Donde el horizonte es llegar a vivir otro día, el valor de los alimentos profundiza la pobreza
RAMON LOBO, EL PAÍS DE MADRID
La familia de Abiyu Yasin no sabe dónde está Chicago. Ni que en esa ciudad estadounidense se halla la sede del mercado que regula los precios mundiales del grano y otros alimentos de primera necesidad. Tampoco sabe que la soja subió más del 90% en un año, que el trigo se encareció un 130% y que hay problemas graves con el arroz, la dieta básica de 3.000 millones de seres humanos.
La geografía vital de los Yasin carece de matices, su mundo es la pobreza extrema y el hambre. Sobreviven en Oromia, una región aislada del centro de Etiopía que depende de la lluvia y la suerte y en la que los grandes comerciantes locales están amasando fortunas a costa de la desgracia ajena. Lo llaman libre mercado.
http://www.elpais.com.uy/08/09/21/pinter_371052.asp
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DEBEMOS SUMAR A LA SOLIDARIDAD-LA JUSTICIA
Montevideo, 22 de septiembre de 2008-Gabriel Sánchez
Muchas veces hemos recibido de distintos países de África, la noticia de que millones corren el riesgo de morir de hambre y de hecho mueren muchos, eso normalmente sensibiliza a la opinión publica mundial (aunque cada vez con menos intensidad), algunas personas y organizaciones solidarias se mueven y desarrollan esfuerzo para paliar la situación, que no es sólo de Etiopia, lo que esta muy bien, el ser insensibles a este sufrimiento, nos transformaría en monstruos inhumanos, y el que todos colaboremos en la medida de lo posible, por ayudar a que la solidaridad, evite la muerte masiva de hermanos nuestro por inanición y enfermedades conexas con la desnutrición, es un imperativo humano, que ni las Naciones Unidas, ni los gobiernos, ni las organizaciones no gubernamentales, ni nosotros modestos ciudadanos de a pie debemos ignorar…
Si dejáramos abandonados a su suerte a estos hermanos, no sólo pecaríamos de insolidarios, estaríamos desatando un proceso que necesariamente nos destruiría en tanto especie humana…
Pero estas realidades existen, porque nos encontramos en un sistema perverso, en donde la vida de un hombre, vale menos que las ganancias y el lucro, de quienes especulan con los alimentos, es decir, de quienes especulan con la vida, no basta culpar a los comerciantes etíopes, es el sistema el que esta enfermo y reclama, en pos de su adoración, la sangre inocente de los pobres del planeta…
Mientras se gasta billones de dólares en rescates bancarias, se dejar que el hambre mate a millones, es hora de que los pueblos tomen el control, de que imagen, elaboren y fuercen, los cambios necesarios que nos permitan crear un comercio internacional justo, que destierre el lucrar, acaparar, que nos enseñe que los bienes, son de todos y que todos deben acceder a lo necesario para vivir…Porque tarde o temprano, el verdugo golpeara nuestra puerta y entonces será tarde, unámonos y luchemos contra el hambre y contra la injusticia…
La dinámica del sistema ha puesto a pagar a toda la humanidad (porque no duden que buscaran la forma que lo paguemos todos), el lucro inconsciente de los halcones, que gritan no al Estado, para los pobres, pero si para rescatar a los ricos…eso es injusto y en definitiva criminal, porque es este sistema que ha ganado el corazón de los que tienen poder, transformándolos en directos responsables de esta situaciones, es decir en homicidas y si nosotros no luchamos contra esto, también tendremos las manos manchadas de sangre…Para engendrar el futuro, necesitamos además solidaridad, JUSTICIA…
(INformación recibida de la Red MUndial de Comunidades Eclesiales de Base)