DESCANSE EN PAZ, REVERENDO FALWELL. Eugenio Berruezo

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Lupa Protestante

?Los abortistas tienen que asumir su parte en esto, porque uno no se puede reír de Dios. Y cuando destruimos 40 millones de pequeños bebés inocentes hacemos enfadar a Dios. A los paganos, a los abortistas y a las feministas, también a los gays y a las lesbianas, a todos los que intentan secularizar los Estados Unidos, les señalo a la cara y digo: vosotros habéis contribuido a que esto pase??.
El hombre que tan sólo dos días después del horrible ataque a las Torres Gemelas, el 11 de Septiembre de 2001, en Nueva York, pronunciara estas palabras, ha fallecido. Descanse en paz.

El telepredicador evangélico Jerry Falwell, uno de los más promovidos en los medios de EE.UU., murió a los 73 años por problemas cardíacos. A finales de los 70 fundó la «Mayoría Moral», que hizo posible el ascenso al poder del ex presidente Ronald Reagan y se convirtió en el líder de la derecha religiosa. El también ha tenido mucho que ver en los importantes triunfos del actual mandatario George W. Bush. El reverendo Falwell desaparece del teatro de la vida precisamente cuando se esperaba que tuviera un papel significativo en las elecciones presidenciales de 2008. Esto es lo que tiene la muerte: a veces viene sin ser invitada y te fastidia los planes.

Falwell era célebre por sus provocaciones, a las que recurría con frecuencia, y que en cierta ocasión, en la India, causaron muertos y heridos, cuando definió a Mahoma como «un terrorista». ?l fue el que llegó a acusar a un personaje animado de la serie Teletubbies, Thiky Winky, de ser un símbolo homosexual solapado que dañaba a los niños americanos y a los de otros países donde la serie era emitida, o sea, también los pobres niños españoles fueron, según Jerry, expuestos a la perversión homosexual a través del simpático muñequito. La vida te da sorpresas, como cantaba Gato Pérez, ¿quién me lo iba a decir a mí que regalé el muñequito a mi sobrinita un día para su cumpleaños?

Falwell se convirtió en un devoto cristiano en 1956 y fundó una iglesia bautista que llegó a tener 22.000 miembros. Su influencia televisiva ha sido tremenda dentro de las filas más conservadoras del ?evangelicalismo?? en los Estados Unidos y en muchos otros países.

Es una lástima que un hombre con la visión que tuvo Falwell, siendo uno de los primeros predicadores que utilizara la radio y la televisión como púlpito, lo hiciera para transmitir, siempre, una forma de ver el Evangelio de Jesucristo desde un ideal tan ultra conservador. No puedo quitarme de la cabeza al pobre Thiky Winky y a mi sobrina.

Es posible que, ahora que el reverendo descansa con su Señor se percate, de que allá en el cielo, también está Martín Luther King, por ejemplo, y que incluso se encuentre con muchos más negritos y eso que en los sesenta, el Reverendo Falwell, arremetió contra ellos sin piedad. No en vano fue un defensor del régimen del apartheid sudafricano.

De su boca emanaban pestes de igual modo contra la comunidad gay castigada con la plaga del sida, que contra teólogos liberales y contra todos aquellos que creyeran en el derecho individual de las personas.

Su muerte me hace pensar que es posible que al llegar a los cielos se encuentre también con algún hermano en la fe de ideas más abiertas que las suyas. El Reverendo Jerry Falwell, es posible que ahora comprenda que sólo tendrá que pasar con todos ellos una eternidad. Esta es una de las sorpresas que nos aguardan, también, a la hora de ir al cielo, aquellos a los que nos encontraremos.

Mientras tanto, nosotros, los que quedamos, a ver si somos capaces de vivir, lo que nos quede de vida, desde la práctica de un Evangelio más cercano al de Jesús, no tan intransigente, no tan político, más dado a la comprensión que produce el amor al prójimo y no las intolerantes posturas teológicas, aunque si tal hacemos, es posible que nunca lleguemos a influenciar en la elección de presidente alguno, pero por lo menos los Teletubbies nos lo agradecerán y quien sabe si el resto de la sociedad también.

Sobre el autor:

Eugenio Berruezo trabájó durante dos años como «obrero» en Juventud Para Cristo. Realizó sus estudios teológicos en IBSTE, donde graduó. Durante trece años desarrolló tareas pastorales en una Iglesia Evangélica en Sitges (Barcelona). Doce años vinculado al Ministerio de Embajadores de Cristo Internacional (Ambassadors For Christ International) como Director Nacional para España. Actualmente es Director Europeo de AFCI.