más disfruto volviendo a ver a esos rostros queridos que me acogen con alegría, en especial a Jan, fiel traductor en neerlandès de los textos del sitio de Partenia.

Un sacerdote organizó una convivencia vespertina con unos cuantos amigos de Partenia, en su casa, en torno a un aperitivo y una abundante bandeja de quesos. Mientras dialogamos, se va a buscar un archivador que contiene fotos y artículos de prensa de enero 1995 con ocasión de mi revocación de ?vreux.

« Un millar de persones se han congregado en la catedral de Brujas » recuerda. Estoy agradecido a mis amigos flamencos por esta movilización.
Después de la velada, Jan me lleva a dar una vuelta por la ciudad iluminada. ¡Una maravilla! puro placer para la vista.

Al día siguiente, se celebraba el encuentro anual del movimiento « El Evangelio en la vida » y el de « Por la democracia en la sociedad y en las Iglesias».
No me canso de mirar los rostros de todas esas personas que vienen de todas partes. Rostros cargados de experiencia, que expresan la alegría de referirse al hombre de Nazaret que tiene palabras de vida. La multitud que había invadido la catedral en el 95 prosigue su camino. Un camino de madurez.

Esas personas son más sensibles al mensaje evangélico de libertad que a la institución del a Iglesia. Buscan las fuentes que quitan la sed sin quedar satisfechos con las prescripciones de la ley. Para ellas es vital practicar la justicia y el amor trasladándose allí donde los seres humanos se encuentren heridos o abandonados.

¡Cómo no alegrarse por ello! La semilla evangélica cayó en buena tierra. Esta asamblea no necesita sobrevivir. Está llamada a renacer.
¡Encontrarse con ella, es aún mejor que Brujas la nuit!