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Evitar la vergúenza de que torturen al refugiado político más famoso del mundo
Hay situaciones y hechos en que nadie, que esté informado, puede quedarse al margen o indiferente. Sería irresponsabilidad imperdonable. Una de esas situaciones es la que, en medio de la turbulencia y agobio del COVID-19, nos roza con leve o nula preocupación. Y no es que sea ésta una cuestión que se pìerda en el tiempo. No. Hace tan solo 10 años -22 de octubre- que salieron publicados los Registros de Irak, dando cuenta de los crímenes de guerra cometidos por el Gobierno de Estados Unidos.
El gran público no sabía nada, pues lo ocurrido había sido mantenido en el más absoluto secreto. Fueron soldados mismos quienes, testigos de lo ocurrido y fieles a su conciencia, denunciaron haberse producido 109.032 muertos, de los cuales 66.081 eran civiles. Durante 6 años, fueron 31 los civiles , los que moría diariamente.
Al mismo tiempo, Julian Assange, además de otros periodistas, (Ch. Mannign – J. Hammond – E. Snowden- ) apoyados en el Derecho Internacional, actúa como editor Wikileaks y hace la revelación de todos estos crímenes: vigilancia masiva, ataques contra civiles, torturas, asesinatos, etc.y que una supresión deliberadamente férrea enterraba y pretendía mantener oculta.
La denuncia , patrocinada por Julián Assange, pasa a ser noticia en los Medios de Comunicación y, en lugar de elogiarle y premiarle, le alcanza una persecución tan cínica y despiadada, que le obliga a pedir refugio en la embajada de Ecuador.
Han pasado 10 años y, en menos de dos meses ( 4 de enero de 2021) Julián Assange confinado en una prisión de alta peligrosidad, conocerá si la sentencia de un tribunal británico da lugar a su ilegal extradición para Estados Unidos.
Jennifer Robinson , abogada de Julian Assange, ya ha declarado que si es extraditado, Estados Unidos le tiene preparado ?un agujero negro??, dentro del infame sistema penitenciario de ese país. Y, con razón, nos suelta el grito ?que debiera resonar por todas partes- de que ?Assange está dicidido a poner fin a su vida si es extraditado a Estados Unidos??. Práctica ésta que, en los siglos XVIII y XIX , realizaban con hierbas y hongos tóxicos los esclavos africanos que huían de las plantaciones del Caribe, antes de ser capturados y atormentados e incluso quemados. .
Por otra parte, Alejo Carpentier, de cuyo artículo ?El martirio de Julian Assaand ?, es un reflejo parcial lo que aquí digo, escribe: ?Cómo es posible que se les permita hablar de democracia cuando aniquilan la libertad de expresión y el periodismo con la complicidad de los llamados medios de comunicación ? ¿Conservan alguna relevancia los organismos internacionales de derechos humanos cuando ha quedado expuesta su impotencia para defender al refugiado político más famoso del mundo???