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Sanar la papolatria y el cristinismo talisban
Dice Alfredo Leuco que “ Francisco tiene las virtudes, los valores y las ideas de los dirigentes políticos fundacionales de nuestro país y porque por su capacidad revolucionaria debería estudiarse en los colegios como muchos próceres de la argentinidad.
De José de San Martín tiene el coraje para pelear por la libertad de los pueblos y para enfrentar las más grandes dificultades, incluso las que tienen el tamaño de la Cordillera de los Andes. Se siente un hombre libre y quiere que todos los hombres sean libres.
De Manuel Belgrano tiene la obsesión por la educación, la excelencia intelectual y la flexibilidad para moverse en todos los terrenos. También es creador de una nueva bandera de la fe.
De Mariano Moreno tiene la voluntad revolucionaria. La pasión por romper las burocracias del atraso y la apuesta al cambio de las viejas estructuras. Por algo los conservadores ya lo pusieron en la mira.
De Hipólito Yrigoyen tiene su amor por los más humildes, su lucha eterna para que la tortilla se vuelva, su profunda fe democrática. Su segunda Biblia, su plataforma electoral, el documento más importante que redactó, que sostiene que el Estado debe intervenir para suturar las heridas que produce el mercado, es un producto colectivo. Se realizó en la conferencia de Aparecida, con el aporte de pastores, peregrinos y obispos, pero tiene la síntesis de un sabio. De un sumo sacerdote. De un pontífice que piensa con ecumenismo y que no conoce lo que es el odio. Todo lo contrario, ayer proclamó la cultura del encuentro y llamó a “rehabilitar la política como una de las formas más altas de la caridad”. Dijo que “entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta hay una opción de los oprimidos: el diálogo, el humanismo integral”.
De Juan Domingo Perón tiene su habilidad para conducir, ese liderazgo carismático necesario para guiar la organización humana más grande del planeta con 1.200 millones de fieles. Tiene una sensibilidad especial y sabiduría popular que sólo se cosecha con mucho pavimento recorrido. La picardía argentina en el mejor de los sentidos y no la viveza criolla. Tiene humor. Se podría cantar una marchita que diga: “Por ese gran argentino/ que se supo conquistar/ a la gran masa del pueblo/ con astucia clerical.
De Evita tiene su amor por los pobres y la mirada en la periferia. Su opción por los pobres, por los cabecitas negras de La Matanza a Lampedusa”.
“Ese abrazo que se dio con el indio Pataxo que le regaló su cocar y no se arrodilló porque el Papa se lo impidió. La arenga para que nadie acepte la humillación de nadie, para que se pongan de pie y se rebelen. Por eso dice que quiere que los jóvenes hagan lío y salgan de la Iglesia. Para que ocupen las calles con alegría y peleen por un mundo más justo, más solidario y fraterno. Quiere que sean callejeros de la fe.
Siembra amor y esperanza y lucha a muerte contra los asesinos que utilizan la droga para matar pibes y los que utilizan la trata para esclavizar mujeres pobres. De aquellos que rezan: “Papa nuestro que estás en el Vaticano, santificado sea tu nombre”.
De Arturo Illia tiene la austeridad republicana y franciscana. Los votos de pobreza, el despojo de todo tipo de vanidad o riqueza frívola. No vive rodeado de millonarios ni de estrellas mediáticas. Se siente a gusto en las favelas del mundo porque conoce profundamente nuestras villas miserias. Pinta su aldea y por eso es universal. No miente, predica con el ejemplo. Tiene las manos limpias, no hace falta que presente su declaración jurada porque vive como piensa. Por eso tiene autoridad moral para decir que se puede perdonar a los pecadores pero no a los corruptos. No roba pero hace.
Es argentino como pocos y no solo porque nació en Flores en una típica familia de tanos inmigrantes. Por el mate, el tango, su San Lorenzo de Almagro y el culto a la amistad. Convoca multitudes apasionadas. Tiene olor a oveja, pero no acepta el verticalismo ni la obsecuencia. Llama a que cada uno construya su propio destino junto a sus hermanos más frágiles. Propone cooperativas para recuperar la paz, el pan y el trabajo y combatir la inflación y la inseguridad. Y si no me creen, lean el documento de Aparecida que es la génesis de su papado. Reparte estampitas cargadas de futuro. Es emocionante ver como emociona.
Agrega Leuco “Ya produjo su primer milagro: que todo el mundo quiera a un argentino. Y que la juventud recupere su lucha por las utopías a su imagen y semejanza. Francisco fue forjado por dos matrices que atravesaron la historia de nuestro país. Por el catolicismo y el peronismo. En esas fraguas se formó. En esas convicciones e ilusiones. Tambien es cierto que la derecha argentina busca a alguien que pueda funcionar como opositor, alguien «bueno» según su concepto parcial y coorporativo, quiza con la esperanza que Francisco un día diga lo mismo que Benedicto en en su momento, que es una vergurenza el hambre en la argentina. La pena que Benedicto se olvido de decir que es una verguenza el hambre en cualquier lugar, no solo en Argentina. Al decirlo de ese modo no pocos vieron un ataque político. Sobretodo sino se puntualiza que aquí crecio la clase media y no fue asi en todo latinoamerica.
Me parece que hay necesidad en el mundo de construir un liderazgo coherente y creible, es cierto que Francisco nacio como papa bien posicionado pero puede generar sospecha cuando habla de los lobbis gay
¿Esta mal hacer lobbie?-la iglesia, en su momento no lo hizo con la mesa de enlaces con la derecha politica?o lo que esta mal es el lobbie homosexual?. ¿Aclara decir que el papa no es nadie para juzgar a un homosexual pero algunos se preguntan si ¿hay alguien que si pueda juzgar y haga falta sobretodo cuando el lobbista es pedofilo o proxeneta y en el capitalismo ¿no esta bueno que en serio alguien juzgue lo patológico?
Muchas veces me pregunté porqué Néstor reavivo la causa de Angeleli . y porque Cristina lo tiene con Romero en la capilla presidencial. Quizás como decía el pelado para que todos los liderzgos no pierdan un oído en el pueblo y el otro en el Evangelio. Es probable que nuestra futura democracia necesite de la austeridad de los zapatos del papa y de designaciones de obispos como los que vieron Cristina y Néstor, del tenor de aquellos mártires latinoamericanos que llenaron de luz nuestra memoria.
La autoridad de Cristina, si se llena de bienes materiales, con el tiempo se puede vaciar de la autoridad que sólo da el alma, cuando se está bien conectada con el pueblo. La autoridad del papa, sus zapatos humildes, no servirán de mucho si se ubican lejos de la memoria de los martires palotinos y de aquellos dos obispos que marcaron a nuestros dos últimos presidentes.
Ojala que los futuros obispos que nombre este papa estén llenos de humildad personal y olor a ovejas. Gracias papa, gracias Cristina; los dos liderazgos en lo espiritual y en lo político tienen, para mi gusto, sueños complementarios.