Ante la Semana Santa católica, Europa Laica denuncia que sectores fundamentalistas utilizan los centros escolares públicos para imponer a todos los niños y niñas ideas y valores católicos
Ante la celebración Semana Santa católica, la asociación estatal Europa Laica denuncia la utilización de los centros escolares públicos para hacer proselitismo religioso por parte de los sectores más fundamentalistas del catolicismo. Esta asociación hace un llamamiento a las administraciones públicas para que velen por la neutralidad ideológica y de convicciones en los centros escolares públicos, ya que es un mandato constitucional.
Mezclando lo pagano, lo festivo y lo religioso, miles de personas que imparten dogma católico en los centros de enseñanza pública, con la anuencia de los equipos directivos y el silencio de las administraciones educativas, tratan de imponer ideas y valores religiosos al conjunto de niños y niñas y difundir las campañas impulsadas por la jerarquía eclesiástica, conculcando gravemente la Constitución española, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención universal de los Derechos del Niño, ratificada por el estado español en 1990.
Europa Laica denuncia que, en pleno ardor religioso previo a la Semana Santa católica, los centros educativos utilizan la inocencia del alumnado de Infantil y Primaria, para imponerles la convicción católica y su dogma religioso, a través de una simbología festiva y lúdica. Así, colegios públicos organizan ?pasos?? de semana santa, colocan crucifijos, simbología y paneles de exaltación católica en clases y pasillos, reciben visitas de obispos con la obligada asistencia para el conjunto del alumnado, y proyectan vídeos que atentan contra derechos civiles y leyes aprobadas por el Parlamento.
A las prácticas específicas de estas fechas, hay que añadir las que se producen en estos centros escolares públicos en otros momentos del curso escolar, como el intento de muchos equipos directivos y tutorías de presionar a las familias para que todos los niños y niñas asistan a clase de religión católica; la segregación del alumnado en función de las convicciones y creencias de sus familias; la discriminación de los niños y las niñas que no asisten a clase de religión católica; agresiones psicológicas a padres y madres que toman la libre decisión de que sus hijos e hijas no asistan a clase de religión católica; secuestro de adolescentes en el centro mientras que algunos compañeros (cada vez menos) asisten a clase de religión; realizan viajes y fiestas sólo para quienes asisten a clase de dogma católico; montaje de belenes ostentosos en espacios comunes; existencia de capillas dentro de algunos centros.
Muchos centros escolares de titularidad pública no realizan estas prácticas, pero sí un buen número de ellos. Parece ser que aumenta el ?ardor religioso?? por parte de sectores fundamentalistas, curiosamente mientras crece el desprestigio de la Iglesia Católica oficial, aumenta la secularización de la sociedad y cada vez menos adolescentes asisten a clases de religión. Y mientras ello sucede, la administración educativa ?mira hacia otro lado??.
Madrid, 1 de abril de 2009
http://www.europalaica.com