Cuba y Nicaragua, paradigma de resistencia y liberación nacional -- Benjamín Forcano

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Benjamín Forcano1I.-CARTA DE LA MAYORIA SOCIAL AL GOBIERNO DE CUBA
En apoyo a una defensa en la que se juega el bien y destino de los pueblos
Preliminar importante
LA INFORMACI?N ES SIEMPRE NECESARIA Y DETERMINANTE
La información poseída determinará tu modo de pensar y actuar. Hoy, la mayoría, esa información la recibe sesgada y controlada por los intereses de los más poderosos, sin acceso a otras fuentes.

Lógicamente, el opinar es prestado y  hasta puedes  pensar que   es el verdadero. Pero tienes posibilidad de contrastarlo y no ser manipulado. Es una batalla – queramos o no- que se ventila con el arma  letal y poderosa  de la cadena mediática dominante.
            De modo  que nadie ?ni persona ni pueblo- vive desligado de la cultura y política y, según sean liberadoras o esclavizadoras, pretenden hacernos libres o esclavos.

2. Qué opina la ciudadanía mayoritaria
Es u n hecho muy significativo que la mayoría social, a través de sus representantes, ha confirmado, por mucho que otras noticias e informes se empeñen en negarlo, la postura explicativa del Gobierno cubano sobre lo que está pasando en Cuba. Su argumentación desbarata toda otra información no concorde con la realidad histórica. Y ésta se basa en tres hechos reales:
1º) La revolución cubana fue absolutamente bloqueda desde el principio por Estados Unidos :

Dice textualmente:
                                    ?La mayoría de los cubanos apoyan a Castro?? el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales?? hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba?? una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno??.

   (*)  Memorando secreto del Departamento de Estado desclasificado en 1991, que fue incluido en la página 885 del Volumen VI del Informe del Departamento de Estados de Estados Unidos de 1958 a 1960.

2º) Frente a este hecho, la mentalidad ciudadana de los pueblos se ha expresado inequívocamente: La opinión popular dominante ha llegado a la ONU, no por iniciativa de unas determinadas personalidades o movimientos,
sino por sus representantes oficiales: desde hace más de 27 años, de todos los países que integran la ONU, todos, excepto unos cinco, han votado condenando el bloqueo, por ir contra las normas establecidas de la Etica y del Derecho Internacional.

3º) La lógica y el sentido común nos llevan a sacar tres conclusiones meridianas: Calculen los millones y millones de ciudadanos de todos los paises que condenan el bloqueo y deduzcan las multitudes que lo condenan. Despreciar y desoir ese clamor, sólo puede hacerlo un imperio que se considera superpotente por encima de toda ley y no teme enfrentare a tan magna contradicción.

* Nadie puede negar la situación, acosada de tremendas privaciones de todo género, que sufre Cuba. Pero, tampoco, debe dejar de apuntar al causante y verdadero responsable. ¿En qué cabeza cabe seguir pensando que el Gobierno Cubano se recrea en generar la opresión y sufrimiento crecientes de su pueblo?  
* Y nadie me argumente con el socorrido y desleal tópico de ser todo ello efecto de un régimen comunista.

(El comunismo, como cualquier otra ?ideología??, incluida la del cristianismo, puede ser susceptible de muy diversas interpretaciones. Pero sea cual sea, aquí cuenta lo que ha sucedido por sus agentes concretos) .
En el fondo de todo, reaparece nítidamente, el propósito esencial inherente a este específico debate ?ya superaclarado- de que Estados Unidos se autoerige en superior y amo sobre la identidad y soberanía de otros pueblos.

II

1.LUCHA SANDINISTA ACTUAL: NICARAGUA SOBERANA Y LIBRE

La revolución sandinista aparece en la historia como la batalla más desigual que se pueda imaginar: la pequeña Nicaragua contra la omnipotencia imperialista yanqui. Precisamente por eso, acaparó la mirada del mundo entero.

En ella estuvo en juego lo mejor y lo peor de nuestro ser: la igualdad contra la desigualdad, la justicia contra la injusticia, la fraternidad contra la enemistad, la libertad contra la dependencia, la paz contra la guerra.
Y, tras muchos años de lucha, se produjo la victoria de la pequeña Nicaragua. Una victoria acogida gozosamente por el mundo, pero nunca reconocida ni dada por perdida por el humillado Estados Unidos.

La victoria fue , además, realzada por la inusitada magnanimidad de los triunfadores: la represalia, la venganza, la represión y la misma muerte fueron sustituidas por el amor, el perdón, la reconciliación, la rehabilitación de quienes habían sido víctimas de un inhumano sistema: Los soldados sandinistas alfabetizaron a los verdugos somocistas, fueron rehabilitados, precedidos por el admirable ejemplo del Ministro del Interior Tomás Borge, quien enfrentado a su torturador – postrado de rodillas-, le dijo: ?¿Que va a hacer Vd. conmigo???.- ?Darte tiempo para que reconozcas tus errores??, fue la respuesta. Un referente el más puro de la dignidad y de los anhelos más nobles de la humanidad.

Una revolución que, lógicamente, no ha muerto ni puede morir, por más rodeos, disfraces, mentiras, sobornos y promesas que hagan los resentidos perdedores. ¿ A qué y a quiénes representan ellos? ¿A qué apunta su pertinaz cerco contra la emancipada y libre Nicaragua?

Si Nicaragua pierde, si volviera a ser sojuzgada por el imperio, el atropello sería de todos, de cuantos soñamos y colaboramos para que acabe de una vez toda suerte de imperialismo.
En mi visión de la REVOLUCION SANDINISTA, coincido con muchos en haberla aceptado por los principios y valores que implica: soberanía nacional, igualdad, fraternidad , justicia, libertad, paz??

Y este es el dictamen pronunciado en la Asamblea de la ONU que debe constar ante la conciencia del mundo. El veredicto dado en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el 22 de junio, ante la demanda hecha por Estados Unidos y la Unión Europea con el fin de condenar la política sandinista de Daniel Ortega fu el siguiente:
-De 193 votos emitidos

APOYO a Nicaragua: 139 votos
RECHAZO de Nicaragua: 54 votos
( Sin comentarios)

Y si es evidente que un proyecto de vida nacional-comunitario no es ajeno al ciudadano concreto, en el momento actual, comprobamos que, en la acrecentada relación de unos pueblos con otros, las naciones aportan proyectos de convivencia ?individual, social e internacional- , muy diferentes: bien para respetar , reconocer y promover la propia identidad y autonomía sin negársela a otras naciones, bien para imponer la dominación de una nación sobre otras, como si fueran inferiores y esclavas. Y, de esta peculiar relación, suele participar la mayoría de cada nación.

Por superclara que sea, conviene recalcar que la ideología sandinista incluye una visión de la realidad nica, totalmente opuesta a la ideología imperialista yanqui, que se niega a reconocer la identidad y autonomía propias de las naciones.
El Gobierno sazndinista se ha abierto a otras relaciones internacionales, que limitan la presencia yanqui respecto a Nicaragua y aparece entonces para Estados Unidos como el único muro a batir, sea como sea.

Y mientras esta central y dual contienda no se resuelva respetando la Soberanía Nacional de Nicaragua, los nicas, sobre todo los subordinados y financiados por Estados Unidos, -aún sin quizás ellos saberlo- no podrán colaborar libremente a una convivencia democrática.

En el momento actual, aclararía mucho conocer la respuesta a esta pregunta: ¿Cuántos nicas piensan que eso de la agresión yanqui, al igual que la ?ideología sandinista??, es cosa del pasado, enterradas hace tiempo? ¿En boca y pluma de quién aparecen esos asertos? Porque, se quiera o no, los hechos y las pruebas son lo que son y Estados Unidos ha demostrado no ceder ni un ápice en su objetivo de acabar con el sandinismo. Lo cual demuestra que existe y que le resulta insoportable.

Y ya suena y se repite, ¡por tantas partes!, el estribillo de que las próximas elecciones (que el Imperio da por perdidas) serán un verdadero fraude del tirano y, por lo mismo, las Instituciones internacionales y los Gobiernos deben coaligarse para condenarlas como inválidas. Sólo una lamentable desinformación hace caer en la trampa, no a los nicas , que hubieron de resistir y vencer con 50.000 muertos al cruel y cínico agresor yanqui.

Yo sitúo mi análisis en el marco real de la historia y de factores que, tal como han incidido en el vivir y convivir nica, no son ajenos al acontecer del conflicto actual. No lo han sido, por más que astuta o vampirescamente se inocule tan ?detestable?? engaño en la escasa o nula investigación de muchos, extranjeros sobre todo, que todavía lo acogen como la pura verdad.

Por otra parte, – opino por lo que se está publicando-, creo entrever en los distanciados disidentes del sandinismo, puntos concretos del entender y quehacer político, que los enfrentaron, llegando incluso a priorizar su desacuerdo y rivalidad con el Gobierno sandinista más que con el agresor. Discrepancia que, a la vista de lo transcurrido, no parece haya servido para un diálogo argumentado y conciliador, sino de rechazo progresivamente enconado.

En realidad, es ésta una tarea que acompaña casi siempre en cualquier tipo de democracia, con pluralidad de Partidos. ¿Por qué no ha de ser posible en Nicaragua un diálogo interno y no optar sin más por la condena y exclusión radical del Partido Sandinista? Nicaragua tiene estructura y leyes democráticas y tiene regulado cómo proceder legalmente para introducir los cambios que se requieran y prueben ser necesarios.

A nadie se le ocurre, por supuesto, pedir al imperio yanqui – quizás el más ciego y totalitario de la historia-, que aprenda a no ser soberbiamente sectario y que proceda respetando las normas de la Etica y del Derecho Internacional. No, no aparecerá en su rostro el menor sonrojo. Pero, tan global como su despótico engaño, va siendo el repudio del orbe por no cejar de aplicar la ley del más fuerte, que ha conseguido como nadie y es praxis suya habitual.

Si nadie, en el plano interpersonal, puede programar y construir su vida a base de explotar y dominar a otro, en el plano sociopolítico debe cumplirse también lo pertinente al respeto de la soberana igualdad de todas las naciones: ninguna nación puede programar su desarrollo a base de explotar y dominar a otra.

Aparece más que claro que la humanidad está viviendo una división entre dos proyectos como nunca antes; dos proyectos que se contraponen y rechazan. Por una parte, los que apuestan por el amor, el respeto y la convivencia fraterna y, por otra, los que apuestan por el odio y se empeñan en imponer una convivencia de amos y esclavos.

Los primeros deben estar despiertos, muy atentos a la gran sombra que los cubre, mediante el multiforme engaño mediático que propagan los que pretenden dominar; y deben unirse a otros con esperanza de propiciar un nuevo camino hacia una humanidad más unida y fraterna, que tal vez avance muy despacio a través de las nuevas generaciones.

A los segundos, hay que mostrarles su desvarío , que irán perdiendo fracaso tras fracaso hasta tener que confesar lo ruin y estéril que es su vivir y convivir descabellado e inhumano. El mensaje de una humanidad unida, brota de lo más hondo de nuestro ser, que nos empuja a vivir como iguales y fraternos, porque así lo pedimos y nos lo piden, y así lo necesitamos y lo necesitan y esto en la totalidad de nuestra acción, porque en toda ella no podemos dejar de ser lo que somos e ir a la contra nos frustraría y desnaturalizaría.

Cuba y Nicaragua son ejemplos de este caminar autónomo y solidario, pues han aprendido lo que significa reconquistar la soberanía nacional.
Si es evidente que todos vivimos en comunidad, en un territorio determinado y según un modelo de convivencia, ningún proyecto de vida comunitario-nacional es ajeno al ciudadano concreto.

En el momento actual, comprobamos que, en la acrecentada relación de unos pueblos con otros, las naciones aportan proyectos de convivencia muy diferentes: bien para respetar , reconocer y promover la propia identidad y autonomía sin negársela a otras naciones, bien para imponer la dominación de una nación sobre otras, como si fueran inferiores y esclavas. Y, de esta peculiar relación, suele participar la mayoría de cada nación.

Desde esta perspectiva, se entiende la división en que hoy se halla la humanidad: a Cuba y Nicaragua les tocó históricamente defender su identidad e independencia y a Estados Unidos, demostrar históricamente también, que ellos, por Destino Manifiesto estarían por encima de las demás naciones y les pertenece explotarlas y dominarlas con absoluta arbitrariedad.

Lógicamente, por más que se quiera evitar o encubrir, esta división se convierte en lucha por principios, valores y metas muy diferentes y, a la hora de juzgar, la balanza ética universal dictamina desde qué lado se avanza hacia el bien , la verdad, la libertad y la paz o hacia el oscuro abismo del mal, la mentira, la servidumbre y la guerra.
La revolución sandinista se dio y permanece como símbolo luminoso en esta división, erigido a lo más alto con el liderazgo de Sandino, Fidel Castro, Che Guevara, Helder Camara, Oscar Romero, Luther King, Ghandi, Pedro Casaldáliga, etc.., pero que hoy, dicho símbolo aparece semiapagado y constreñido por la mayor fuerza y oscuridad de la corriente deshumanizada de los grandes propietarios del poder y del dinero.
Creo poder concluir que el cultivo y desarrollo de toda persona y pueblo deben realizarse a través de los principios del amor, de la igualdad, de la justicia, de la fraternidad, de la libertad y de la paz.
Y la historia demostró ante la faz del mundo, con la Revolución Cubana y Sandinista, de qué parte andaban unos y de qué parte otros y con quién, sin perder señas y sello de lo profundamente humano, están hoy los unos y están los otros. Es en este sentido, donde cada cual deberá analizar críticamente las ideas que hoy más engañan y manipulan tratando de anular nuestra autonomía y libertad.