El diputado fascista venezolano Juan Guaidó ha enviado una señal fuerte y clara. Dirigiéndose al presidente Nicolás Maduro ha dicho que éste busca excusas para «perseguirlo y detenerlo”. El mensaje parece muy lúcido, pero hay que leerlo de otra manera, da la impresión que lo que en realidad quiso decir es: “Presidente Maduro, necesito que me lleve a prisión”. Su gesticulación nerviosa, su retórica confusa e intrascendente y su pálida expresión facial son muestra fehaciente del miedo que está sintiendo, pero no por probables acciones del gobierno, sino que su propia gente ha comenzado a cansarse de las mentiras, del incumplimiento de las promesas de corto plazo que ha hecho y de la auto adjudicación de ingentes recursos financieros robados al pueblo venezolano. ··· Ver noticia ···
Crónica desesperada de un final anunciado -- Sergio Rodríguez
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