La ideología es sólo barniz, no cala más allá de la epidermis. Raramente penetra hasta el alma. El alma no se deja pintarrajear. La ideología fue trampolín hacia el ideal puro, pero demasiado a menudo sirve hoy de excusa para el atropello. Poco importa en ese caso que ésta sea de un color o de otro. ··· Ver noticia ···